¿Qué 'gadgets' meto en la maleta? Propuestas para entretenernos... y para desconectar

Aunque los niños suelen pasar las vacaciones de piscina en piscina, los momentos centrales del día invitan a quedarse en casa, al amparo del aire acondicionado. Las tabletas electrónicas se convierten entonces en sus mejores compañeros: existen modelos a prueba de golpes y con toda clase de aplicaciones infantiles listas para usar.

El niño puede ver su serie de dibujos favorita mientras nos hace compañía en el (improvisado) despacho de casa; también tiene a disposición videojuegos diseñados para su edad e infinitas páginas webs repletas de pasatiempos.

Sea como fuere, se recomienda controlar las horas que los menores pasan frente a las pantallas y habilitar algún sistema de control parental para evitar que accedan a contenidos no adecuados para su edad (especialmente si tienen acceso a la tablet cuando no estamos delante).

Tan importante como divertirse es refrescar los contenidos aprendidos durante el curso. Atrás quedaron los tiempos de 'Vacaciones Santillana', aquellos libros repletos de ejercicios para completar a lápiz: ahora lo que se lleva es recurrir a alguna de las aplicaciones disponibles tanto para iOS como para Android. Su interactividad las convierte en una especie de videojuego, por lo que resultan mucho más atractivas para el niño, quien interioriza conocimientos con mayor facilidad.

La eficacia de estas apps educativas se ha demostrado también en las aulas. Según un estudio elaborado por BlinkLearning en España y Latinoamérica, un 83% de los profesores comprobó que la motivación de sus estudiantes aumentaba considerablemente al utilizar herramientas digitales en sus clases de forma periódica.

Ahora bien, ¿qué aplicaciones elegir? Qustodio, firma especializada en seguridad y bienestar digital, enumera las cinco más utilizadas por los niños españoles en su informe 'De Alpha a Zeta, educando a las generaciones digitales':

Smartick: Las niñas de entre 7 y 9 años son el público más fiel de este método online, en el que suelen permanecer unos 34 minutos al día realizando ejercicios de matemáticas o lectura adaptados a su ritmo y nivel educativo.

Kahoot!: Su uso destaca especialmente entre los chicos de 7 a 12 años, quienes invierten una media de 16 minutos diarios en responder a cuestionarios interactivos y competir contra otros usuarios.

Duolingo: Los niños entre 7 y 9 años son los mayores fans de esta app, a la que se conectan hasta 18 minutos diarios para aprender idiomas de forma amena y eficaz, con lecciones cortas y personalizadas.

Quizlet: Es la plataforma educativa más visitada por el grupo de chicas comprendido entre los 16 y los 18 años, quienes repasan conceptos de diversas materias durante 15 minutos diarios. Para ello cuentan con tarjetas didácticas, juegos y tests de evaluación.

Photomath: Chicas y chicos emplean por igual (6 minutos por día) esta curiosa app. Soluciona problemas matemáticos al enfocarlos con la cámara del móvil, mostrando el resultado y el procedimiento paso a paso.

La tecnología también puede ayudar a los padres cuando tienen que trabajar en casa o hacerlo durante unos días desde el destino vacacional familiar. Ambos casos pueden complicarse si estamos en un entorno ruidoso, por lo que la recomendación número uno de los expertos son unos auriculares con cancelación de ruido. La firma SPC está especializada en soluciones profesionales a dicho respecto, sin cable o inalámbricas, que nos permitirán centrarnos en las llamadas telefónicas y en la redacción de informes.

La portabilidad también es indispensable si nos vemos obligados a trabajar en cualquier parte. Los ordenadores portátiles (e incluso el smartphone) pueden hacernos el apaño, pero resultan incómodos según la situación. Podemos optar así por una pantalla portátil con la que no dejarnos la vista: los modelos más económicos parten de los 100 euros y ocupan el mismo tamaño que un bloc de notas. Basta conectarles cualquier dispositivo por HDMI o USB.

Los combos de teclado y ratón inalámbricos también ayudan a separarnos de la pantalla y a teclear más rápido. Ganamos así en productividad y confort; sobre todo porque no requieren más configuración que conectar un adaptador al puerto USB de nuestro equipo (portátil o de sobremesa).

No está de más, por último, utilizar alguna pulsera de monitorización o reloj inteligente: nos ayudará a ser conscientes de cuántas horas llevamos sentados; a desconectar de todo silenciando las notificaciones profesionales y a plantearnos el reto de superar un mínimo de calorías diarias practicando actividades en familia.