Alberto Núñez Feijóo En casa del presidente del PP | Exclusiva «No creo en el 'efecto Feijóo'. Todos los efectos, como el champán, suben y bajan»
El presidente del PP lleva solo siete meses en Madrid, donde se ha instalado con su familia. Con motivo de la publicación de este especial de XLSemanal abre por primera vez las puertas de su casa en la capital para una charla muy personal.
Viernes, 30 de Diciembre 2022
Tiempo de lectura: 10 min
Después de conquistar cuatro mayorías absolutas en Galicia, Alberto Núñez Feijóo lleva siete meses en Madrid como presidente del Partido Popular y aspira a presidir el Gobierno en un año. Sabe que tiene poco tiempo para convencer a los españoles. Pero también para darse a conocer. Nos recibe en su casa de la capital, un piso de alquiler en un barrio residencial donde vive con su hijo, Alberto, de 5 años, y su pareja, Eva Cárdenas. Nos citamos para hablar de política, pero también de sus orígenes, una aldea cerca de Ourense, de 500 habitantes, Os Peares, donde nació y se crio.
XLSemanal. Usted cuenta que conoció a Eva, su pareja, en un avión yendo a A Coruña y que, al final del viaje, ella y sus dos amigas le dijeron que, si hubieran sabido cómo era antes, le hubieran votado. Se sigue hablando del 'enigma Feijóo'. ¿Lo conocen los españoles?
Alberto Núñez Feijóo. En Galicia, me conocen mucho. En el conjunto del país, poco a poco, la gente se irá dando cuenta de que no me gusta decir cosas gruesas y que odio la mentira.
XL. Si tuviera que describirse a sí mismo...
A.N.F. A todos nos marca la infancia y el origen. Yo he nacido en un pueblo de unas 500 personas –ahora tiene 60–. Iba a una escuela con una sola profesora para 20 alumnos de distintas edades. Una especie de guardería infantil hasta que tuve 10 años. Rodeado de gente modesta que trabajaba en los embalses, incluido mi padre, que lo hacía en una constructora, también modesta, de las muchas que hacían los embalses.
XL. De estudiar en una escuela unitaria de una aldea a ser candidato a la presidencia del Gobierno de España.
A.N.F. Eso es lo más espléndido que tiene la democracia, que no te pidan 'pedigrí' para ser candidato a la presidencia del Gobierno.
XL. Cree en la meritocracia.
A.N.F. Yo solo creo en eso, en que la gente tiene que ser el producto de su esfuerzo, valía y trabajo. No creo que las cosas se deban regalar ni heredar. El origen no lo eliges tú, pero lo que has de conseguir solo depende de ti. Puedes tener mucho patrimonio, bienes, pero el conocimiento no se compra, se adquiere a través del trabajo. Mi familia no pasaba necesidades, pero era una familia modesta.
«Mi abuelo era policía, de la Guardia de Asalto de la República. Cae en el bando nacional y lo meten preso»
XL. ¿Su padre estudió?
A.N.F. Magisterio. Le pilla la guerra y no había plazas de profesor. Mi abuelo era policía, lo que llamaban Guardia de Asalto de la República. Cae en el bando nacional y lo meten en prisión en Asturias. Se muere pronto, cuando yo era pequeño, y mi padre se tiene que poner a trabajar en una constructora.
XL. ¿Y su madre? ¿Cómo está?
A.N.F. Vino a verme hace unas semanas y está bien de salud. Mi padre la conoce en la casa de comidas donde iba. Era la casa de mi abuela, que tenía ocho hijos y se queda viuda con 52 años.
XL. La famosa abuela Eladia. Además, ¿tenía un ultramarinos, ¿no?
A.N.F. Estanco, ultramarinos y casa de comidas. Era como un Corte Inglés (risas).
XL. Usted se cría con ella.
A.N.F. Mi madre convence a mi padre para que fueran a vivir con mi abuela cuando ella enviuda. Yo nazco en esa casa y me quedó allí hasta los 10 años, que me voy interno a León. Mi abuela era una especie de referencia moral y ética. Nunca tuvo una peseta. No tenía interés en ganar dinero; al revés, tiraba a la baja los precios porque pensaba que ganar mucho dinero no era correcto. Su objetivo no era material, sino sacar adelante a sus ocho hijos... y salieron todos muy listos.
