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Rafael M. Mañueco
Miércoles, 9 de agosto 2023, 00:14
Natalia Gopanenko y Andrés Landabaso, ella rusa de origen ucraniano y él español hijo de 'niños de la guerra', no suelen tener problemas a la hora de ponerse de acuerdo sobre dónde pasar las vacaciones. Ambos tienen familiares en Rusia y Andrés también en Bilbao. ... A ella además le encanta viajar a España. Pero este año se han topado con el bloqueo aéreo debido a las sanciones por la guerra en Ucrania y han tenido que optar por desplazarse desde Moscú hasta Bilbao en coche.
«Hemos recorrido unos 4.000 kilómetros desde Moscú a Bilbao y otros tantos kilómetros de vuelta a Rusia. Casi 8.000 kilómetros más los que hemos hecho durante los casi dos meses que estuvimos en España», asegura Natalia, admitiendo que, pese a que fue muy interesante el viaje y visitaron muchos lugares, «fue un poco duro porque lo hicimos lo más rápido posible». «Pasamos por 20 ciudades de 10 países», puntualiza.
Y es que, como explica Andrés, «de Rusia nos dejaron sacar solamente 1.000 euros, con los que pudimos pagar nada más que la gasolina y las comidas hasta Bilbao. Y menos mal que los hoteles los pudimos reservar y abonar en rublos desde Moscú. De ahí las prisas», subraya. Debido a las sanciones, las operaciones con divisas extranjeras están prohibidas en Rusia a los particulares. Los que tenían cuentas en euros o dólares se vieron obligados a convertirlas en rublos.
Ya en Bilbao, la situación de la pareja cambió a mejor gracias a las cuentas que tienen en bancos españoles, aunque tampoco fue fácil al principio porque son fondos procedentes de una herencia que costó desbloquear, también a causa de que Andrés tiene nacionalidad rusa, además de la española. Según recuerda Natalia, que es periodista y dirige una publicación rusa digital, «llegamos al comienzo de la Semana Santa y participamos en las procesiones organizadas en Bilbao».
Después, cuenta Andrés, «estuvimos dos semanas en Erandio y viajamos en avión unos días a Roma». Estuvieron también en Madrid, en donde tienen amigos. Ya de vuelta a Rusia «nos trasladamos a Barcelona y de ahí a Marsella, Milán, Venecia, Praga, Lodz en Polonia, Daugavpils en Letonia para entrar de nuevo a Rusia».
Regresaron el 15 de mayo a Moscú, desde donde habían salido el 27 de marzo. Entonces, según relata Natalia, llegaron hasta la capital vizcaína «en cuatro días solamente». «La primera noche la pasamos en Lituania, en Kaunas, la segunda en Dresden, la tercera en Lyon y al día siguiente por la noche, del día 31 de marzo, ya dormimos en Bilbao», ciudad en donde Andrés tiene gran parte de sus parientes.
«Lo que más lamento del viaje es que no pudo recibirme, como yo quería, el obispo de Bilbao, Joseba Segura Etxezarraga, por estar muy ocupado durante esos días. Y eso que soy una persona conocida y de cierto relieve, de origen noble, académico y autor de numerosas obras de carácter científico, entre ellas una monografía escrita en ruso sobre Euskadi», afirma Andrés.
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