¿Sabías que la Inteligencia Artificial puede ayudarte a aprender inglés?

Sí, podemos pedirle a ChatGPT y similares que generen imágenes o redacten textos en cuestión de segundos, pero también son muchos quienes lo utilizan para mejorar su nivel de inglés, francés o ruso (por poner tres ejemplos). Tan sólo debemos saber qué pedir (y cómo hacerlo) al asistente de marras.

¿Alguna vez has tenido que redactar un correo electrónico en inglés y te han asaltado dudas sobre cómo escribir cierta expresión? O tal vez no hayas sabido si tu forma de comunicarte es la adecuada para el contexto más o menos formal de la misiva. ChatGPT puede ayudarnos allí donde los tradicionales traductores online no llegan: señalando (y corrigiendo) errores o proponiendo construcciones alternativas para que el texto resultante reciba el visto bueno de los académicos de Oxford.

La orden ('prompt') en estos casos vendría a ser: '¿Está correctamente escrito el siguiente texto? [texto]'. La IA nos devolverá las apreciaciones necesarias, pudiendo incluso solicitarle versiones alternativas: '¿Puedes redactarlo en un tono más profesional?'. Es más, si ChatGPT nos marca un error, siempre podemos preguntarle directamente: '¿Podrías explicarme mejor por qué esa expresión es incorrecta y darme algún consejo para no cometer el mismo error en el futuro?'.

A fin de cuentas, debemos pensar en los asistentes conversacionales como si fuesen un profesor particular de inglés, planteándoles las mismas inquietudes y solicitudes.

Uno de los mayores retos al aprender cualquier idioma es dominar el número suficiente de palabras como para no repetirnos a cada rato, lo que deja una impresión bastante pobre en nuestro interlocutor. Por suerte, los chatbots también pueden ayudarnos en este sentido, ofreciéndonos listados de palabras relativas a los temas más variopintos: '¿Puedes enumerar términos anglosajones comúnmente utilizados sobre [tema] y sus respectivas traducciones?'.

Más allá de memorizar la ristra como un papagayo, aquí lo más interesante es la posibilidad de solicitar ejercicios con los que interiorizarla en un contexto práctico: '¿Podrías proponerme actividades para practicar el uso de dichas palabras?'. En este punto, ChatGPT desplegará actividades basadas en traducir al inglés, completar espacios en blanco, redactar descripciones e incluso ordenar correctamente varias frases relacionadas. ¿Lo mejor? Una vez completados los ejercicios tendremos quien los corrija al instante.

ChatGPT también nos permite mantener conversaciones en inglés para practicarlo de una forma más distendida. Simplemente debemos pensar sobre un tema y escribir al respecto como lo haríamos a un amigo en un chat de WhatsApp. Eso sí, previamente indicaremos al modelo de lenguaje que nos corrija cuando corresponda: 'Quiero charlar contigo en inglés. ¿Podrías responderme con normalidad salvo que cometa algún error?'.

Las reglas gramaticales y ortográficas son, con diferencia, el hueso más duro de roer a la hora de dominar una lengua ajena. En este sentido, podríamos pedirle al chatbot que profundice en aquellos temas que más nos cuestan: '¿Podrías explicarme el presente continuo en inglés con ejemplos y proponerme ejercicios para dominarlo?'; 'No me queda claro el orden de las palabras en inglés, ¿algún consejo para interiorizarlo?'.

A la hora de obtener un certificado de inglés, una de las pruebas más temidas es el 'listening'; demostrar que hemos comprendido una locución a menudo repleta de modismos y pronunciaciones poco usuales. También aquí la IA acude a nuestro rescate: '¿Podrías ofrecerme una grabación en inglés que verse sobre [tema] y proponerme ejercicios para demostrar que la he comprendido?'.

Igualmente podemos practicar nuestra comprensión lectora solicitando textos más o menos amplios sobre cualquier asunto (lo ideal es elegir temas que no dominemos, como puedan ser los mercados financieros o la pesca del esturión); siempre acompañados de actividades.

Además de ChatGPT, uno de los chatbots más utilizados en el aprendizaje de idiomas (aunque no esté diseñado expresamente para ello) es 'Replika', centrado en la simulación de conversaciones humanas. Los expertos también recomiendan aplicaciones basadas en Inteligencia Artificial como la muy popular 'Duolingo', que utiliza algoritmos para adaptar sus lecciones al nivel del usuario (en pos de no frustrarle); o 'Babbel', que enfatiza las expresiones cotidianas y el feedback gramatical.

En cuanto a la práctica de la pronunciación, softwares de reconocimiento como 'Google Speech' o 'Rosetta Stone' tienen la capacidad de analizar nuestra voz, transcribirla y compararla con la de hablantes nativos para evaluarnos en tiempo real, lo que en el último término mejora nuestra fluidez, acento y entonación.