¿Sabes en qué fijarte antes de regalar un videojuego estos Reyes Magos?

En este contexto, los videojuegos volverán a ser uno de los artículos más regalados durante la campaña navideña. Esto no quita para que los menos entendidos se enfrenten a no pocas dudas al pisar los grandes almacenes o las tiendas especializadas: ¿Cómo saber con qué juego acertar? ¿Será adecuado para un niño? ¿Tendrá problemas de compatibilidad? A continuación repasamos las claves a considerar a la hora de pasar por caja:

Si pensamos regalar videojuegos a un niño, resulta crucial fijarse en la etiqueta de clasificación por edades impresa en las carátulas. ¿Acaso no comprobamos la edad recomendada de las películas antes de entrar con menores a una sala de cine? Con los juegos debería ser igual, pese a lo cual muchos padres hacen caso omiso a los números y adquieren títulos de corte violento para sus hijos.

A este respecto, el sistema vigente en España se denomina PEGI (siglas de 'Pan European Game Information') y comprende cinco iconos numéricos según la edad para la que un videojuego es apto: 3, 7, 12, 16 y 18 años. A éstos se suman otros para describir el contenido del software: lenguaje malsonante, discriminación, drogas, miedo, apuestas, sexo, violencia y compras dentro del juego (micropagos).

Por seguir con la analogía del cine, también en los videojuegos se dan múltiples géneros y no todos resultan del agrado del usuario al que pensamos regalar. Grosso modo, distinguimos los títulos de acción (tipo 'Call of Duty'), aventura (la saga 'Tomb Raider'), rompecabezas ('Tetris'), plataformas (con Mario y Sonic como indiscutibles protagonistas), deportivos ('EA Sports FC', el antiguo 'FIFA'), estrategia ('Age of Empires'), simuladores ('Los Sims'), musicales ('Just Dance') y multijugador.

En su modalidad local ('Mario Kart' sería un buen ejemplo), estos últimos resultan idóneos si queremos jugar en familia, lo que garantiza pasar tiempo de calidad frente al televisor. Por su parte, los juegos con opciones online (se juegan con otros usuarios a través de Internet) ayudan a socializar en el mundo digital, donde los jóvenes de hoy en día concentran la mayoría de sus interacciones y amistades.

Antes de elegir uno u otro juego, por consiguiente, podemos preguntar al interesado (o un conocido) por sus géneros favoritos. Después basta con echar un vistazo a las listas de los más vendidos (la propia AEVI lo publica periódicamente en su web) para incrementar nuestra tasa de acierto.

Tan importante como regalar un juego apropiado y alineado con las preferencias del usuario, es elegirlo para la consola de videojuegos correcta (¡nos arriesgamos a que no pueda usarlo!). Los tres grandes fabricantes del mercado utilizan formatos distintos: tarjetas de juego en el caso de Nintendo Switch, discos Blu-Ray en el de Xbox Series y discos UHD en el de PlayStation 5. Elegir la versión adecuada de cualquier videojuego es tan fácil como fijarse en la banda superior de la carátula, marcada con el logotipo de cada máquina.

En los casos de Microsoft (Xbox) y Sony (PlayStation) también tenemos que averigüar si la videoconsola incluye lector de discos. Ambas marcas comercializan modelos exclusivamente digitales, esto es, que solo admiten la descarga de juegos; no cuentan con una ranura para insertarlos. Más concretamente hablamos de Xbox Series S, PlayStation 5 Pro y PlayStation 5 Edición Digital. Para regalar en estos supuestos debemos adquirir una tarjeta de saldo (al estilo de los móviles prepago) en cualquier establecimiento autorizado: las hay de todas las cantidades y el obsequiado puede canjearlas por los juegos que quiera en la tienda digital correspondiente (las marcadas como 'Steam' son para jugadores de ordenador, plataforma en la que ya resulta complicado encontrar juegos en formato físico).

Si queremos regalar una consola, el presupuesto es uno de los factores más importantes: los modelos más caros (Xbox Series X y PlayStation 5) rondan los 500 euros, aunque podemos ahorrarnos algunos euros optando por modelos con menos capacidad de almacenamiento y sin lector de disco. No lo incluye la mentada Xbox Series S, que resulta una opción con menos potencia técnica pero más compacta, ideal para aprovechar el servicio de suscripción de juegos de Microsoft (Xbox Game Pass, a lo Netflix).

En el caso de Nintendo Switch, el catálogo alberga muchos más títulos de corte familiar, aunque no faltan los principales juegos del mercado para jugadores talludos. Una gran baza de esta máquina (mitad portátil, mitad consola de sobremesa) es que viene con dos mandos de serie; salvo si elegimos su modelo 'Lite', más económico. Por lo demás, la principal diferencia entre la versión OLED y la estándar es que la primera, más cara, ofrece una pantalla de colores más vivos (lo que no debería influir en la compra si pensamos usarla exclusivamente para jugar en el televisor).

Sea como fuere, por norma general, cualquier jugador preferirá aquella consola en la que pueda jugar online con amigos y conocidos: toca sondear a su entorno.