Olvídate del blanco y dale la bienvenida al 'greige', el color de moda que usan todos los interioristas

«La tendencia es el minimalismo cálido a tope. Ya no nos valen esos interiores blancos nórdicos de hace unos años. Lo que se busca ahora es una atmósfera quizás menos luminosa, pero más intimista, como de cueva. La estética de las tiendas de Zara Home es un buen ejemplo de esta nueva corriente decorativa, en la que los tonos piedra, la madera y todo lo artesanal son los verdaderos protagonistas», explica la interiorista Natalia Zubizarreta, amante declarada del 'greige'. «Es mi color», reconoce.

La magia de esta tonalidad reside precisamente en su capacidad para crear un ambiente sofisticado y acogedor sin resultar cargante porque combina la calidez del beige con la elegancia del gris. Ahora bien, debemos tener en cuenta que no existe un único tono de 'greige'. Los fabricantes de pinturas y mobiliario venden bajo este nombre diferentes combinaciones de grises y beige, por lo que dependiendo del porcentaje de color que se use en la mezcla, el tono resultante puede ser más cálido, más frío o incluso tirar a tonalidades que se acercan más al rosa o al verde. La recomendación de los interioristas es que la mezcla tenga una mayor proporción de beige, marrón o incluso ocre para que la tonalidad aporte la calidez que se busca.

Al margen de la tonalidad escogida, la idea es usar el 'greige' más allá de las paredes. «Una de las tendencias más potentes ahora mismo es que tanto las carpinterías (puertas, rodapiés, mueble de televisión, librerías...) como los armarios e incluso los muebles de cocina sean del mismo color topo de las paredes para que se fundan con ellas y creen una especie de caja, una piel homogénea en la que después destaquen las piezas de mobiliario como, por ejemplo, una mesa del comedor de madera o un aparador con un diseño especial», apunta Natalia Zubizarreta. En esta misma línea, los interioristas también recomiendan lacar las puertas y armarios en este color arena en lugar del clásico blanco para conseguir ese efecto de ambiente envolvente y acogedor tan en tendencia.

Además del color 'greige', este minimalismo cálido apuesta por lo natural e incluso destaca y valora lo imperfecto, lo artesanal. «Esto se ve muy claro en el acabado de paredes y techos. Ya no nos importa que tengan defectos. Antes tenían que ser muy lisas, limpias y ahora hay una vuelta a las paredes con textura solo que en lugar del polémico gotelé usamos morteros de cal, de arcilla... como si nuestra casa fuese una especie de cueva. Se busca esa sensación de recogimiento que nos conecte con la naturaleza. Pasa algo parecido con los objetos de decoración y con los muebles. Se llevan mucho, por ejemplo, las piezas hechas a mano donde se ven los defectos del material: jarrones con grietas o con acabados no tan perfectos, librerías en microcemento que se mimetizan con la pared como si estuviesen esculpidas, las líneas curvas, los arcos...», enumera la interiorista vizcaína.

Un truco de experta: «si pintamos los techos y paredes en 'greige' conseguiremos ese efecto de casa que te envuelve y abraza. Lo que consigue este color es una experiencia de usuario no es algo para la foto. Te remueve, aporta muchísima calidez, además de resultar más sofisticado que el blanco, que ya hace a mueble de importación barato».

Natalia Zubizarreta considera que esta vuelta a una casa decorada con una estética más primitiva, más natural surge por contraposición al ritmo de vida tan frenético que llevamos. «Todo a nuestro alrededor son estímulos, estamos hiperconectados, todo es para antes de ayer... Así que lo que buscamos es llegar a una casa que nos transmita serenidad y calma. Y el 'greige' contribuye a esta sensación de remanso de paz que tanto anhelamos».

Otra de las ventajas de este tono es su facilidad para combinarlo. «Diría que funciona con absolutamente todos los colores, excepto con los muy saturados o chillones. Al ser un tono neutro, queda ideal con toda la gama de los azules grisáceos, con el verde oliva, el negro, los terracota, melocotones, los marrones con subtonos rojizos, las tonalidades empolvadas... También queda muy bien con la madera, especialmente con robles, nogales o incluso con fresno».

Uno de los cambios más significativos de esta tendencia es que acaba con la hegemonía del blanco... en las cocinas. Hasta los fabricantes de electrodomésticos han sacado una línea de lavadoras, lavavajillas, hornos o tostadoras en este tono. «Le da como un plus. La misma cocina parece más cara en 'greige' que en blanco», convienen los interioristas.

Natalia Zubizarreta propone combinar los armarios en este color topo con la grifería y los tiradores en negro mate porque «queda súper elegante». Una combinación «que también queda perfecta en los baños, aunque si queremos darle un aspecto más dulce, se puede poner la grifería en blanco o acero mate».