Con la bota llena de agua y el paraguas en la mano

La lluvia impidió también que desfilase en la calle la comparsa de gigantes y cabezudos, aunque se mantuvo el homenaje que habían preparado para uno de sus portadores más jóvenes, Justo Sacristán, fallecido a los 27 años el pasado 24 de mayo. «Yo no he visto en mi vida a una persona con tantas pelotas como él», le recordaba su hermano Alfredo en la plaza de toros, donde la comparsa y representantes de otros colectivos de la ciudad a los que pertenecía, como la peña Riojana y el Grupo Paso Viviente, organizaron un pequeño acto en su memoria. Pese a haber atravesado varias enfermedades graves, Justo Sacristán no faltaba a su cita con los gigantes en fiestas, a los encierros como colaborador de lidia o a los desfiles de Mercafórum. «Para él, que siempre estaba ingresado o en casa en la habitación era muy importante estar en una asociación, porque le hacía sentirse útil», decía ayer su hermano, quien aprendió de él «a tener ganas de vivir por muchos palos que te dé la vida».

En la plaza de toros el mal tiempo provocó también que no se pudiese celebrar la degustación de huevos fritos con jamón que había preparado El Hambre. Igualmente, otras peñas tuvieron que cancelar algún acto de la mañana o cambiarlos de ubicación. La Riojana, por ejemplo, lo hizo con su primer concurso de migas, que decidieron trasladar al interior de su cuarto.

La lluvia trastocó además los planes de la peña Philips, que había organizado una nueva edición de su 'In Vino Veritas'. Un encuentro en la calle dedicado al vino riojano, en el que tomaron parte varias bodegas y se ofrecieron raciones de pan con tomate y jamón. La cita estaba programada en la plaza del Mercado, pero acabó cambiándose a los portales de la calle Grande.

Allí, los pequeño Marcos y Mario daban una verdadera lección de cómo beber de la bota, no vino sino de agua. «Me la compró mi madre y me dijo que la pusiera para arriba y empezase a tragar», contaba risueño Marcos, en la fila de la degustación de la peña decana de Calahorra junto a sus abuelos.

Las marionetas de Gorgorito y el concierto del grupo Morochos, organizado por la peña El Hambre, tampoco se salvaron de los cambios de escenario, en busca de lugares (el pabellón Europa y la plaza del Raso) en los que poder desarrollarse sin problemas en caso de que volviese la lluvia.

Las fiestas de Calahorra encaran hoy la recta final con una de las convocatorias más vistosas, como es la ofrenda floral a los patronos de la ciudad, los santos Emeterio y Celedonio. La cita tendrá lugar en el atrio de la catedral, a las 12.00 horas.