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Los arnedanos despertarán este sábado de nuevo mirando hacia el polígono El Raposal, hacia la base de la peña desde donde custodia su castillo milenario. Ahí está previsto que continúen los bomberos del CEIS-Rioja afanados en las labores de enfriamiento y extinción completa de ... la pesadilla que comenzó a las 2.00 de la madrugada del viernes al sábado. Sobre esa hora el humo advirtió del peligro. Comenzó un fuego virulento que devoró por completo la nave principal de producción de Calzados Fal, una de las empresas más emblemáticas e históricas de la ciudad del calzado, la fabricante, entre otras, de Chiruca, marca conocida en prácticamente todo el mundo.
El sereno que guarda la fábrica por las noches avistó ese humo a las 2.00 de la mañana. Pocos minutos después, uno de sus propietarios, Manolo Abad, llegaba. Con toda la impotencia, veía cómo el fuego en poco más de una hora devastaba una nave de 14.000 metros cuadrados y con casi 60 años de historia, de trabajo, de huella en miles de vecinos.
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Ernesto Pascual
El parque de Bomberos de Arnedo se encuentra a apenas 300 metros de la factoría, en la misma calle tras doblar una curva. Pese a su celeridad y dedicación, la voracidad del fuego impidió que frenaran su avance. Primero, Iberdrola tuvo que cortar el suministro eléctrico para evitar desgracias aún mayores en la mezcla de agua, fuego y electricidad. Después, dotaciones de los parques de Arnedo, Calahorra, Logroño y Nájera se volcaron con todos los medios a su disposición en apagar un fuego que encontraba alimento en pieles, cortes, gomas... Comenzó en la parte trasera de la nave y fue avanzando por toda. Alcanzaba alturas y temperaturas inabarcables. Una hora después de su inicio, había consumido toda la nave. Producción, toda la maquinaria, incluidas las tres máquinas de inyección de última tecnología, acopios de materiales en el almacén superior, oficinas... Lo devoró todo.
La primera claridad del viernes presentaba un paisaje desolador, el que ya hacían imaginar las llamas en la noche. Lo comprobaban las cientos de personas que se acercaban a las proximidades de Calzados Fal. Lo hacían la mayoría de los 130 trabajadores que ahí emplean sus dos líneas, Fal Seguridad y Chiruca. «No podemos hacer nada, más que abrazarnos y llorar juntos», contaba uno de ellos. «No podía creerlo, tenía que verlo», se resignaba un compañero con los ojos llorosos.
Frente a ellos, los bomberos continuaban enfriando la nave. Habían logrado que el fuego no saliese del perímetro de la nave, habían controlado las dos plantas y buscaban llegar al sótano, donde se guardaban la mayoría de las pieles. Por temor al colapso ante la ruina del interior, lo hacían con sus mangueras apuntando a las trampillas.
«¿Cómo ha podido ocurrir?», era la pregunta más repetida. Manolo Abad apretaba los labios, se encogía de hombros y guardaba silencio impotente. «Si hay una empresa que cuida de estar limpia, que pone especial énfasis en guardar todos los estándares y requisitos de seguridad es Fal», lamentaba un trabajador. «Es increíble que en media hora el fuego se lo haya llevado todo», suspiraba otro.
Fue una mañana de abrazos llenos de fuerza. Como la familia que presume ser Fal desde hace décadas, entre trabajadores, equipo directivo y propietario. Con su hermano Carlos de viaje desde la India, se multiplicaron con Manolo Abad. Se los estrecharon a lo largo de la eterna mañana el alcalde arnedano Javier García, el presidente del Gobierno de La Rioja, Gonzalo Capellán, la consejera de Economía, Innovación, Empresa y Trabajo Autónomo, Belinda León, la delegada del Gobierno de España en La Rioja, Beatriz Arraiz... Y también un buen puñado de empresarios del sector, que mostraban su solidaridad y se ponían a disposición en lo que pudieran hacer, enarbolando la bandera de unión que siempre caracteriza a Arnedo. Agradecido, Abad ponderó la labor y esfuerzo de los servicios de extinción.
«Trasladamos un mensaje de ánimo y apoyo a todas las familias afectadas. Las administraciones nos coordinaremos para que puedan ponerse en marcha cuanto antes. Este territorio lo necesita –afirmó Belinda León–. Vamos a estudiar qué mecanismos se pueden poner en marcha, porque afecta a trabajadores, a la propiedad... Hay que analizar cómo se queda todo y lo más importante es que tengamos esa disposición de colaboración, de apoyo y de sacarlo adelante entre todos». «Se tienen que poner en marcha todos los elementos de protección social para los trabajadores y todas las ayudas posibles que las administraciones podamos disponer para que Calzados Fal se levante cuanto antes», expresó el alcalde arnedano.
Con el cambio del viento a lo largo de la mañana, otra preocupación se extendió por la ciudad y la comarca: las autoridades recomendaron cerrar ventanas y que las personas con afecciones respiratorias ponderaran su protección frente a un humo que llevaba parte de elementos tóxicos.
Todo Arnedo coincide en que Calzados Fal es una empresa ejemplar, con un sentido y una identidad familiar inculcada desde sus orígenes. En sus instalaciones hay arnedanos que han trabajado más de 40 años hasta jubilarse, se han conocido quienes luego pasaron por el altar, comparten padres e hijos... Como familia que son, todos acudieron durante la fría, húmeda y lluviosa mañana a abrazarse, a compartir juntos el dolor.
Lágrimas, abrazos antes de cruzarlos de rabia, muchos silencios. Y una impotencia absoluta mientras veían el humo que surgía de una factoría consumida. Muchos se asomaban con miedo a un abismo: apretaban los labios quienes están a unos pocos años para jubilarse, jóvenes que acaban de meterse en una hipoteca, matrimonios que pensaban en sus hijos.
Tras la fría madrugada, abría un bar próximo. Silencios, susurros. Era el bar más silencioso del mundo en ese momento. Pero con el calor del café surgía la esperanza. «Hay que resurgir de las cenizas y seguir hacia delante -asentía un comercial de Fal-. Desde el minuto 1, los dueños ya están pensando en seguir, en volver al mercado. Los empresarios de Arnedo se han ofrecido en echar una mano y creo que esto va a seguir adelante». Lo desean empleados, sus familias y todas las empresas auxiliares que trabajan con Fal.
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