Alfaro celebra a su patrona

Con los sonidos heredados de la tradición y con la algarabía propia de la alegría de los más jóvenes han comenzado este miércoles por la noche las fiestas del Burgo, las terceras y últimas del calendario alfareño dedicadas a su patrona.

A diferencia de las de mayo por San Isidro y las de agosto por San Roque y San Ezequiel, estas fiestas por Nuestra Señora del Burgo se han iniciado sin estallido del cohete anunciador. Lo hicieron como ocurría también antes de la pandemia, con la transición de una jornada laboral hacia el disfrute en una terraza con la cuadrilla de amigos o la familia y la asistencia a los primeros actos en agenda.

Con menos citas en el programa oficial respecto a las otras dos fiestas alfareñas, los encargados de abrirlo fueron los integrantes de la Asociación Amigos de la Jota desde el escenario del Trinquete. Porque, como es característico en estas fechas, la mayoría de los actos y el ambiente se trasladan a los barrios del Burgo.

A unos metros, en la plaza Esperanza, decenas de niños y adolescentes compartieron la 'Vaya nochecita', la gincana de juegos y pruebas que, de la mano de clubes y asociaciones, muestran un ocio sano, participativo y sin pantallas a la chavalería.

Los alfareños despertarán este jueves al día grande por su patrona. La Aurora a las 5 de la mañana habrá sido la primera cita antes de acudir a las 20 horas a su misa y procesión. Antes, a mediodía, primer encierro de reses bravas.