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Rivera, en el campanario del Buen Pastor en San Sebastián F. Morquecho
«¿Qué siento al oír una campana? Pienso si es buena o mala»

Gabriel Rivera

Maestro fundidor de campanas
«¿Qué siento al oír una campana? Pienso si es buena o mala»

Es la quinta generación de una estirpe de fabricantes con piezas repartidas por todo el mundo: «A los católicos de Corea les encantan»

Carlos Benito

Sábado, 5 de agosto 2023, 00:04

El tatarabuelo de Gabriel Rivera también se llamaba Gabriel Rivera y fabricaba campanas. En aquella época, el oficio era itinerante: se excavaba un hoyo a pie de torre para fundir allí mismo la campana, porque no había manera de trasladar de pueblo a pueblo esos ... pesadísimos colosos de bronce. El tatarabuelo se acabó afincando en Montehermoso, provincia de Cáceres, y allí sigue funcionando el taller de la familia, una de las cinco fundiciones artesanales de campanas que quedan en España. Ah, Gabriel Rivera tiene un hijo de 19 años que también se llama Gabriel Rivera, la sexta generación de la estirpe, y además de fundidor le ha salido campanero: es el primero de la saga que, además de fabricarlas, las toca.

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