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Hablar de amor siempre es un asunto espinoso.Sobre todo, expresárselo a la persona que quieres (claro, porque tocarlo sólo desde un punto de vista teórico es más sencillo). Las palabras suelen sonar raras, ajenas... y siempre nos da miedo quedarnos cortos o pasarnos. ¿Quién tiene una balanza de precisión para encontrar la medida justa? Nadie, porque, como dice la escritora británica Jeanette Winterson en 'The Powerbook', «parece que nunca podremos descifrar por completo este acertijo de la vida» (...) No hay nada más familiar que el amor y, a la vez, nada que nos cueste tanto entender». Y hay muchos motivos: para empezar, aunque este sentimiento es eterno, sus manifestaciones no: cambian en cuestión de décadas y lo que nos hacía suspirar hace unos años quizá ahora nos parezca ridículo, casposo, bochornoso... e incluso asqueroso. Es decir, que si alguien se acerca a nosotros y trata de ganarse nuestro corazoncito con palabras, gestos y actitudes de hace 30 ó 40 años, posiblemente nos falten piernas para salir corriendo (a no ser que se sea un 'maestro de la restauración' y solo se usen algunos clásicos renovados, inmunes al paso del tiempo).
Para demostrar cómo algunas manifestaciones románticas no han envejecido del todo bien –o sí, que para gustos, los colores–, hemos propuesto cuatro escenas cinematográficas de amor verdaderamente míticas a expertos de distintas áreas (psicología, cine, portales de citas, lingüística forense) para que valoren si siguen siendo tan románticas... o no.
'Casablanca' y esa despedida en el aeropuerto...
Rick (Humphrey Bogart) dice a Ilsa (Ingrid Bergman) que no se va con ella en el avión, que debe huir con su marido. Ella, llorosa, no puede creerse el bandazo de su amado. Y él se justifica así: «Anoche dijimos muchas cosas. Dijiste que yo tenía que pensar por los dos y es lo que he hecho. Y sé que tienes que subir a ese avión con Víctor, que es a quien perteneces». Los expertos dicen:
Valeria Sabater, psicóloga: «Si analizamos la relación de Ilsa y Rick nos damos cuenta de que en el presente habría cosas que no nos agradarían de él. Por mucho que adoremos a Humphrey Bogart, su personaje es algo egocéntrico y hasta cruel.Las promesas hechas la noche anterior son como el humo de sus cigarrillos, desaparecen. Y lo de 'pensar por los dos'... cuando en una relación dejamos que uno haga eso, rara vez termina bien».
Laura Solé, country manager del portal de citas 'adopte': «Hoy no nos gustaría, porque es el hombre quien toma una decisión unilateralmente.Hay un paternalismo casi extremo»
Lucía Tello, coordinadora del Grado en Comunicación y docente en el Máster en Creación de Guiones Audiovisuales de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR): «Él pone raciocinio donde ella solo pone emoción, este es uno de los clichés más empleados en el cine y en las series».
Sergio Bero, escritor y psicólogo: «Eso de 'te dejo porque es mejor para ti' es bochornoso y lo de 'pertenecer' a alguien... uff es un punto en contra».
Sheila Queralt, lingüista forense: «El uso del lenguaje refleja una jerarquía desequilibrada en la relación. Por ejemplo, en las escenas él usa muchos imperativos y recalca la idea de pertenencia. El lenguaje podría ser hoy muy criticado, aunque siempre soy partidaria de entender las obras en su contexto»
'Oficial y caballero' y el broche de película
Todo vestidito de uniforme y muy blanco y limpio, Zack (Richard Gere), entra en la fábrica donde trabaja Paula (Debra Winger) ante la mirada atónita (y codiciosa) de las otras empleadas. Él se acerca a la chica por detrás y la besa en el cuello. Sigue besándola y, tras cogerla en brazos, la saca de allí. Las compañeras de ella aplauden. Alguna dice «Paula, te lo mereces». Los expertos dicen:
Valeria Sabater: «¿Salir de la fábrica en brazos de Richard Gere con la banda sonora inolvidable de Joe Cocker ('Up Where We Beling')? Es una escena que sigue haciéndonos palpitar. ¿Nos gustaría que ahora nos hiciesen lo mismo? Puede que como deseo irracional y secreto, sí. Es la fantasía perfecta y responde a la iconografía del romanticismo más puro: el caballero impoluto que rescata a la joven... Es perfecto como sueño húmedo. Pero en la vida real la fórmula no funciona: caducó hace mucho. No queremos que nos salven del trabajo para llevarnos al altar ni que nos interrumpan en el trabajo delante de todos (luego salimos en redes sociales).Mejor al final de la jornada y que antes nos envíen un 'whatsapp' para avisar».
Laura Solé: «Las sorpresas siguen siendo un detalle que mantiene el romanticismo... pero en contra veo que si vas a irrumpir así en el trabajo, mejor avisa antes: es importante respetar el espacio laboral y vital de cada uno».
LucíaTello: «El ser cogida en brazos simboliza ser arrancada de su vida para ser llevada a otra supuestamente, mejor, la de él. Hoy no se ve negativo este final, porque se supone que es un ascenso social.Sin embargo, no se piensa al detalle en el desequilibrio de poder de esa pareja; ella le 'salva' a él personalmente, pero la película parte del presupuesto de que las mujeres sin medios están dispuestas a todo por la seguridad económica».
Sergio Bero: «Lo de que nos rescaten de nuestra vida y de nuestro trabajo es un mito romántico poco saludable. Ala escena le veo a favor el morbo de los uniformes (para quien sea fetichista) y en contra... las expectativas que genera».
