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FELIP ARIZA
La operación bikini no funciona, claves

'Operación bikini': diez razones para mandarla al cuerno

Por qué no vale y cómo lograr mejoras sin tanto sufrimiento

Sábado, 21 de mayo 2022, 18:59

Si es que ya con ese nombre es para sospechar: 'operación bikini'. Vamos, como si adelgazar unos kilitos sobrantes antes del verano fuese una misión obligatoria (¿contra quién? Ah, sí, contra nosotros mismos y contra el sentido común, una batalla durísima, por cierto). Y así se lo toman por estas fechas muchísimas personas: como algo que hay que hacer sí o sí, como una tradición, como una prueba de su fuerza de voluntad. Los que se abonan a esta práctica tan añeja están convencidos de que el esfuerzo merece la pena con tal de salir victoriosos y limar alguna lorza en tiempo récord. Porque ese es el premio, conseguir muy rápido un cuerpo mejor aunque sea a costa de un gran sacrificio: hambre, dietas aburridas y monotemáticas, palizones de deporte, vida social en 'stand by'...

¿Merece la pena sufrir así y autoimponernos año tras año esa exigencia? Sobre todo, viendo, también año tras año, que al final de las vacaciones habremos ganado todo el peso perdido y algo más de propina... Varios expertos nos ayudan a elaborar un decálogo con diez buenas razones para firmar la paz con nosotros mismos y dejar que la 'operación bikini' pase a mejor vida. Y todos aportan un dato para convencer a los 'operacionistas': la ciencia ha demostrado que el 95% de las dietas restrictivas no funcionan. Y el 90% de la gente que adelgaza con métodos poco ortodoxos ha recuperado los kilos un año después.

  1. Razón número 1

    Complica tu vida social

Llega el buen tiempo y tenemos ganas de salir, ir de comida familiar, hacer barbacoas y salidas con atractivos gastronómicos... «Pero ahora estamos en temporada alta de la 'operación bikini', con la gente haciendo muchas restricciones, algo que limita la vida social», indica Nerea Gil, especialista en Endocrinología y Nutrición de la red IMQ. Así que toca decir que no a muchos planes y vamos generando una ansiedad y una frustración que acabaremos pagando con un atracón.

  1. Razón número 2

    El cuerpo se 'vengará'

Gil lo explica claro: el cuerpo es un auténtico superviviente y, si le hemos matado de hambre en el pasado con dietas draconianas, lo recordará y hará todo lo posible por ponerse en ahorro energético para no morir cuando le volvamos a privar de comida. «El cuerpo de una persona que ha hecho muchas dietas ya no responde igual cuando empieza una nueva. Activa mecanismos para protegerse y gastar lo mínimo posible», apunta. Es decir, pasar hambre en la 'operación bikini' (año tras año la misma historia) nos está haciendo resistentes al adelgazamiento.

  1. Razón número 3

    A veces basta con corregir algo

Muchas veces no hace falta ponerse tan dramático. La 'operación bikini' es matar moscas a cañonazos, privarse de casi todo. Y lo cierto es que, en muchos casos, con corregir algún punto débil de nuestra alimentación ya valdría para obtener resultados. «A veces se trata de cambiar algo concreto. Por ejemplo, controlar el pan o suprimir la ingesta de refrescos», destaca Gil.

  1. Razón número 4

    Pierdes peso rápido...y aparece la flacidez

Una pérdida de kilos rápida, que es el fin de la 'operación bikini', tiene una consecuencia inmediata: la flacidez. «Es lógico, a la piel no le da tiempo a adaptarse, pasa como en el embarazo», señala Gil. Lo que tenemos que perder cuando adelgazamos es, sobre todo, grasa, no agua ni músculo, porque, si no, nos quedamos 'blandos' y perdemos fuerza. Si hacemos una dieta exprés que nos priva de nutrientes, el cuerpo se 'come' esa masa muscular. Y tener músculo es necesario para que el metabolismo vaya bien y no engordemos rápido.

  1. Razón número 5

    Se dispara la ansiedad

«No solo comemos por hambre; de hecho, casi nunca comemos por hambre. Lo hacemos por ansiedad (52% de los casos), estrés (43%), porque estamos aburridos (40%) o felices... Las emociones juegan un papel muy importante», explica Bertrand Amaraggi, fundador de El CoCo -'app' de análisis de los alimentos-, que ha analizado las conductas alimentarias de los españoles en un estudio que ha revelado que «el 82% de las mujeres y el 70% de los hombres aseguran sentirse afectados por las emociones en el momento de comer».

«Si hacemos dietas tradicionales basadas en calorías y no tenemos en cuenta ningún otro aspecto más de nuestra vida, fracasaremos», recalca. Y con la 'operación bikini' estamos alimentando al monstruo: la ansiedad.

