«Las matemáticas van a ayudar a comprender el comportamiento colectivo humano»

A Luis Vega (Madrid, 1960), la concesión del Premio Nacional Julio Rey Pastor en el área de Matemáticas y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones le ha pillado en Providence (EE UU). Está allí en una estancia en el Instituto de Investigación Computacional y Experimental en Matemáticas de la Universidad de Brown. Catedrático de la UPV/EHU e investigador del Basque Center for Applied Mathematics (BCAM), del que fue director entre 2013 y 2019, ha merecido la distinción por «la excelencia de su labor investigadora y sus aplicaciones al estudio del análisis armónico para ecuaciones diferenciales dispersivas».

- ¿Cómo se enteró de que le habían dado el premio nacional?

- Mi mujer y yo habíamos pasado el fin de semana en Nueva York y, cuando el lunes por la mañana volvíamos en tren a Providence, me llamó la ministra Diana Morant para decírmelo. Algo me olía, porque sabía que habían llamado al BCAM para ver cómo podían contactar conmigo, pero hasta el final nunca se sabe.

- ¿Qué sintió?

- Una gran alegría. Algo parecido a cuando recibí el Premio Euskadi de Investigación. Aquello fue una sorpresa total. Estaba en Edimburgo en un seminario, cogí el teléfono y me encontré con la consejera Cristina Uriarte.

- Parece que los premios siempre le pillan fuera.

- Para los investigadores, es fundamental salir al extranjero. En nuestro país se ha avanzado mucho científicamente, pero el aire que corre no es tan fresco como en muchos sitios de EE UU. La investigación es muy obsesiva. Tienes que ser muy obstinado, pero eso hace que puedas entrar en un callejón sin salida o en un torbellino. Necesitas salir de tus obsesiones. Que, por ejemplo, alguien haga una pregunta que te saque de tu ensimismamiento.

- ¿Cuál es la obsesión de Luis Vega?

- (Risas). Ha habido ya unas cuentas, pero ahora mismo es la turbulencia. Se está avanzando mucho, están empezando a encajar piezas en diferentes sitios y flota en el ambiente la idea de que algo interesante va a ocurrir. Lo que no sabemos es qué.

- ¿Qué son las turbulencias?

- Turbulencia es un concepto muy difícil de definir matemáticamente, pero en el lenguaje común está claro lo que es. Las hay en muchos fenómenos físicos y sociales. En las alas de los aviones, por ejemplo, se ha añadido ahora un dispositivo porque así la turbulencia que genera la punta del ala es menor. Esa turbulencia hace que tengas que gastar más combustible, al crear un contraflujo. Si entiendes la dinámica de la turbulencia, puedes encontrar maneras de que sean más eficientes aviones, coches, trenes... todo lo que se mueve en un fluido.

- En nuestras casas, ¿dónde hay ejemplos de esa eficiencia?

- Por ejemplo, en los sistemas de aire acondicionado o secadores de pelo de Dyson. Un ingeniero entendió uno de los mecanismos básicos, cambió la tecnología, la hizo más eficiente y ahí están, en la Quinta Avenida con un escaparate impresionante.

- ¿Cuántos años lleva dedicado a las turbulencias?

- Empecé a interesarme a finales de los 90 cuando, en una conferencia en Sapporo, conocí la existencia de una conexión entre los 'hilos de torbellino' -los anillos de humo que genera uno expulsando humo por la boca- y la ecuación de Schrödinger, la que tiene que ver con la mecánica cuántica. El anillo de humo es una de las estructuras más básicas de la turbulencia, porque es una especie de minitornado. Me pareció muy interesante y, con dos colegas, escribí el primer artículo sobre el tema en 2001.

- ¿Qué le llevó a estudiar Matemáticas?

- Vengo de una familia de ingenieros, siempre he pensado que las matemáticas son la llave del conocimiento, y en eso estoy.

- Tiene trabajo para rato...

- El siglo XXI se planteaba como el siglo de las matemáticas en la biología y en parte lo es. Pero yo creo que va a ser el de las matemáticas en las ciencias sociales y económicas, donde su impacto es cada vez mayor e imparable. Las matemáticas van a ayudar a comprender el comportamiento colectivo humano, que puede ser, en gran medida, muy parecido al comportamiento colectivo de pájaros o delfines. Las matemáticas -con el apoyo crucial de los científicos sociales, los economistas, los médicos...- tienen mucho que aportar a la hora de comprender fenómenos sociales que no entendemos y saber los riesgos que podemos estar corriendo.

- ¿Cómo ve las matemáticas en España?

- El avance ha sido abrumador desde 1977. Mi generación ha sido la primera en España cuya investigación ha sido financiada de principio a fin. En mi caso, por el Gobierno central, el vasco y la Unión Europea. Los efectos para bien son claros, pero la competencia es muy grande.

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