Los científicos más relevantes de la UPV/EHU

Noventa y dos investigadores de la Universidad del País Vasco están entre los científicos más influyentes del mundo, según la prestigiosa Universidad de Stanford. Su 'Clasificación de los científicos del mundo', que se centra en el 2% más importante -190.000 de los casi 8 millones que hay-, incluye este año a 81 de la UPV/EHU entre los más citados en 2020 y a 59 -48 de ellos repetidos- entre los más citados entre 1996 y 2020. «Tener casi un centenar de investigadores en esa lista es algo como para estar orgullosos. Cuantitativamente eso es muy importante, pero también lo es, desde el punto de vista cualitativo, que tengamos representantes de muchas áreas del conocimiento. Esto último ya lo vimos en el 'ranking' de Shanghái», destaca la rectora, Eva Ferreira.

En ciencia, la influencia se mide por la producción -los artículos publicados en revistas con revisión por pares- y las veces que se citan esos trabajos. La clasificación de la Universidad de Stanford se basa en información de la base de referencias bibliográfica Scopus y tiene en cuenta la importancia de la revista en la que ha aparecido el artículo, las veces que ha sido citado por otros investigadores y otros factores. Los 92 científicos de la universidad pública vasca trabajan en 37 áreas del conocimiento, desde la lingüística hasta la ciencia de los alimentos, pasando por la oncología y la inteligencia artificial. «Estar en este 'ranking' está muy bien, pero hay gente muy buena en su área que no está. Eso se debe a la proyección que tienen las diferentes áreas», apunta la rectora, quien cree que estamos ante «un indicador más» que apunta a que la UPV/EHU lo está haciendo «cada vez mejor».

Los diez primeros clasificados por citas entre 1996 y 2020 son el biofísico Félix Goñi, el fisiólogo Iñigo Mujika, el químico Vadim A. Soloshonok, el físico Konstantin Y. Guslienko, la química María Dolores Guillén, el químico Claudio Palomo, el ingeniero químico Martin Olazar, el químico Humberto González-Díaz, la oncóloga Marta Sánchez-Carbayo y el ecólogo Peter B. Pearman. Entre los diez más citados el año pasado, además de cuatro de los anteriores -Mujica, Olazar, Goñi y Guillén-, están la lingüista Jasone Cenoz, el economista Iñaki Heras-Saizarbitoria, el lingüista Durk Gorter, la psicóloga Maite Garaigordobil, el lingüista David Lasagabaster y el químico Teófilo Rojo.

«¡Todo esto es numerología!», dijo ayer a este periódico entre risas Félix Goñi (San Sebastián, 1951), que se estrenó en septiembre como catedrático emérito de Bioquímica y Biología Molecular. «Con otra combinación numerológica, el resultado hubiera sido muy distinto», afirma este pionero de la biofísica, disciplina que estudia la biología con los métodos de la física. Goñi aparece en las dos listas: es el primero en la de investigadores veteranos y el cuarto en la correspondiente a 2020.

«La ciencia es mi gran pasión. Yo quería ser emérito para seguir haciendo ciencia. Me divierte y me entretiene muchísimo diseñar experimentos y ver los resultados. Yo lo veo como un 'hobby'. Como dijo un colega en un congreso: ¿cómo se jubila uno de un 'hobby'?», se pregunta un científico que ha presidido la Sociedad de Biofísica de España (1994-1998) y la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (2016-2019), entre otras instituciones. «Una cosa que siempre he hecho ha sido lo que me ha dado la gana. Ya lo decía mi madre. Afortunadamente, lo que me ha dado la gana es una actividad relativamente inocua, como la investigación».

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