«Con el telescopio James Webb esperamos ver un Universo muy bebé»
Macarena García Marín, astrofísica de la Agencia Espacial Europea (ESA) ·
«Todos queremos encontrar algo único, inesperado», dice la científica canaria, que lidera enBaltimore el equipo del instrumento europeo MIRI
Luis Alfonso Gámez
Jueves, 23 de diciembre 2021
El nuevo telescopio espacial retrocederá en el tiempo más allá que el Hubble. «Con el James Webb espero ver un Universo muy bebé», asegura Macarena García Marín (Santa Cruz de Tenerife, 1972). Científica de la ESA, seguirá mañana el lanzamiento del observatorio desde el Instituto Científico del Telescopio Espacial, en Baltimore (Estados Unidos). Allí lidera el equipo del Instrumento de Infrarrojo Medio (MIRI), uno de los cuatro del James Webb. Astrofísica, García Marín comenzó, en 2008 en Alemania, a trabajar en el grupo de pruebas de MIRI, un instrumento europeo, y desde 2015 forma parte del equipo científico y de operaciones de la ESA para el telescopio espacial. Cuando este ascienda el sábado al cielo desde el espaciopuerto de Kurú, en la Guayana Francesa, comenzará para ella «lo más interesante».
– ¿Qué espera la comunidad científica del James Webb?
– Grandes cosas. Que pueda observar las primeras galaxias y estrellas, la evolución de las galaxias desde hace 13.500 millones de años, ver las atmósferas de planetas, entender mejor los agujeros negros y la materia oscura...
– Lo más impresionante será ver el Universo como era hace 13.500 millones de años, ¿no?
– El Hubble retrocedió en el tiempo hasta hace 12.500 millones de años. El James Webb irá mucho más atrás. Yo suelo decir que el Hubble vio el Universo cuando era un adolescente y el James Webb lo verá cuando era un bebé.
– ¿Cómo creen los científicos que era el Universo bebé?
– ¡Quién sabe! Yo te puedo decir lo que yo creo. Las galaxias más antiguas que hemos visto con el Hubble eran como muy brumosas, muy desordenadas. Yo espero encontrar cosas todavía un poco más desorganizadas y con elementos químicos diferentes. Pero la gracia de esto es que, si preguntas a la mayoría de los astrofísicos, lo que quieren es encontrar algo sorprendente, inesperado.
– ¿Inesperado?
– Sí. Algo que no encaje con las ideas preconcebidas que tenemos de lo que vamos a observar. Eso siempre lo hace todo mucho más interesante porque tienes que revisar tus ideas, pensar más allá... Ese proceso es el que a mí me fascina. Pero yo lo que espero es ver un Universo muy bebé y un poquito más desordenado.
– Pero lo mejor serán las sorpresas...
– Hay dos aspectos en esta misión. El James Webb tiene un espejo muy grande y eso significa que va a obtener imágenes con mucho detalle. Por ejemplo, una zona del Universo que ahora vemos como un punto vamos a verla como un cúmulo de estrellas. Eso por un lado. Pero, a la vez, lo que todos queremos es encontrar algo único y sorprendente.
Vida en otros mundos
– El Hubble ya revolucionó nuestra visión del Cosmos.
– Sí. Una de las cosas más increíbles fue el llamado Campo Profundo del Hubble. Básicamente, apuntaron el telescopio hacia una zona donde no se veía nada, la observaron durante muchísimas horas y detectaron la luz de muchísimas galaxias. En una zona del cielo donde no veíamos nada, había miles y miles de galaxias de muchas edades y composiciones diferentes. Las más antiguas, de hace 12.500 millones de años. Ahora lo que queremos es ir todavía más atrás.
– ¿En qué área sospecha que serán más importantes las observaciones del James Webb?
– Creo que en el estudio de exoplanetas. Nos va a dar la capacidas de estudiar la composición de sus atmósferas. Hay mucho interés en estudiar con detalle planetas que están en las zonas habitables de sus estrellas, mundos que pueden tener agua líquida en la superficie. Como sabemos, el agua es precursora de la vida... Creo que el James Webb va a dar muchas respuestas en lo que se refiere a las atmósferas de planetas.
– ¿Nos va a decir si hay atmósferas compatibles con la vida?
– Sí.
– ¿Nos dirá si hay vida en un planeta?
– Esa es un pregunta muy grande. Indicadores y precursores de la vida, creo que sí, pero algo que te permita decir con total seguridad que hay vida... ¡Ojalá pudiera! Es la ilusión que tenemos todos. Pero...
– El Hubble está a unos 500 kilómetros. El James Webb se alejará hasta 1,5 millones de kilómetros. ¿Por qué tiene que ir tan lejos?
– L2 es un punto ideal porque un objeto que lo orbita gira con la Tierra y el Sol. Eso permite dos cosas: que el parasol proteja siempre el espejo y los instrumentos y que el panel solar reciba la luz del Sol para proporcionar energía al observatorio. Todos los instrumentos del James Webb observan el Universo en el infrarrojo, un rango del espectro muy sensible a la temperatura. Está tan lejos porque así no recibe tanto calor del Sol. Estar tan lejos y bloquear con el parasol la luz del Sol permite que los instrumentos sean sensibles al Universo que tienen delante.
Un mes muy complicado
– ¿Usted lo pasará peor en el despegue o durante el mes de viaje y despliegue?
– Para mí, el lanzamiento será un momento muy intenso, aunque estoy segura de que va a ir muy bien. El mes de viaje y despliegue va a ser de muchísimo trabajo y con muchos momentos muy delicados. Serán treinta días al borde del abismo, como dice un vídeo de la NASA (risas).
– Ha costado más de 9.600 millones de dólares. Hay mucha gente que no entiende ese gasto.
– Misiones científicas como esta contribuyen al avance de la tecnología y del conocimieno del Universo. Todos esos millones se han invertido en desarrollo industrial y en puestos de trabajo en Europa, Estados Unidos y Canadá. Hablamos de más de veinte años de desarrollo tecnológico, puestos de trabajo y llevar más allá los límites de lo posible para responder a grandes preguntas como de dónde viene la vida, cómo ha evolucionado el Universo, cómo hemos llegado hasta aquí...
– El Hubble sigue dando alegrías a los científicos después de 30 años...
– ¡Como un campeón! Y todavía le queda... Esperamos que el James Webb dure como mínimo cinco años y muy posiblemente diez. No va a durar tanto como el Hubble, al que, cuando hizo falta, se mandaron astronautas para repararlo y actualizar instrumentos. Lo que limitará su vida es que el combustible se le acabará.
– Se suele decir que elJames Webb es el sucesor del Hubble. ¿Se está trabajando ya en el siguiente observatorio espacial?
– Sí. Estos telescopios requieren de muchísimos años de trabajo. Del James Webb se empezó a hablar antes de que se lanzara el Hubble en 1990. El sucesor del James Webb se llama Luvoir. Será más grande y observará el Universo en el ultravioleta, el visible y el infrarrojo. Y lo hará desde el mismo sitio que el James Web.
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