España se apunta a sus primeros Juegos y jugará la final de la Liga de Naciones

Un hito, el acudir a una cita olímpica, que incluyó en su programa el torneo femenino de fútbol en 1996, para el que ya hay billete. El siguiente reto será la gloria de sumar otro título internacional este próximo miércoles ante Francia, que venció en la otra semifinal de este torneo de reciente creación a Alemania, para añadir a las vitrinas junto a la Copa del Mundo conquistada el pasado verano en Australia, lo que igualaría el logrado por el combinado masculino que dirige Luis de la Fuente, en junio ante Croacia.

Ganar a las neerlandesas, ante las que el equipo nacional rompió el techo de cuartos de final en el pasado Mundial, tiene un premio inigualable, algo que jamás había ocurrido: soñar por el oro olímpico. «El objetivo son los Juegos», repitieron hasta la saciedad los días previos a la cita del desangelado estadio de la Cartuja tanto Montse Tomé como Irene Paredes o Aitana Bonmati.

Sabía bien la preparadora asturiana que desgastando con la posesión a las 'oranjes' de Andries Jonker -séptimas del ranking FIFA- tendría mucho ganado. España se siente cómoda sobre el verde con la pelota en su poder y repitió el esquema en Sevilla, que sigue siendo talismán para La Roja tras haber ganado allí los cinco envites que ha disputado. La asignatura pendiente fue el número de espectadores en el partido más importante de La Roja en territorio español. Acudieron al coliseo hispalense 21.856 espectadores, casi la mitad que los que vieron a la masculina en octubre ante Escocia en un clasificatorio para la Eurocopa 2024.

Las de Tomé comenzaron intensas desde el pitido inicial, y a punto estuvo de dar sus frutos pronto, con dos llegadas de Salma Paralluelo que rozó en ambas ocasiones el palo defendido por Van Domselaar, primero a pase de Caldentey y luego con uno preciso de Athenea. El plan del partido estaba bien claro. No presionar arriba haría correr el riesgo de que Países Bajos aprovechara algún espacio, que con un par de contraataques envió algún que otro aviso por medio de Beerensteyn.

Con paciencia, diferentes alternativas y recursos buscaba España el camino hacia un gol que le negaba de nuevo a la veloz delantera del Barça la guardameta tulipán con un paradón y con otra manopla evitaba el tanto de Olga Carmona, que levantó pasiones en su ciudad natal. Merecía el tanto La Roja y llegó el premio con una fantástica internada de Jenni Hermoso en el área, donde tras una maniobra individual terminó definiendo ante la portera 'oranje', que tampoco pudo hacer nada en una llegada posterior de la Balón de Oro Aitana Bonmati para dar una ventaja con derecho a las de Montse Tomé.

A partir de ahí el equipo dio un pasito atrás y esperó con tranquilidad. El trabajo estaba hecho. Ona Batlle terminó de sentenciar y Vicky López, a sus 17 años, jugó sus primeros minutos con la elástica de La Roja. Un talento de presente y futuro que cumplirá la mayoría de edad en los Juegos en los que se estrenará España. El equipo sigue convenciendo con su fútbol del mismo modo que lo hace en su lucha por ser altavoz social en la batalla que bregan por la igualdad. La historia espera de nuevo en el horizonte.