Un eco recorrió las calles de Alfaro en el amanecer de este jueves. «Eres estrella luciente, eres de la eternidad», entonaban a coro decenas de vecinos antes de que la luz se abriese paso en la jornada. Al son de guitarras y acordeón, apretaban ... voces para clamar, tras el sonido de la campanilla, «Virgen del Burgo, divina, sé siempre nuestra abogada».
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Eran las frases que repartían por las calles de la ciudad riojabajeña las decenas de personas participantes en la tradicional Aurora que partió a las 5 de la mañana desde su iglesia y que, con distintas paradas en varias calles, anunciaba que era su día, el día de la patrona de los alfareños, la Virgen del Burgo. El día grande de las fiestas con las que le honran los alfareños, las terceras y últimas en su calendario anual.
Fiestas del Burgo de Alfaro
Ernesto Pascual
Ernesto Pascual
Tras la solemnidad de la religión y la tradición, la mañana fue avanzando tranquila, festiva en la ciudad. La primera cita esperaba a las 11.30 horas con el primer encierro de reses bravas por el trazado que ensarta las calles Tejerías, Tudela y Transmuro. Cruces, recovecos y esquinas le dan emoción al recorrido. Con una mañana soleada que se vestía cada vez más veraniega, el público de todas las edades llenó las defensas. Quites, llamadas... algún valiente a la carrera y al recorte. Y algún susto, pero sin más incidencias.
A su conclusión tras hora y media de suelta, a escasos minutos de las 13 horas, las terrazas de la calle Tudela se llenaban. Una característica de estas fiestas es que trasladan la mayor parte de sus actos al barrio de la patrona, escenario al que apenas llegan las de San Isidro o las patronales de agosto.
Tras un vermú largo, comida en cuadrilla o familia y reposo, esas enrevesadas y angostas calles se llenaban a media tarde de otra emoción: la del encierro de toros hinchables para los pequeños. Después del éxito cosechado hace unas semanas en las de San Roque y San Ezequiel, la cita volvió a congregar a decenas de familias con la algarabía, nervios y alegría de los pequeños.
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Tras ese bullicio, regresó al atardecer la solemnidad. Después de toda una jornada vistiéndose con la ofrenda floral, los alfareños llevaron en procesión a la virgen del Burgo desde su iglesia a la colegiata de San Miguel, donde le acompañaron en la eucaristía por su festividad.
Tras esas honras, no hubo más actos oficiales pues este viernes es 'día de escuela'. Y nunca mejor dicho. Tras la festividad local de este jueves, los alumnos regresan a clase en la ciudad tras las vacaciones veraniegas. Por ello, las citas festivas se trasladan a la tarde, con encierro de toros hinchables de 19 a 20 horas y con el festival de grupos alfareños en el Trinquete desde las 19 con Hurricane, Mil Córdobas, Anea, Los Chicos del Coro, En Ay y J&D.
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