La catedral permanece en obras cuatro años y ocho meses después del aparatoso incendio que conmocionó al mundo. EFE

Cuenta atrás para Notre-Dame

8 de diciembre de 2024 ·

La joya del gótico en París reabrirá sus puertas a los fieles dentro de un año tras el devastador incendio sufrido en mayo de 2019

Sábado, 16 de diciembre 2023, 13:07

Notre-Dame vuelve a la vida, Tras el aparatoso incendio que sufrió el 15 de abril de 2019, la catedral de París reabrirá sus puertas dentro de un año. Será el 8 de diciembre de 2024, festividad de la Inmaculada Concepción, el mismo día elegido ... por el presidente Emmanuel Macron para relizar su última visita a las obras doce meses antes. La joya del gótico, testigo de la historia de la capital francesa, permanece cerrada al público cuatro años y ocho meses después del siniestro, rodeada por una valla con alambre de espino y fuertes medidas de seguridad.

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Un enjambre de arquitectos, ingenieros, obreros, artesanos y restauradores sigue trabajando a contrarreloj dentro y fuera de la catedral. El acceso al interior está restringido. En su visita al tajo, sólo Macron, un pequeño grupo de personas y obreros pudieron llegar hasta la nave y la aguja. Pero desde la terraza de un edificio colindante se puede ver más de cerca la buena marcha de los trabajos.

El presidente se había marcado el ambicioso objetivo de restaurar la catedral en cinco años, a tiempo para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024, que se disputarán entre los meses de julio y septiembre en la capital francesa, y lo verá cumplido, como el papa Francisco, que asistirá a la reapertura de la catedral al culto. El proyecto acumula, no obstante, un ligero retraso debido a la pandemia y a la descontaminación del plomo alrededor del templo tras el incendio. Además, el general Jean-Louis Georgelin, responsable del organismo público encargado de restaurar Notre-Dame, murió en agosto en un accidente de montaña, lo que supuso un duro golpe para su equipo.

La catedral no estará abierta al público durante las Olimpiadas, pero «gran parte de la aguja y de los techos serán bien visibles», anunció Philippe Jost, nuevo responsable de la restauración de la catedral, que antes del siniestro recibía de media 12 millones de visitantes al año. Las imágenes de Notre-Dame envuelta en llamas y del derrumbe de la aguja dieron la vuelta al mundo. Y, aunque sólo dos días después del incendio Macron se mostró partidario de dar «un toque arquitectónico contemporáneo» a este elemento, finalmente optó por una flecha idéntica a la que construyó el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc cuando reformó las instalaciones en el siglo XIX.

340 mecenas

y donantes han hecho posible la recuperación de la catedral, que quedará rematada en 2030

En la rehabilitación del templo se combinan métodos artesanales y tecnología punta. «Estamos contentos porque mantenemos los plazos», explicó Philippe Villeneuve, arquitecto en jefe de monumentos históricos, a pie de obra. En los últimos cuatro años, «ha habido momentos de estrés y de angustia», pero «adoro la catedral y estoy aquí para reconstruirla. Me da energía», admitió. Su mayor desafío: «terminar las obras a tiempo». «Las estructuras de madera de los dos brazos del crucero están terminadas. Las bóvedas de la nave y del coro, también. La restauración de los tres gabletes o piñones -norte, sur y oeste- está acabada y las estatuas monumentales de Cristo y Saint-Denis, restauradas en taller, han podido encontrar su lugar en lo alto de los gabletes sur y norte», indicaron los responsables de la obra.

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El armazón de madera o charpente de la catedral, conocido como 'el bosque' por la cantidad de árboles que hubo que cortar en la Edad Media para levantarlo, ha sido reconstruido según el diseño original tras talar un millar de robles procedentes de los bosques más prestigiosos de Francia. Su montaje está a punto de concluir. En el interior, ya han sido retirados casi todos los andamios de la nave y el coro. Mientras, continúan las excavaciones arqueológicas y se instala el cableado eléctrico con un avanzado sistema antincendios.

El gallo y 'la voz' del templo

Notre-Dame recupera poco a poco su silueta. La flecha, tallada en madera de roble en menos de un año en la región francesa de Lorena, se ha montado en ocho meses en el corazón de la catedral. Con el nombre del general Georgelin grabado como homenaje al hombre que dirigió su reconstrucción y aún rodeada de andamios, la aguja es otra vez visible en el cielo de París. La decisión de recubrirla con una capa de plomo, como la flecha de Viollet-le-Duc, ha desatado la polémica en Francia. Greenpeace y otros miembros de la Alianza Ecológica y Social han denunciado «el escándalo sanitario» que supone el uso de 400 toneladas de este elemento químico en las obras «cuando existen otras alternativas». La senadora ecologista Anne Souyris incluso ha pedido al Gobierno que suspenda los trabajos, ya que, advierte, el Estado no ha evaluado los riesgos del uso del plomo para la salud de los parisinos. «El plomo mata a cinco millones de personas cada año en el mundo. Instalarlo en pleno corazón de París es asumir la intoxicación de la población», denunció.

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Para los ecologistas cubrir la aguja con 400 toneladas de plomo constituye «un escándalo sanitario»

Tras ser bendecida, una nueva escultura de cobre del gallo coronará Notre-Dame a 96 metros altura. La anterior, de 1835, que fue encontrada entre los escombros un poco abollada pero con las reliquias que contenía intactas, será expuesta en el futuro museo que abrirá sus puertas en la Île de Cité. Por lo que se refiere al gran órgano sinfónico, la «voz de la catedral» desde 1733, fue retirado para la limpieza y restauración de sus 8.000 tubos y estará a punto para la esperada reapertura al culto. Las vidrieras y rosetones rescatados del fuego han sido restaurados y devueltos a su sitio. Para el resto, se convocará un concurso dirigido a artistas contemporáneos.

Una lluvia de millones cayó sobre Notre-Dame tras el incendio. Su restauración absorberá 700 de los 840 millones recaudados, y con el resto del dinero se cubrirán otros gastos, como la urbanización de las inmediaciones. Philippe Jost agradeció el apoyo de los 340.000 mecenas y donantes que hacen posible la recuperación de esta joya del gótico, que estará rematada en su totalidad para 2030.

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