Según el informe 'Digital 2023 Global Overview' de las firmas We Are Social y Meltwater, los españoles contamos con una de las diez conexiones de banda ancha más rápidas del planeta (a una velocidad media de 168 megabytes por segundo). Con todo, el acceso a ... Internet sigue resultando un acto de fe en numerosas regiones; cuando no imposible en las áreas rurales de nuestra geografía.
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Otras veces ocurre que, aún teniendo contratada una de las tarifas más caras del mercado, el internet de casa parece ir a pedales sin razón aparente. Son muchos los factores que influyen en la estabilidad de cualquier conexión, pero afortunadamente existen comprobaciones sencillas que podemos llevar a cabo para revertir la situación.
La primera pregunta que hemos de responder es si nuestra conexión a Internet rinde a la velocidad que contratamos a nuestra operadora. Para ello, asegurándonos de tener conectados el mínimo número de dispositivos posible haremos uso de los llamados 'tests de velocidad'.
Las propias compañías de teléfono cuentan con este tipo de herramientas en sus páginas web, aunque también podemos recurrir a soluciones independientes como 'Speedtest', que cuenta con versión online y aplicaciones para la inmensa mayoría de aparatos (teléfonos iOS y Android, ordenadores Windows y Mac, Apple TV...).
Iniciar el test es tan sencillo como pulsar el botón homónimo y esperar 30 segundos, cuando obtendremos nuestra velocidad media de subida y bajada.
Si los valores que arroja el test de velocidad son muy inferiores a lo prometido por la operadora, la lógica dicta ponerse en contacto con ella para que realicen las comprobaciones oportunas. En algunas ocasiones el problema viene dado por una desactualización del router -el dispositivo de luces parpadeantes que nos brinda conexión-, si bien muchos de éstos se mantienen al día sin intervención alguna por nuestra parte.
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Lo más usual es que el departamento técnico en cuestión nos pida apagar y encender el router para ver si así mejora la conexión. En caso contrario nos darán instrucciones precisas para actualizar el aparato, enviarán a un técnico o nos mandarán un modelo nuevo como último recurso.
Que las páginas web carguen lentas o Netflix pause la reproducción cada por tres también puede ser indicativo de una saturación de la red. Y no solo porque tengamos muchos ordenadores, televisores o teléfonos móviles en casa. Tal vez nuestros vecinos hayan conseguido acceder a nuestra conexión y estén ahorrándose la factura de internet.
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¿Cómo comprobarlo? Aplicaciones como 'Wireless Network Watcher' (en Windows) o 'LanScan' (en Mac) muestran un listado con todos los dispositivos que tenemos conectados. Cada uno se identifica con una dirección MAC, esto es, una combinación de números y letras por pares (separados por dos puntos). A partir de ahí debemos averiguar la dirección MAC de nuestros gadgets (mirando en su apartado de 'Ajustes') y compararlas con las que aparecen en la lista: si hay alguna que no identificamos, podemos sospechar de la presencia de 'gorrones'. Otra opción es ir desconectando dispositivos para ver si desaparecen de la enumeración.
Para evitar que nos roben el wifi la mejor medida es usar un cifrado 'WPA2-Personal AES' (nuestra operadora nos guiará en el proceso) y cambiar la contraseña por defecto del router por una que incluya mayúsculas, minúsculas, números y símbolos especiales dispuestos aleatoriamente.
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Cuando el técnico de internet llega a casa no suele complicarse la vida: coloca el router lo más cerca posible del decodificador de televisión o el teléfono, sin parar a preguntarse si existe una ubicación más eficiente. Lo ideal es emplazarlo en un área central de la casa (intermedia si cuenta con varias plantas), de forma que la señal wifi abarque el mayor número de habitaciones. Con todo, debemos evitar las interferencias provocadas por el agua, los muros de piedra o el metal: el router no se lleva bien con microondas, frigoríficos o acuarios, por poner tres ejemplos.
El otro quid de la cuestión reside en la orientación de las antenas del router. Los expertos recomiendan que, si tiene sólo una, ésta se disponga en vertical (apuntando al techo). Si tiene dos, la recomendación es colocar una en vertical y otra en horizontal (formando una L).
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Si todo lo demás falla, el consejo universal es conectar nuestros aparatos al router mediante un cable 'Ethernet' (se venden en la mayoría de establecimientos a un precio económico). Así conseguiremos una conexión a Internet estable y a pleno rendimiento. Obviamente esto aplica a ordenadores pero no a smartphones, donde la conectividad inalámbrica es un requisito indispensable.
Si nuestro operador no consigue proporcionarnos un wifi decente, siempre podemos consultar las tarifas del resto de compañías, interesándonos al tiempo por los mapas de cobertura de fibra que encontramos en sus páginas web.
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