Sheila Queralt: «No es mi estilo. No me parece romántico abandonar mi profesión porque mi pareja pueda mantenerme».
'Dirty Dancing' y el desafío a los padres
Tras un verano lleno de conflictos y momentos tórridos, Baby (Jennifer Gray) cena con sus padres, a quien tiene muy enfadados por su relación con Johny (Patrick Swayze), un profesor de baile (pobre). En esto llega él, se planta delante de la mesa y dice eso de «no permitiré que nadie te arrincone». Y la saca a a bailar delante de todos. Momentazo. Los expertos dicen:
Valeria Sabater: «Ese 'no dejaré que te arrinconen' es una de las citas más conocidas del cine.Lo curioso es que a Patrick Swayze no le gustaba, le parecía cursi, pero fue un éxito absoluto. En la actualidad, esa frase sería tomada a mal (cada cual se defiende solo) o generaría risas.Aunque, en general, la película es una pequeña gran obra sobre el feminismo (aborto, sexo, libertad para tomar decisiones...) y promueve el cuidado mutuo.
Lucía Tello: «La escena es bastante válida para la actualidad, quizá algo edulcorada para los centennials.Y hay un equilibrio en el enamoramiento de ambos. En contra de lo que pueda parecer, es una de las películas más heterodoxas y avanzadas de los 80. El papel de ella es rompedor».
Sergio Bero: «Mal en este sentido: yo soy quien debe poner límites a mi familia, no mi pareja».
Sheila Queralt: «En este caso el contexto es fundamental: él pronuncia esas palabras para ayudar a su amiga, no por una cuestión de superioridad de él o de sumisión de ella. Debería haber más 'Johnnys' y 'Babies'».
'Love Actually' y la declaración con cartelitos
Mark (Andrew Lincoln) llama a la puerta de la pareja de su mejor amigo, Juliet (Keira Knightley), y se declara con carteles. En uno avanza que no tiene «esperanza ni otros fines». Y luego muestra otros que dicen «para mí tú eres perfecta y mi corazón desolado siempre te amará».El termina y ella sale detrás para darle un besito (¿amistoso?) antes de volver corriendo a casa. Los expertos dicen:
Valeria Sabater: «Es una de las escenas más mágicas e inolvidables de los últimos años, pero analizada, hay cosas que nos desafinan. Si esa persona de los carteles no nos gustase, tomaríamos esa acción casi como un acoso: pide silencio.Si el problema de Mark era la timidez, había mil formas de declararse que no eran esa... en el cine esto nos emociona, pero en la vida real resultaría incómodo y desconcertante».
Laura Solé: «Que alguien se declare de forma tan original y que se lo haya currado siempre gusta. Pero ojo al contexto: ella se acaba de casar y su marido está en casa...».
Lucía Tello: «La película parte de la premisa de que un chico asocial, que no dirige la palabra a la protagonista y que siempre parece odiarla, en realidad la ha amado desde hace años. Hoy en día da la sensación de que ese chico tiene evidentes trastornos emocionales, porque no es un adolescente, sino un treintañero que no hace frente a sus sentimientos, y que es incapaz de solucionar su problema para llevar una vida adulta saludable.
Sergio Bero: «Expresar lo que sentimos honestamente es aceptación y, por tanto, amor. Pero la obsesión de Mark hacia Juliet es insana románticamente. Si no esperamos reciprocidad y somos responsables emocionalmente, ¿para qué una declaración? Aunque a favor he de decir que se hace con humor, que unido al amor, es la mejor de las combinaciones».
Sheila Queralt: «A favor están el humor y la originalidad, pero si tenemos en cuenta el contexto... es algo de acoso, está fuera de lugar (ella es la esposa de su mejor amigo). El humor que usa es una estrategia de los manipuladores para generar una reacción positiva en la víctima, para que bajen la alerta.Es decir, en el cine queda bien, pero en la realidad... ojo».
El concepto de lo que es o no romántico es muy personal. Lo que nos agrada a unos, a otros les espanta, es así. Y luego está quienes no consideran que el romanticismo sea necesario. De hecho, cada vez se habla más de que las nuevas generaciones están prescindiendo cada vez más de este concepto del amor romántico, de la fase de seducción. ¿Es así? No exactamente. Para los portavoces de la app de citas adopte –con 30 millones de usuarios en todo el mundo– estamos asistiendo al final del 'liquid love'. Este término, acuñado en el año 2000 por el sociólogo y filósofo polaco-británico Zygmund Bauman, alude a una creciente fragilidad de las relaciones, donde las personas huyen del compromiso mutuo para siempre. «Pero, lo que Bauman no sabía es que una pandemia podía dar un giro a esa forma de percibir las relaciones. El objetivo ahora es ir despacio en la fase de conquista y disfrutar del enamoramiento, de cada paso.En un estudio que hemos realizado, el 79% de los encuestados asegura que no le apetecen ya las relaciones de 'usar y tirar' –destacan–. Y el 89% de los jóvenes confiesa que echa en falta el romanticismo y desea revivir ese amor de antes, donde había que 'currárselo». Eso sí, recomendamos no tirar de manuales de ligue anticuados, que dan grima/risa.Estas son algunas expresiones, antaño supuestamente románticas, que hoy (casi seguro) arruinarían una cita.Ahí van:
1. Te voy a hacer mía.
2. Tómame.
3. ¿Me sientes dentro de ti? (en pleno acto)
4. Eres mi caballero de brillante armadura.
5. Me completas
6. Quiero ser el padre (o la madre) de tus hijos.
7. Quiero que te sientas mujer (o hombre) solamente conmigo.
8. Quiero ser tuyo.
9. Eres mi princesa.
10. Te he conocido en mis sueños.
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Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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