Secciones
Servicios
Destacamos
Tras cuatro años de retrasos, el supercohete de Jeff Bezos tendrá que seguir esperando para despegar. El New Glenn -bautizado así por el astronauta John Glenn, el primer norteamericano en órbita y uno de los más veteranos en viajar al espacio-, tenía previsto despegar esta ... mañana desde Cabo Cañaveral a las siete de la mañana. Tras sucesivos aplazamientos en la cuenta atrás, sobre las 9.15 horas se ha confirmado la cancelación. La razón, un problema técnico: «Hoy hemos cancelado el intento de lanzamiento para solucionar un problema en un subsistema del vehículo que nos llevará más allá de nuestra ventana de lanzamiento. Estamos analizando las oportunidades para nuestro próximo intento de lanzamiento», ha explicado Blue Origin, la empresa espacial del magnate de la distribución, en sus redes sociales. El nuevo cohete pretende hacer la competencia a Space X, la empresa de Elon Musk que monopoliza la nueva carrera espacial.
We’re standing down on today’s launch attempt to troubleshoot a vehicle subsystem issue that will take us beyond our launch window. We’re reviewing opportunities for our next launch attempt.
— Blue Origin (@blueorigin) January 13, 2025
El artilugio es otro ejemplo más de la nueva generación de cohetes gigantes como la Starship, del citado Musk, o el SLS, de la Nasa. Alcanza los 98 metros de altura -el equivalente a un edificio de 30 pisos-, tiene un diámetro de siete metros y es capaz de elevar hasta 45 toneladas de carga, lo mismo que unos 20 camiones. Como buena parte de lanzadores, una de sus características fundamentales es que es reutilizable. En su caso, la primera etapa, la propulsora, diseñada para un mínimo de 25 misiones. Con ello se consigue un notable ahorro de gasto en un sector que exige enormes inversiones de dinero.
New Glenn’s inaugural mission is targeting January 13. Our three-hour launch window opens Monday at 1 a.m. EST (0600 UTC).
— Blue Origin (@blueorigin) January 12, 2025
Join us here for the webcast hosted by Ariane Cornell and Denisse Aranda beginning an hour before launch! pic.twitter.com/SkuvkZ3m8s
El objetivo de la misión es «alcanzar la órbita terrestre. Cualquier cosa más allá de eso es la guinda del pastel. Sabemos que aterrizar el cohete en nuestro primer intento en alta mar en el Atlántico es ambicioso, pero vamos a por ello. No importa lo que suceda, aprenderemos, perfeccionaremos y aplicaremos ese conocimiento en nuestro próximo lanzamiento», decía Blue Origin antes de la cancelación. Según el plan de vuelo, el artilugio se debía alejar un máximo de 19.000 kilómetros de nuestro planeta.
Respecto al aterrizaje de la parte propulsora, se esperaba que amerizara en una plataforma marítima -llamada Jacklyn en honor a la madre de Bezos- minutos después del lanzamiento. Este amerizaje es el que precisamente aplazó hasta en dos ocasiones el lanzamiento a este lunes cuando estaba previsto para el viernes. Blue Origin cuenta con experiencia en esta maniobra gracias al cohete New Shephard, en el que el propio magnate ha viajado al espacio.
Noticia relacionada
Jon Garay
En la parte superior del impulsor se encuentra una segunda etapa -en el futuro se planea hacer también reutilizable- que incluye una bahía de carga protegida por un cono que albergará tecnología experimental para esta misión.
«Estamos entusiasmados por demostrar las operaciones espaciales avanzadas de Blue Ring en la misión inaugural de New Glenn», afirmó Paul Ebertz, vicepresidente sénior de sistemas espaciales de Blue Origin. «Blue Ring desempeña un papel fundamental en la construcción de un camino hacia el espacio y esta misión es un primer paso importante para Blue Ring y permite operaciones dinámicas y receptivas que beneficiarán enormemente a nuestra nación». El New Glenn está impulsado por siete motores BE-4 , el motor de combustión por etapas rico en oxígeno y el gas natural licuado «más potente que jamás haya volado», según subraya Blue Origin. En la sala de control del lanzamiento se encuentra Jared Isaacman, el hombre elegido por Donald Trump para dirigir la Nasa. Isaacman protagonizó el año pasado el primer paseo espacial privado de la historia.
El New Glenn tiene como objetivo plantear competencia al cuasi monopolio espacial de Space X, la compañía de Elon Musk. Los datos hablan por sí solos: a lo largo del año pasado solo una decena de los 145 lanzamientos estadounidenses no corrieron a cargo de Musk. A nivel mundial, sus cohetes Falcon acapararon el 52% de los despegues.
La rivalidad estelar entre los dos hombres más ricos del mundo -la fortuna acumulada entre ambos supera los 600.000 millones de dólares- arrancó en el año 2000. Fue entonces cuando el fundador de Amazon puso la primera piedra de Blue Origin. La respuesta de la actual mano derecha de Donald Trump llegó dos años después. A partir de entonces, la disputa entre ambos no admite comparación, con Musk convertido en dueño y señor de la nueva carrera espacial.
Para esta misma semana -todo apunta a este miércoles por la noche- está previsto el séptimo lanzamiento de la Starship, el cohete más grande y potente jamás construido. El artilugio estrena una nueva versión que lo eleva hasta los 124 metros -hasta ahora alcanzaba 121 metros-. A este se le suma una doble misión lunar, impulsadas por la norteamericana Firefly y la japonesa ispace. Ambas partirán el miércoles desde un mismo cohete Falcon 9.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.