La última función de la gran Concha Velasco

La muerte de Concha Velasco (Valladolid, 1939 - Majadahonda, 2023) viste de luto la cultura española y también riojana. Para el recuerdo de Logroño queda que la popularísima actriz se retiró en la tablas del Teatro Bretón en los sanmateos de 2021. No faltaron ramos de flores en el saludo final mientras el público logroñés tributaba una cálida y emotiva ovación a una de las grandes damas españolas de la interpretación desde mediados del siglo pasado.

Nada era demasiado para homenajear a una mujer que hacía mutis después de una extraordinaria carrera y que concedió a la capital riojana el inmenso honor de despedirse en su escenario más noble, el teatro municipal, donde ha trabajado fielmente desde su reinauguración en 1990.

Lo había anunciado hacía solo unas pocas semanas sobre el Teatro Calderón de su Valladolid natal. Explicó que, a petición de sus hijos, se despedía definitivamente de las giras teatrales: «Gracias por estos aplausos tan cariñosos. Hoy ha sido la última representación que voy a hacer en el teatro. Mis hijos quieren que deje de trabajar en el teatro, sobre todo que no haga giras, así que será la última vez que me vean», confesó emocionada ante un patio de butacas entregado a la actriz.

Inicialmente estaba previsto que la representación de la obra 'La habitación de María' se extendiera hasta mediados de febrero del 2022 pero, por expresa petición de la actriz, tal y como dio a conocer a través de un comunicado la productora Pentación, adelantó su adiós con las dos funciones programadas en el Teatro Bretón de Logroño los días 20 y 21 de septiembre.

Aunque su retirada era el deseo de sus hijos Manuel y Paco, finalmente fue la veterana intérprete la que tomó la decisión de bajar de los escenarios de manera anticipada. Eso sí, entre todos buscaron hacer un cierre de gira simbólico en una ciudad especial para ella, ya que tenía familia en la localidad riojana y, sobre todo, un público fiel y entusiasta que no ha dejado de llenar el teatro cada vez que ella ha actuado en él.

Al finalizar aquella última función, el entonces alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza, le hizo entrega de un ramo de flores y de una pieza conmemorativa encargada para la ocasión al artista riojano Demetrio Navaridas.

Fue una digna despedida para una irrepetible actriz, que entonces estaba a punto de cumplir 82 años, y que llevaba más de 66 subida a las tablas. La protagonista de 'Las chicas de la Cruz Roja' todavía se encontraba bien de salud. Pero su edad fue el factor a tener en cuenta a la hora de tomar esta decisión y de bajar su ritmo de trabajo. Aseguraba que no le faltaban ofertas y es cierto que nunca pasó de moda y siempre supo reciclarse y actualizarse.

'La habitación de María' era la segunda obra que su hijo Manuel escribió para ella después de 'El funeral'. Fue su último papel sobre las tablas; otra vez, a lo Gloria Swanson en 'El crepúsculo de los dioses', Concha Velasco interpretándose a sí misma sin mayores pretensiones ni demasiado rubor. Quién lo necesitaría.

Más de seis décadas avalan la exitosa trayectoria profesional en cine, televisión y teatro. La popular intérprete fue distinguida con el Goya de Honor, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y en el Trabajo y el Premio Nacional del Teatro, entre otros galardones.

Pero el premio más importante, así lo destacaba en cada entrevista que concedía a Diario LA RIOJA, fue siempre el cariño del público que se ganó desde sus comienzos en el cine más popular desde los años cincuenta hasta la televisión y, por supuesto, el teatro con incontables personajes. Un público que la recordará como Conchita Velasco, como santa Teresa e incluso como reina Juana. Y por chica yeyé, Junto a José Sacristán y Alfredo Landa y todos esos actores y actrices que, surgiendo de la nada, popularizaron la interpretación en un país en blanco y negro.

«No quiero morirme encima del escenario», afirmaba en 2018 en una de esas siempre amables entrevistas a este periódico. «Yo creo que mi carrera, como mujer, como actriz, quizás sea la más importante de España. Pero yo lo que quiero es que mis hijos estén orgullosos de mí y dejar un buen recuerdo. No soy nada nostálgica, vivo el presente. Y todo lo que quiero hoy por hoy es ser feliz».

En el Calderón se despidió con una frase de Teresa de Ávila: «Lee y conducirás, no leas y serás conducido. Que sean ustedes muy felices y hasta siempre». En Logroño lo hizo entre lágrimas y sonrisas: agradecida y emocionada.

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