XL. A usted lo llamaban 'el empollón de Os Peares', ¿verdad?
A.N.F. No. El objetivo de mi padre como maestro no ejerciente era que sus hijos aprobasen para que fueran a la universidad. Te podías dar un tortazo y jorobarte una pierna que la pregunta era qué tal en clase y luego hablábamos de la pierna. La prioridad estaba clarísima.
XL. ¿Su lengua materna es el castellano o el gallego?
A.N.F. Soy un bilingüista natural, cordial. En casa, mi abuela me hablaba en gallego y mi madre, en castellano. En el pueblo hablaba un 90 por ciento en gallego. Me he criado más horas hablando gallego que castellano. Pero no he estudiado una hora en gallego.
XL. Sus padres hicieron un esfuerzo para que fuese a estudiar a León a un buen internado, el de los maristas. Tenía 10 años, debió de ser duro.
A.N.F. Me marcó el carácter. A los ojos de hoy era un colegio muy estricto. Nos levantábamos a las 7:30, teníamos dos horas de estudio diarios, sábados y domingos incluidos. Tenía un enorme nivel académico. Tengo muy buen recuerdo.
«Sánchez está subestimando la inteligencia de los españoles, incluida la de sus votantes»
XL. Esos valores que mamó en su familia, ¿son los que ahora transmite a su hijo, Alberto?
A.N.F. Intentaré que tenga las dos materias básicas de cualquier persona: el conocimiento y el esfuerzo. Si te esfuerzas en la vida y amplías tus conocimientos, seguro que luego te conviertes en una buena persona que respeta a los demás y no hace ostentación de nada.
XL. De pequeño, usted iba para juez, no para político.
A.N.F. Estaba estudiando las oposiciones a juez y mi padre se queda en paro. Las dejé porque no quería ser un problema en casa. Además, mi hermana también estaba entrando en la universidad. En vez de hacer unas oposiciones como las de juez, que duran dos o tres años, me presenté a las oposiciones en la Xunta. Pero tenía sensibilidad social, me gustaban la política y los acuerdos para poder hacer cosas.
XL. Su hijo nació pocos meses después de que su padre falleciera. En un mismo año perdió un padre y ganó un hijo. ¿Qué ha supuesto ser padre con 55 años? ¿Cómo se está adaptando en Madrid?
A.N.F. Yo deseaba ser padre y para mí ha sido un antes y un después a nivel personal. También me ha ayudado a tener una mayor sensibilidad. Alberto es el mayor regalo que nunca nadie me hizo y es algo que nunca podré agradecer lo suficiente a Eva. Lo montamos en el coche un sábado y el lunes empezó en un colegio nuevo. Aún está inseguro y busca más la protección de sus padres, especialmente la de su madre.
XL. ¿Usted representa al anti-Sánchez?
A.N.F. Nuestros orígenes son completamente distintos. Yo vengo de la España más real y él, de una mucha más selectiva. No es mi modelo. Yo he hecho mucha gestión pública y he aprendido mucho. Con 29 años gestionaba el organismo más importante de Galicia, el Sergas (Sistema Público de Salud en Galicia). Y con 34, el más importante del Estado: el Insalud.
XL. Y, entonces, no tenía ni carné ni adscripción política.
A.N.F. Así es. Voté a Felipe González en 1982 y en 1991 decido afiliarme al PP.
XL. Pues ahora votantes del PP le achacan que usted no sabe defenderse. Hablan del PP como un partido 'blandito'.
A.N.F. Los hechos son otros. Si este domingo hubiera elecciones, el PP ganaba claramente. Cuando llegué en abril, el PP tenía en las encuestas un 20 por ciento y ahora la más baja nos da un 30.
XL. Aun así, están bajando. Desde el llamado 'efecto Feijóo'.
A.N.F. Es uno de los mantras del Gobierno. Pero lo cierto es que el PP ha ganado entre 40 y 50 escaños y el PSOE ha bajado 20. Lo demás es crispación que provoca el Ejecutivo.