  1. Razón número 6

    No es sostenible en el tiempo

La 'operación bikini' nos hace desear a muerte alimentos prohibidos y, cuando relajemos las restricciones, esas ansias acumuladas nos llevarán a esas comidas y bebidas que teníamos vetadas y que identificamos con el confort y lo conocido. Si hacemos una dieta que no se puede mantener en el tiempo..., fracaso seguro.

  1. Razón número 7

    Fomenta la culpa

Emocionalmente, nos estamos castigando. Nos marcamos objetivos, no los logramos, nos frustramos, nos sentimos culpables... y volvemos a empezar. Esta es la espiral que describe Amaraggi y que es típica de las dietas 'castigo', como todas las de la 'operación bikini', que suponen un sacrificio porque antes (el resto del año) nos hemos 'portado mal'. Hay que romper ese círculo, no es sano y nos aleja de lo que hay que hacer si verdaderamente queremos cuidarnos.

  1. Razón número 8

    Nos impide cambiar el chip

¿A qué le suena lo de 'operación bikini' a un profesional de la nutrición? «Nos suena frívolo y decepcionante». «A recaídas casi aseguradas». «A poco realista y hasta peligroso». Así lo resume el doctor Francisco Botella Romero, coordinador del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). «Las dietas no deben hacerse para adelgazar sino para estar sanos -recalca-, aunque es cierto que vivimos en un ambiente obesogénico (mucha oferta de alimentos poco saludables, ausencia de ejercicio físico) que nos lo hace difícil», lamenta.

  1. Razón número 9

    Empeora problemas de conducta alimentaria

Las dietas milagro, que son a las que recurrimos con la 'operación bikini', no han demostrado ser superiores a una convencional con pocas calorías. Y tienen como desventaja «que pueden estar contraindicadas en personas que sufren ciertas enfermedades... y lo particularmente preocupante es cuando una persona con trastorno de la conducta alimentaria se lo cree y entra en esta peligrosa dinámica», destaca Botella. «Actualmente causan furor el ayuno intermitente y la dieta 'keto', sea lo que sea lo que la gente entiende con ello», indica.

Según un estudio de la Academia Española de Nutrición y Dietética y la Fundación Mapfre, el 80% de las personas consultadas consideran «peligrosos» estos regímenes milagrosos y creen que que, a la larga, no funcionan. Sin embargo, a pesar de esta idea tan racional, las dietas milagro siguen 'enganchando'. Pura contradicción.

  1. Razón número 10

    Es pan para hoy...

El 81% de quienes han seguido una dieta exprés son reincidentes: la mayoría (40%) las hace entre una semana y un mes al año, generalmente ahora, antes del verano. Esto supone que sus daños son acumulativos. Y, si se abandonan, surge el temido 'efecto yo-yo', con lo cual nuestra vida se convierte en una montaña rusa de dieta-adelgazamiento-euforia-engorde-desilusión.

La hora de las 'no dietas'

  • Patrones: Cualquier experto en nutrición medianamente serio te dirá, si en estas fechas le pides una dieta relámpago, que ese no es el camino. De hecho, muchos 'clientes' se van frustrados para casa cuando se las niegan. Estamos en la época de las 'no dietas': los profesionales hablan ahora de patrones (flexibles, sostenibles en el tiempo, que se adaptan a la persona y no al revés y que permiten caprichos). Y que son más efectivos que los remedios mágicos. He aquí un patrón eficaz.

  • Consejos: Tomar pan integral en un 80% mínimo, beber mucha agua y hacer algo de ejercicio para ayudar. Cenar proteína siempre (acompañada de verdura, mejor). Que el plato (de tamaño medio) tenga siempre la mitad de verdura, como norma general. Cocinar con poca grasa, echar mano de las legumbres (sin carne) y de los huevos (hasta dos al día, pero revueltos, escalfados o a la plancha) y del pescado, mejor azul.

¿Una pérdida aceptable? De 2 a 4 kilos al mes

En la 'operación bikini' hay personas que quieren adelgazar 10 kilos en un mes. Esto es excesivo. En individuos con un sobrepeso importante, la pérdida puede ser bastante rápida sin suponer demasiado riesgo, pero, en personas a las que no les sobran demasiados kilos, con adelgazar de 2 a 4 kilos al mes es más que suficiente. El experto de la SEEN, no obstante, indica que es mejor tomar como referencia las calorías que nos quitamos, que como mucho deben ser unas 500 al día, así grosso modo, aunque depende de muchos factores. «Lo importante es no caer en el vicio de 'compensar'. A la larga produce trastornos de conducta. Hay que intentar no excederse, pero, si ocurre, luego no hay que matarse de hambre, simplemente volver al buen camino», dice la 'coach' nutricional Yolanda Fleta.

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