La web, de punta a punta

Luciano es argentino. Noemí, riojana. Él ha trabajado en Buenos Aires, Madrid y Barcelona. Por su parte, ella ha desarrollado toda su actividad profesional en La Rioja, principalmente en la web de este diario. Son dos perfiles diferentes que han coincidido ahora para trabajar codo con codo (de manera literal) para seguir impulsando la web. Noemí comenzó en 2000 cuando larioja.com tenía apenas tres años de vida. «Me pareció una gran oportunidad. Internet era algo innovador y fascinante. Todo un mundo por descubrir y un medio para el que la universidad no nos había preparado demasiado, ya que los estudios estaban más bien enfocados a la televisión, la radio y la prensa escrita. Tuve que formarme posteriormente por mi cuenta en programas de diseño gráfico, como la mayoría de los periodistas de mi generación».

De esos primeros tiempos recuerda que «al principio el equipo web estaba más orientado al entretenimiento que a la información que se publicaba con un automatismo. Nos dedicábamos a idear y ejecutar proyectos nuevos continuamente: canales informativos, webs de ocio, de música, concursos, juegos interactivos... Aquella primera etapa fue muy enriquecedora, porque hacíamos cosas nuevas a diario. Con el tiempo, la web fue orientándose más a la información, hasta convertirse en el gran medio de comunicación que es ahora».

Durante estos años, el equipo ha ido cambiando. «En tanto tiempo, hemos compartido muchas jornadas con becarios y compañeros jóvenes nativos digitales, y todos y cada uno de ellos han dejado aquí su huella particular. Seguro que nosotros les enseñamos muchas cosas, pero también aprendimos otras muchas gracias a ellos, sobre todo en cuestión de manejo de redes sociales y sobre su forma de comunicarse».

En cuanto a momentos clave de la web, tanto en la producción como en el consumo de medios a partir de novedades tecnológicas, «la manera de trabajar ha ido cambiando precisamente gracias a los avances tecnológicos. El vídeo a través de internet fue un gran paso. También, lógicamente, fue un hito la incorporación del móvil, al principio con alertas a través de sms, el WhatsAspp como medio de comunicación, los blogs como espacios personales y, sobre todo, la revolución que supuso la llegada de las redes sociales, especialmente de Twitter. Y, como la tecnología avanza a ritmo de vértigo, siempre estamos aprendiendo. Las formas de comunicar cambian rápidamente y hay que adaptarse».

Por su parte, Luciano trabajaba en Barcelona como corresponsal, pero se animó a venir a Logroño. «Me dijeron que en Diario LA RIOJA estaban apostando, junto con el grupo Vocento, por nuevas narrativas y por formar un equipo para producción de contenidos más visuales e interactivos. Eso sin olvidar, claro está, las noticias diarias a las que también había que acompañar de cada vez más herramientas multimedias. Debo admitir que La Rioja no era la parte de España de la que más referencias tenía, pero no creo que me haya equivocado, me gusta la experiencia de vivir en un ciudad de otras dimensiones. La información local es muy importante incluso en las grandes ciudades. Es como bajar a tierra los grandes temas: no hablamos de sanidad sino de un centro de salud, no hablamos de gentrificación, hablamos de los alquileres en un barrio, etc.».

«En Barcelona trabajé bastante como colaborador, sobre todo para medios argentinos. Como corresponsal debía diferenciarme de las agencias de noticias o medios locales que desde Argentina se pueden consumir. Así fue como, poco a poco, fui tratando en que el 'yo estuve ahí' fuera el centro de los contenidos que generaba. Entonces una crónica, además de testimonios, iba acompañada de fotos, vídeos, gráficos, etc. que ayudaran a contar mejor esa noticia».

No considera Luciano que su origen argentino pueda aportar algo distinto, pero sí cree que, «por lo menos por un tiempo, mi visión de La Rioja puede aportar un cierta distancia al ser todo nuevo para mí. Cualquiera que llega a un sitio que no conoce se pregunta mucho más por lo que pasa a su alrededor. Digamos la famosa figura del 'outsider'. Eso puede ser enriquecedor para todos».

En cuanto a trabajar con personas de otras edades, Luciano lo valora muy positivamente, «porque entiendo que en un ambiente colaborativo todas las aportaciones son válidas. Está claro que cada uno tiene su rol, pero en conjunto generamos un producto, por eso creo que no hay que descartar opiniones y menos por cuestiones generacionales. No considero que haya una brecha insalvable. Sí creo que cada generación crece en un entorno cada vez más digital y que en los últimos años las innovaciones han sido muy intensas. Sin embargo, veo que hay una confusión en eso que llamamos 'nuevas tecnologías', mucho más centrado en redes sociales, móviles o videojuegos. Muchos 'centennials' carecen de competencias digitales que para nuestras generaciones son básicas, como un editor de texto o planilla de cálculo. Algunos profesionales también tienen ese mismo concepto, en vez de ver que han surgido nuevas formas de encontrar noticias, recabar datos, de visualizar información y contar historias sin dejar de hacer buen periodismo».

Una de las cosas que más valora de este primer año en larioja.com ha sido «encontrar un grupo de trabajo muy integrado, especialmente desde lo personal. Algunos llevan muchos años trabajando juntos, muchos son amigos y eso se refleja en el ambiente de la redacción».

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