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La situación en el IES Valle del Cidacos de Calahorra, donde un grupo de alumnos y alumnas de primer curso del Grado Superior de Laboratorio ha denunciado vejaciones por parte de un profesor, sigue enquistada, una vez que las medidas tomadas por la Consejería de Educación para reconducir la situación y garantizar la enseñanza no están teniendo el efecto esperado. De hecho, la codocente que desde hace unos días imparte clases con el profesor denunciado, quien además es tutor del curso, solicitó ayer martes la baja médica.
Por el momento, y dado que este docente no puede impartir clase solo, la Consejería de Educación debe volver a contratar a otra persona, que posea la misma especialidad, para ejercer de codocente, siguiendo la lista de interinos. El profesor, según precisó ayer la Consejería de Educación, es funcionario de carrera, por lo que el procedimiento para poder apartarle de este instituto «lleva sus plazos». De momento se le ha abierto un expediente de remoción para cambiarle de puesto de trabajo, aunque éste se encuentra todavía en trámite de audiencia y el afectado tiene tiempo hasta el 31 de mayo para presentar alegaciones.
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«Después de tres días la codocente (que comenzó a trabajar el 15 de mayo) se ha tenido que coger la baja porque la situación le supera, lo que demuestra lo que están viviendo los alumnos durante todo el curso», asegura la madre de uno de ellos, que insiste en que Educación debería apartarlo de inmediato de la docencia. «Lo que están viviendo los alumnos es injusto y nadie garantiza sus derechos», sostiene.
Por otra parte, desde el propio instituto se aseguró a este periódico que «la situación está siendo muy complicada» por el ambiente «de crispación que existe». Pero sobre todo, los mayores perjudicados «son los chavales, que han perdido un curso entero», subrayan desde el centro.
El profesor denunciado, que ayer por la mañana mantuvo una reunión con el viceconsejero de Educación, según pudo conocer este periódico, tiene abierto el expediente de remoción por faltar al respeto y proferir insultos a sus alumnos y alumnas, con frases como que si las chicas se quedan embarazadas no pueden abortar, sino que «tienen que tener el hijo y dárselo a las monjas». También, les ha llamado «tontos» e incluso llegó a decir a un alumno que «si saltaba por la ventana le esperaba abajo para ver cómo caía». Realmente, «creo que lo que le pasa es un trastorno de la personalidad», aseguran compañeros consultados.
De manera paralela al expediente iniciado para cambiarle de puesto de trabajo, la Consejería de Educación ha solicitado la reelaboración del informe que inicialmente recibió sobre los hechos para poder abrir un expediente disciplinario contra este docente.
Sin embargo, el Partido Socialista, que el pasado 15 de mayo registró una pregunta en el Parlamento de La Rioja, solicitando información sobre esta cuestión, censuró ayer la «falta de diligencia» de Educación para abordar este «grave problema». «Entendemos que los expedientes punitivos requieren su tiempo y garantías, pero de ninguna manera se puede justificar esta dilación en el tiempo y, mucho menos, el calvario que estos alumnos están soportando», critica el PSOE en un comunicado.
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