XL. ¿Esa crispación lo está obligando a ser menos moderado? ¿O lo están obligando?
A.N.F. Yo no he venido a insultar a Sánchez. Yo he venido a ganarle. Creo que lo que pretende la mayoría de los españoles no son ni crispaciones ni insultos, en los que Sánchez es invencible. Está subestimando la inteligencia de los españoles, incluida la de sus militantes.
XL. Pero, al final, Sánchez consigue lo que se propone… Algún mérito tiene que tener.
A.N.F. Si no hubiese derogado el delito de sedición y, al dictado, el delito de malversación, no tendría la aprobación de los Presupuestos del año que viene. Así gobierna cualquiera. Hay padres que consiguen todo con sus hijos porque les dicen a todo que sí. ¿Están educando a sus hijos o justamente todo lo contrario? ¿Qué mérito tiene esto? Pero no se trata de crispar, sino de convencer. Ese es mi manual político y el que me ha dado resultado hasta la fecha.
«Claro que me gustaría hablar inglés. Es un problema. A veces de dónde vienes moldea tu vida»
XL. Y ese manual ¿le dará resultado en las elecciones municipales y autonómicas de mayo?
A.N.F. Toda aquella gente que tiene la profunda indignación que yo comparto, que quiere acabar con esta pesadilla, que vote al PP. Que no desperdicie el voto, que no lo disperse y que lo concentre. Populares, de centro-derecha, de derecha y aquellos socialistas que no aceptan que se eche a patadas a Joaquín Leguina, antiguo presidente de la Comunidad de Madrid, que es socialista y no es sanchista, que hable en las urnas.
XL. ¿Cree entonces en el 'efecto Feijóo'?
A.N.F. Yo no creo en los efectos. Todos los efectos, como el champán, suben y bajan. Yo creo en un trabajo constante y en los resultados.
XL. Ustedes, al igual que Rajoy, se empeñan en atacar a Sánchez a través de la economía. ¿La economía es la llave que abre las puertas de la Moncloa?
A.N.F. Queremos presentar esa alternativa útil y creíble en el ámbito económico, pero también en los demás. Yo quiero que el votante se fije en nuestras comunidades autónomas: Madrid, Andalucía y Galicia. Nuestro discurso es nuestro trabajo. Eso es la política real. Lo demás es subsistir. Resistir y no gobernar.
XL. Sánchez presume de tener buena imagen en Europa.
A.N.F. Todo el mundo sabe en Europa que España es el único país que no ha recuperado el PIB, el país más endeudado, el que más ha incrementado los impuestos y el que tiene el doble de paro. De cada cuatro mujeres europeas que están en paro, una es española. ¿Esto es para presumir?
XL. De lo que usted no puede presumir es de hablar inglés. ¿Tiene complejo de no hablarlo?
A.N.F. Es un problema y naturalmente me gustaría hablar inglés. A veces, de dónde vienes modela tu vida. Y, para más inri, he sido la última promoción en la que se aprendía francés porque el inglés ni existía. A la hora de tomar una decisión e hilar muy fino en lo que dices y entender muy bien lo que pactas, me fío mucho más de un traductor.
XL. Si se cumple su sueño de ser presidente, ¿qué no haría que hicieron José María Aznar y Mariano Rajoy?
A.N.F. Mis tres presidentes de referencia son Felipe González, Aznar y Rajoy. Y yo voy a intentar imitar a los tres. Los tres han sido determinantes. Esa transversalidad y esa centralidad de la política es lo que le dio 200 diputados a Felipe. Me interesa saber lo que piensa Felipe sobre algo y no me interesan otros. A Felipe lo escucho. No solo lo escucho, sino que lo valoro y, además, me interesan mucho sus opiniones cuando está de acuerdo o en desacuerdo con lo que hago. Lo importante en política no es solo la opinión que tiene la gente cuando estás, sino cuando te vas. Lo que más me interesa de los gallegos es la opinión que tienen de mí ahora que me he ido.
XL. ¿Qué es lo que más echa de menos de Galicia?
A.N.F. A la gente.
XL. En Madrid, una ciudad con unos códigos distintos, ¿está encontrando su sitio, su tono?
A.N.F. En Madrid, la gente es más expresiva, más espontánea. Y sobre todo lo que noto es que hay más crispación. La gente está cabreada.
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