«Si esto no se arregla, ¡huelga!»

«Si esto no se arregla, ¡caña, caña, caña!». Fue otro de los diversos lemas lanzados en la manifestación que recorrió el centro de Arnedo convocada por los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT) para reclamar a las empresas un acuerdo que ya tarda ocho meses de reuniones y desencuentros para el convenio estatal. La última sin éxito, este miércoles, ante el arbitraje del SIMA (Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje FSP), dependiente del Ministerio de Trabajo y Economía Social.

«Por un convenio justo», gritaban los participantes al echar a andar la manifestación en la Puerta Munillo. Ahí se acercaban miembros del gobierno local, como el alcalde Javier García.

«Reclamamos al empresariado del calzado que deje de hacer propuestas en la mesa de negociación que supongan pérdida del poder adquisitivo para los profesionales con una alta cualificación que han conseguido que los productos que fabrican tengan un reconocimiento internacional considerable… Pero nadie les ve. Nadie reconoce su trabajo», compartieron CCOO y UGT en la manifestación al comunicar la convocatoria a huelga sectorial para el 1 de diciembre. Junto a la comarca de Arnedo, están llamados los trabajadores de Fuensalida (Toledo), Almansa (Albacete) y de la provincia de Alicante.

Evitar la pérdida de poder adquisitivo es la línea roja de los sindicatos, que lamentan que la patronal fijara como máxima la oferta planteada la pasada semana y no admitiese la invitación del SIMA a una nueva reunión de mediación este lunes o martes. Por su parte, en posturas enfrentadas similares, la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE), de la que forma parte la Asociación de Industrias del Calzado y Conexas de La Rioja (AICCOR), lamentaba que «no ha sido posible llegar a un acuerdo, previo a la huelga, ante la postura inamovible adoptada por parte de la representación de los trabajadores». Ante la falta de acuerdo, FICE compartía un escueto comunicado: «Transcurrido prácticamente un año desde el inicio de la negociación (en marzo), la patronal espera que los sindicatos flexibilicen su postura en pro de un futuro acuerdo».

Mientras ambas partes exhiben líneas irrenunciables y esperan a que la otra dé algún signo de renuncia, unas 800 personas marcharon bajo la pancarta de 'Salario o conflicto'. Una manifestación que partió y regresó a la Puerta Munillo tras recorrer parte de Paseo Constitución, Santo Domingo, República Argentina y Libertad.

Además de la petición del incremento salarial con cláusula que garantice el poder adquisitivo, los sindicatos volvieron a recordar sus otras demandas: reducir 12 horas la jornada anual, una de las más altas de la industria; contemplar el 100% el primer día de baja por incapacidad temporal y quitar el tope a partir del cuarto mes; aumentar el plus de distancia; incrementar la primera y segunda hora de flexibilidad y regular el contrato fijo discontinuo.