«Ha sido tremendo». Con esas palabras se refiere el alcalde de Santo Domingo de la Calzada a la tormenta que ha caído sobre la localidad calceatense este miércoles.
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David Mena asegura que el episodio de agua y granizo ha causado numerosas incidencias y, sobre todo, muestra su preocupación por los daños que ha podido originar en el campo, con algunos cultivos que estaban ya en la antesala de su cosecha.
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Javier Albo/ Juan José Moral
«Ha caído como no se recuerda. Nos hemos asustado mucho», indica el regidor local, que no tiene constancia en estos momentos de daños personales pero si de muchas incidencias. La Policía Local no da abasto de llamadas, sobre todo por inundaciones como consecuencia de la saturación de los sumideros, incapaces de gestionar todo el agua caída en muy poco tiempo.
La calle Calvario o la carretera de Gallinero se han convertido en una enorme balsa, pero hay más repartidas por toda la ciudad.
«Aún es pronto para saberlo», indica el gerente de la cooperativa Garu, José Andrés Moneo, sobre los daños que el pedrisco ha podido ocasionar en el campo. «A ver que nos van contando nuestros socios», dice.
Parece que la tormenta ha descargado sobre todo en la zona de Santo Domingo de la Calzada y, lo que está claro es que allí donde haya caído piedra solo ha podido dejar consecuencias entre negativas y muy negativas, más esto último.
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La cosecha del guisante está en marcha y el cereal llegando a su punto álgido. El exceso de agua tampoco es nada bueno para los cultivos.
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