El Ayuntamiento confía en el Mundial 2030 para acometer una profunda remodelación del Mundial'82

El gobierno municipal se encuentra en un compás de espera respecto a la actuación en una instalación que se abrió en 1985 y que es de su propiedad, pero cedida a la Federación Riojana de Fútbol hasta el 2036. Por un lado, debe solventar las carencias que se pueden apreciar y que han aumentado en los últimos meses, caso de luz y riego; por otro, confía en que la entrada en el Mundial 2030 abra una vía de ingresos que le permita acometer una obra de mayor calado.

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José Martínez Glera

«La actuación no se centra solo en la iluminación, sino que necesita algo más», explica Miguel Sainz, edil de deportes. «Hemos incluido el Mundial 82 en nuestra oferta para ser subsede, junto a la ciudad deportiva de la UD Logroñés y Las Gaunas», desvela. Un dato que no se conocía públicamente y que es explicable. «Si nos eligen, podemos obtener fondos más que suficientes para acometer una obra más amplia y notable», apunta.

¿Qué obra? En la anterior legislatura con el Partido Popular al frente del Ayuntamiento, Javier Merino, concejal de Deportes, ya dejó entrever el deseo de ampliar la instalación de 28.000 a 48.000 metros cuadrados, de acometer una profunda renovación y de aumentar el número de campos. Un nuevo recinto futbolístico que completase las propuestas del Adarraga, la Hípica Deportiva y Las Norias. Una idea, no una realidad. Ahora, el pensamiento de Sainz es más modesto. «Yo no voy tan lejos. Estudiaríamos cambiar el campo de hierba natural por uno de césped artificial, renovar las gradas y construir nuevos vestuarios», detalla. Es decir, no habría ampliación en cuanto a su superficie. Dos campos de hierba artificial, lo que dejaría a la capital con un único rectángulo natural, en Varea, que tiene un uso más restringido en cuanto a número de clubes.

Esta es la razón fundamental de retrasar el cambio de iluminación en el campo de hierba artificial, amén de que los días serán cada vez más largos, de que se ha reubicado a los equipos que entrenaban a última hora y que en verano no hay competición. El robo de cobro que se registró en octubre no se ha repuesto. O se renueva la iluminación o se va más allá. «Es posible que en primavera sepamos si Logroño es elegida subsede», admite Sainz. Las fechas cuadran. Además, desde el Ayuntamiento se quiere renegociar el acuerdo, no de cesión, sino de gestión con la Federación y el edil entiende que lo «lógico» es hacerlo con el nuevo presidente que salga elegido de las urnas en el proceso electoral que se celebrará este año. Porque en realidad, es la Federación Riojana la que debe solventar la falta de iluminación. Solventarla y pagar el coste, porque asumió el mantenimiento del Mundial'82. Pero prefiere no invertir en algo que no es suyo.