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Ana Tejada es una de esas futbolistas que nacen con estrella. Pegada al balón desde que tenía uso de razón, la joven jugadora de apenas 20 años ha marcado un hito sin precedentes para la región alzando su segunda copa del mundo con España. Un reconocimiento que no hace otra cosa que certificar que los sueños de la central no tienen techo, al igual que su meteórica carrera.
Lo suyo es algo innato. Comenzó a dar golpes a la bola con apenas dos años dentro de la casa de su abuela demostrando que su vocación era la de ser futbolista. Todo comenzó siendo una simple afición sin llegar a imaginarse lo que, 18 años después, ha conseguido gracias a este deporte. Fue en quinto de Primaria cuando decidió empezar a entrenar en las categorías inferiores del EDF, el club que la ha visto crecer.
Nunca llegó a pasar desapercibida por los terrenos de juego. Y no solo por sus característicos rizos. También destacó por su seguridad en la defensa y por saber leer a la perfección a los rivales a los que se medía. En el equipo de Logroño aprendió las técnicas y los conceptos deportivos necesarios para asentar una base que ya traía de cuna. Rápidamente despuntó convirtiéndose en la niña prodigio del club. Subió de categorías a la velocidad del rayo captando las miradas de aficionados y ojeadores que se acercaban a Pradoviejo para hacerse con las promesas del fútbol nacional.
20 años La joven central se convierte en una jugadora sin parangón dentro de La Rioja
Así es como irrumpió en la Selección Española Sub-17 donde se haría con su primera competición internacional durante el mes de mayo de 2018. Con apenas 15 años, la joven riojana cogió sus maletas para desplazarse hasta Lituania donde pelearía por hacerse con el cetro continental. Fue titular en todos los encuentros disputados por la combinación nacional pasando a ser una de las grandes apuestas de la España de Toña Is.
Ganaron a Alemania en la final del certamen europeo y lograron la clasificación para el Mundial que se resolvería meses después en Uruguay. «Me encantaría ir. Un Mundial es lo máximo a lo que puede aspirar un jugador de fútbol. Es un sueño», decía entonces. Un sueño que terminó haciéndose realidad.
De vuelta en casa, Ana Tejada sacó fuerzas de donde ya no había tras una larga temporada para disputar con el EDF la fase de ascenso. Quince días después de volver del Campeonato de Europa, la central sumó un nuevo logro a su carrera deportiva consiguiendo el ascenso a la máxima categoría del fútbol femenino nacional al imponerse al Tacón (1-2) en el partido de vuelta en Madrid.
Aunque parecía imposible, ese año tendría muchas más cosas guardadas para la futbolista. Con el inicio del nuevo curso, Ana Tejada pasó a ser la jugadora más joven de la Liga Iberdrola además de ser una de las dos únicas convocadas por Toña Is para el Mundial Sub-17 que había disputado las siete primeras jornadas como titular.
Llegó el mes de diciembre y con él la celebración del certamen en Uruguay donde Ana Tejada se haría con su primera copa del mundo. Un triunfo sin precedentes para un deportista de la región. «Ha sido un año fantástico, pero no me conformo. Espero que los que vengan después sean incluso mejores y con más éxitos», aseguraba Tejada haciendo balance la experiencia vivida.
Los éxitos seguirían llegando pero esta vez fuera de Logroño. San Sebastián fue el lugar elegido para su nueva aventura. Y es que, durante el verano del 2019, la riojana decidió dar un salto de calidad a su progresión diciendo adiós al club de su vida para fichar por una Real Sociedad que este curso ha terminado como subcampeona de liga. Pero, si hay una ciudad en el mundo que ha visto brillar a Ana Tejada con todo su esplendor esa ha sido San José.
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En Costa Rica, la defensa riojana agrandó su leyenda siendo la capitana de la Selección Española Sub-20 en el Mundial. Después de una fase de grupos para enmarcar, la combinación nacional fue pasando las eliminatorias con nota hasta llegar a la final contra Japón. Durante la madrugada del domingo al lunes, las pupilas de Pedro López se convertirían en la mejor selección del mundo al levantar su primera copa, en manos de la riojana, grabando su nombre dentro de la historia del fútbol.
Ana Tejada ha conseguido en apenas 20 años los que muchos no logran en una vida. La niña prodigio del fútbol riojano ha crecido amasando una carrera repleta de triunfos que parece no tener fin.
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Alfonso Torices (texto) | Madrid y Clara Privé (gráficos) | Santander
Sergio Martínez | Logroño
Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
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