El próximo vuelo del supercohete de Musk probará el 'Mechazilla', la gigantesca garra para atraparlo en el aire

El quinto vuelo de prueba del colosal cohete, previsto para finales de agosto o principios de septiembre, probará el llamado 'Mechazilla', un enorme brazo robótico que debería 'cazar al vuelo' la parte propulsora de la nave. Conocido como 'Superheavy', mide 71 metros -el cohete en conjunto alcanza los 120 y llegará a los 150 en futuras versiones- y cuenta con 33 motores con una potencia total de 4.300 toneladas de empuje. La idea es que una vez que se separe de la parte donde irán la carga y la tripulación -la Starship propiamente dicha; por extensión se llama así a todo el ingenio-, el 'booster' pierda altura de forma controlada hasta regresar a la rampa de lanzamiento. Allí le esperaría la colosal garra metálica para dejarlo listo con vistas a su próximo despegue. Está previsto que el proceso dure una hora y permitirá que el cohete no deba contar con patas para aterrizar, lo que aligerará su peso. «Hay un 50% de posibilidades de que funcione», ha reconocido el propio multimillonario.

En el último ensayo, que tuvo lugar el pasado 6 de junio, el propulsor amerizó suavemente sobre el Golfo de México, de forma similar a como hacen los Falcon 9 que ponen en órbita los satélites de la compañía. En este caso, aterrizan en una especie de barcazas situadas en el océano. Por su parte, la Starship sobrevivió por primera vez a la reentrada en la atmósfera gracias a que su escudo térmico soportó los casi 3.000 grados que se alcanzan en la maniobra.

Cada vez que uno de estos cohetes regresa a la base de lanzamiento, se produce lo que los expertos llaman estampidos sónicos. «Es un ruido breve, parecido a un trueno, que una persona en tierra escucha cuando una aeronave u otro objeto viaja más rápido que la velocidad del sonido. A medida que un objeto que se mueve rápidamente viaja por el aire, empuja este hacia un lado y crea una onda de presión que finalmente llega al suelo. El cambio en la presión del aire asociado con un estampido sónico, conocido como sobrepresión, puede experimentarlo una persona al bajar varios pisos en un ascensor. Lo que hace audibles los estampidos sónicos es la rápida velocidad a la que se produce el cambio de presión», explica Space X en su página web.

Estos 'booms' se dejan sentir con especial intensidad justo debajo del cohete, como ya ocurre con los mencionados Falcon 9 y sucedía con los transbordadores espaciales. En el caso de la Starship, Space X estima que el estallido será más potente, pero «no representa ningún riesgo de lesiones para quienes se encuentren en las zonas circundantes».

La Starship es clave en los planes de regreso a la Luna. Según los planes de la NASA, una versión de esta será la encargada de transportar a los astronautas desde la órbita lunar hasta su superficie y llevarlos de vuelta a la cápsula Orion para emprender el regreso a la Tierra. Más adelante será clave en el salto a Marte, previsto por la agencia espacial estadounidense para 2040 y por Musk para dentro solo de una década.