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Ahora que se acaba el año y toca renovar la lista de propósitos, aprender un segundo idioma seguro que aparece en los puestos más altos de ese inventario de deseos para 2025. Pero mejorar nuestro inglés, atrevernos con algunas expresiones en francés o ser capaces ... de mantener una pequeña conversación en alemán no solo depende de las ganas y el interés que le pongamos. Resulta que nuestra forma de ser, esa manera tan particular que tenemos cada uno de nosotros de desenvolvernos por el mundo también influye a la hora de aprender otra lengua.
Según un estudio realizado por la plataforma de aprendizaje online Preply, las personas con un carácter extrovertido y protagonista tienen generalmente una mayor facilidad para aprender otro idioma porque, además de su capacidad natural para desenvolverse con soltura en una conversación, suelen tener una mejor comprensión oral y escrita. En el otro lado de la balanza se encuentran los llamados 'virtuosos', «personas introvertidas y prácticas que disfrutan resolviendo problemas», pero que a la hora de expresarse en una lengua que no es la suya se encuentran con alguna que otra barrera.
Esta investigación se basa en los 16 tipos de personalidad que distingue el sistema Myers-Briggs (MTBI), una herramienta de evaluación utilizada por los departamentos de recursos humanos en los procesos de selección, en dinámicas grupales y también en el ámbito educativo. Este indicador distingue cuatro grandes grupos antagónicos: extroversión (E) e introversión (I); sensación (S) e intuición (N); pensamiento (T) y sentimiento (F); y, por último, juicio (J) y percepción (P). Y de la combinación de estas características surgen las diferentes maneras de ser. «Por ejemplo, una personalidad que se identifica con las siglas INFJ (introversión, intuición, sentimiento y juicio) tiene a ser introspectiva, idealista, empática y organizada, mientras que alguien con el tipo ESTP (extroversión, sensación, pensamiento y percepción) suele ser práctico, enérgico y adaptable», explican. Pues bien, la plataforma online ha analizado cómo afecta la personalidad de un millar de sus estudiantes a su capacidad para aprender otro idioma.
«Aunque pueda resultar desalentador pertenecer a un grupo con más dificultades para desenvolverse en otra lengua, es importante recordar que el tipo de personalidad no tiene por qué definir tu trayectoria en el aprendizaje. Un factor clave en el que se basa el test MBTI es la 'identidad' que se refiere precisamente a la confianza que tenemos en nuestras capacidades y decisiones. Algunos tipos de personalidad son más cohibidos y perfeccionistas que otros, lo que puede llevarles a infravalorar sus habilidades respecto a personas más seguras de sí mismas a pesar de ser igual de competentes», argumenta la psicóloga clínica Miranda Justo-Núñez. Estos son los tipos de personalidad con más éxito en los idiomas de mayor a menor .
Protagonista (ENFJ): Extrovertido y carismático, ocupa el primer puesto en expresión escrita y oral. «Les encanta comunicarse y expresarse, lo que impulsa su interés por aprender las estructuras de la lengua. Usa muchos sinónimos y frases hechas para expresarse».
Comandante (ENTJ): Conocidos por su liderazgo y audacia, «les funcionan muy bien los clubes de conversación, intercambios lingüísticos y practicar con un tutor que se centre en las destrezas orales».
Innovador (ENTP): Tienen una gran capacidad de escucha, pero puede resultarles más difícil sentarse y concentrarse en la lectura. «Su punto fuerte es la expresión oral».
Lógico (INTP): Pueden parecer introvertidos y reservados, pero no tienen rival en lo que a agilidad mental se refiere. «El estudio de las reglas gramaticales y de escritura a través de libros y aplicaciones les ayudará mucho».
Abogado (INFJ): Esta personalidad disfruta aprendiendo el lado emocional de un idioma. «Aunque reservados y silenciosos, son capaces de captar un nuevo idioma con facilidad».
Arquitecto (INTJ): «Tienden a aprender de forma independiente y prefieren formular su propio plan de aprendizaje».
Mediador (INFP): Tienen una personalidad apasionada y empática. «Tener un profesor que les oriente y comparta podcast, libros o películas les motivará y ayudará mucho»
Activista (ENFP): Pueden tener dificultades para ser constantes, sobre todo cuando se enseña con técnicas repetitivas. «Esta personalidad disfruta en cualquier espacio de aprendizaje que se salga de lo común»
Ejecutivo (ESTJ): Su «punto fuerte es su gran capacidad de dedicación y esto hace que consigan dominar rápidamente un nuevo idioma».
Cónsul (ESFJ): Cariñosos y extrovertidos, «lo que mejor se les da es la conversación».
Defensor (ISFJ): «Su carácter meticuloso para el aprendizaje hace que prefieran profesores igual de cuidadosos y precisos, que expliquen muy bien cada detalle».
Logista (ISTJ): Tienden a ser fiables y responsables y «disfrutan con las estructuras racionales y jerarquías. Pueden tener problemas con los métodos de aprendizaje más flexibles»
Animador (ESFP): Espontáneos y disfrutones, «el método que mejor les va para aprender un idioma es la inmersión en la cultura de esa nueva lengua»
Emprendedor (ESTP): «Necesitan adrenalina, así que no hay nada mejor que apelar a su vena competitiva para motivarles»
Aventurero (ISFP): Esta personalidad positiva y contagiosa suele tener dificultades para aprender un nuevo idioma. En este caso, «un profesor particular sería la mejor opción».
Virtuoso (ISTP): Pese al nombre, ocupan el último puesto de la lista en el aprendizaje de idiomas. «Están constantemente experimentando, lo que les convierte en aprendices fundamentalmente prácticos. Una de sus mayores ventajas es su habilidad para meterse de lleno en un plan de apendizaje por su cuenta».
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