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Después de un par de cenas con los amigos y alguna que otra comida en la que se te ha ido un poco la mano con el vino, seguro que ya te has hecho la firme promesa de no volver a beber... nunca más. Y ... eso que todavía no hemos empezado con las celebraciones oficiales. Además de lo perjudicial que resulta para nuestra salud beber alcohol, levantarse con resaca es de lo más desagradable: dolor de cabeza, náuseas, acidez de estómago, debilidad, embotamiento, ligera amnesia...
El caso es que existen muchos mitos y medias verdades en torno al tratamiento de la veisalgia, que es el nombre científico con el que se conoce a esa profunda sensación de malestar después de un atracón etílico. Desde pastillas que prometen que te levantarás como una rosa –spoiler: «su efectividad es bastante dudosa»– hasta remedios caseros de eficacia cuestionable como tomar un zumo de apio o un chupito de vinagre de manzana antes de empezar la juerga.
En realidad, solo hay una manera de no tener resaca y la sabemos todos: no beber alcohol. «Cuando nos pasamos con las copas, lo único que se puede hacer es tratar con más o menos éxito los síntomas causados por ese consumo excesivo, pero no existe una pócima milagrosa que nos impida tener veisalgia», aclaran en el Departamento de Biología Celular de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla). Lo que sí esverdad es que no todo el mundo metaboliza igual el alcohol y eso hace que la resaca pueda ser más o menos intensa y duradera. «Lo normal es que los síntomas no se prolonguen durante más de un día», añaden los expertos.
Ahora bien, existen una serie de trucos para que la resaca al día siguiente sea más llevadera: comer alimentos ricos en grasas y de absorción lenta como carne, huevos o frutos secos antes de empezar a beber; tomar un vaso de agua entre copa y copa para no deshidratarnos –el alcohol nos hace orinar con más frecuencia porque es diurético–; las bebidas blancas (ginebra, vodka...) dejan menos resaca que las oscuras (whisky, ron...); y si se toman combinados, mejor mezclarlos con zumos o refrescos sin azúcar «porque la glucosa empeora los efectos de la veisalgia», precisan los expertos.
Si el daño ya está esto y el día anterior te bebiste hasta el agua de los floreros, el único remedio para acabar con ese mal cuerpo es precisamente tratar los síntomas. «Beber mucha agua puede hacerte sentir mejor, pero la deshidratación suele ir acompañada de un desequilibrio electrolítico, por lo es recomendable añadirle sales de rehidratación oral como las que se toman en caso de diarrea».
Otro truco que funciona es comer alimentos ricos en cisteína: huevos, cerdo, pollo, pescado, lácteos, legumbres... «Este aminoácido es capaz de reducir la cantidad de acetaldehído, que es uno de los químicos tóxicos producidos por nuestro organismo a medida que metaboliza el alcohol», añade Sally Adams, investigadora de la Universidad de Bath (Reino Unido).
Uno de los remedios caseros más populares es que comer espárragos ayuda a combatir la resaca ¿Verdad o bulo? «La mayoría de los remedios que se utilizan contra la resaca se basan en el tratamiento de los síntomas: analgésicos o antiinflamatorios para el dolor de cabeza; líquidos para la deshidratación; antiácidos para el ardor de estómago... Lo que ocurre con los espárragos es que cualquier alimento que aumente la actividad de las enzimas que eliminan el alcohol de nuestro cuerpo, como es su caso y el de muchas frutas y verduras, puede ser considerado bueno para la resaca», añaden los expertos.
En cuanto a los medicamentos, en este caso se debe seguir a pies juntillas el dicho de 'noches de desenfreno, mañanas de ibuprofeno'. «No obstante, se debe tener precaución a la hora de tomar este fármaco porque puede potenciar la actividad irritante del alcohol a nivel gástrico al alterar la barrera del estómago. No suele ocurrir cuando se toma una única dosis pero sí con la toma continuada de este antiinflamatorio», advierten los investigadores del departamento de Farmacología, Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la Universidad de Santiago de Compostela.
No hay mayor error que tomar una cerveza o una copa de vino para calmar los síntomas de la resaca. Eso de que alcohol con alcohol se quita no solo es mentira sino que puede ser «peligroso», alerta Sally Adams. «Los órganos vitales como el hígado necesitan tiempo para arreglar el daño producido por el consumo exagerado de bebidas alcohólicas. La recomendación es no beber alcohol en los dos días siguientes a una borrachera».
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