Alejandra Martínez de Miguel y Titxu Vélez emocionaron a Nájera con 'Seguir bailando'

Antes de comenzar lo que se describió como un «baile entre las palabras y nuestras almas», el espectáculo 'Seguir bailando' se presentó como «un refugio en torno a la palabra» dentro de esos actos del 'Valle de la Lengua', donde las palabras toman un profundo significado y se sienten como «un abrazo entre los lectores y los libros». Un cálido abrazo que logró hacer olvidar al centenar de asistentes el frío de fuera, y que en más de una ocasión hizo saltar alguna que otra lágrima de emoción.

La guitarra de Titxu comenzó acompañando la poesía de Alejandra de tal forma que parecían una, las palabras sobre cuentos de hadas y princesas «rescatadas, sí, por un hombre» se fundían con las notas, algunas de ellas de reconocidas películas Disney, y todo desde la mirada feminista de «desaprender lo aprendido» para llegar a «salvarnos a nosotras mismas». Quedó claro que las artistas llevaban años realizando este proyecto juntas, por la compenetración, la pasión y la emoción que sentían la una por la otra cuando actuaban por separado. Una emoción que, cuando Titxu Vélez dejó la guitarra a un lado y recitó uno de sus poemas dedicados a su tierra, a Calahorra, invadió no solo a la artista, si no a todo el público que se identificó con esas palabras que hacían referencia a la tierra «donde el condicional nos condiciona» y que, como le ocurrió a la calagurritana, cuando estás lejos «no puedes evitar echar de menos».

'Seguir bailando' fue un espectáculo lleno de feminismo, pasión, connotación social, diversión y emoción a partes iguales, donde Alejandra homenajeó con sus versos al poeta y dramaturgo Federico García Lorca, y sus palabras, junto a la música y voz de Titxu, lograron embelesar a un público entregado que no dudó en acompañar con coros y palmas la actuación de las artistas, a las que ovacionó en el que fue «su momento».