La Iglesia invita a la conversión tras el vídeo de C. Tangana

Estos «acontecimientos recientes» no son otros que la fuerte polémica que ha generado la difusión de último videoclip que el madrileño C. Tangana grabó en el interior de la catedral de Toledo junto a la argentina Nathy Peluso. Sensual vídeo de la canción titulada «Ateo» en la que ambos artistas demuestran cómo debe hacerse un «perreo» con música de bachata y reguetón con la sala capitular, la sacristía y el coro de la catedral como escenarios.

El deán de la catedral, Juan Miguel Ferrer, salió el pasado viernes en defensa de esta grabación –según algunas fuentes, la productora de C. Tangana pagó unos 30.000 euros al cabildo de la catedral por el alquiler del templo- indicando que «el vídeo presenta la historia de una conversión mediante el amor humano y la letra de la canción es precisa pues indica textualmente que yo era ateo pero ahora creo porque un milagro como tú ha tenido que bajar del cielo».

Horas más tarde, el arzobispo reaccionó asegurando desconocer la existencia de esa grabación, desaprobando las imágenes y pidiendo perdón a los files por un «uso indebido de un lugar sagrado».

Cuando la polémica comenzaba a apagarse, el arzobispo ha decidido celebrar un acto penitencial el próximo domingo a las 6 de la tarde en la propia catedral para la reparación de los pecados «que requiere este tiempo de gracia y renovación interior». A este acto ha convocado «a todas las parroquias, asociaciones, movimientos, sacerdotes, consagrados y laicos» para «comenzar juntos, en el misterio de comunión que es la Iglesia, este camino de fortalecimiento de nuestra identidad y misión: llevar a Jesucristo a todos los hombres con la alegría del Evangelio».

Todo ello tras el vídeo de «Ateo» en el que C. Tangana incluye versos como «Quiero hacerle religión a tu melena, a tu boca y a tu cara y que me perdone la Virgen de la Almudena las cosas que hago en tu cama» o «Me sacaste de la oscuridad. Somos un asunto de gravedad. Tú despiertas ese diablo mío que me roba toda espiritualidad. Ya no sé lo que me pasa. Ahora nada te reemplaza. Tu boca es como mi casa».