Secciones
Servicios
Destacamos
La tos. Las hay de tantos tipos que con frecuencia se confunden. Seca, mucosa, leve, grave, ferina, crónica, nerviosa, 'carrasposa'... La del que se atraganta es diferente de la de quien sube nervioso a un escenario. No digamos nada de la de quien lleva en ... su interior una enfermedad quizás terminal. La tos. Puede ser el simple reflejo de unas vías respiratorias momentáneamente obstruidas o la manifestación de una gripe, una alergia, una crisis de asma, que no hay por qué ponerse siempre en lo peor. Si la suya comienza a preocuparle, salga de dudas. Después de diez o catorce días dándole guerra, lo mejor es consultar el asunto con el médico de cabecera. ¡Quién sabe lo que hay!
Aunque lo de los tosidos parezca una cuestión menor, no lo es. Los médicos los consideran tan importantes que el último congreso de la sociedad Semergen de especialistas de Atención Primaria (Semergen), celebrado hace escasas fechas en Bilbao, programó una sesión dedicada exclusivamente a ellos. «Con frecuencia, nuestra vida correría un grave riesgo si no fuera por esas toses que evitan la entrada de secreciones en los pulmones», explica el experto José Luis Martínez Carrasco, que abordó la cuestión en el foro profesional.
La tos no tiene que ser mala. La mayoría de las veces es la respuesta natural del organismo para defenderse de intrusos con capacidad de generar un mal mayor. El experto de Semergen recuerda que hay tres medidas de prevención básicas que deben cuidarse, sea cual sea el origen y la gravedad de la manifestación, Evitar toses molestas pasa por estar permanentemente bien hidratado y garantizar una buena ventilación del espacio en el que uno se encuentre.
Cuando la cosa comienza a complicarse y las toses se prolongan más allá de los diez o catorce días ha llegado el momento de tomar medidas. La primera, consultar con el especialista. «El problema más común –añade el experto, del centro de salud de Fuencarral (Madrid)– suele ser la tos seca, especialmente cuando se hace prolongada porque es muy molesta».
Por lo general, este tipo de tos, también llamada improductiva (¡hay que ver lo gráfico que es el lenguaje médico!) se desencadena por la irritación de la garganta o los bronquios debido a una infección, una alergia o al humo de los cigarrillos. Ocurre con frecuencia en paciente s con asma, pero también al término o durante el transcurso de una sesión de ejercicio físico. Duele la garganta, el pecho, se siente irritación y aparece una molesta tos que, en ocasiones, llega a dificultar la conciliación del sueño.
Existen tratamientos antihistamínicos y derivados de los opiáceos , entre otros, que ayudan a calmar todas esas toses, muchas veces provocadas por puro nervio. Generalmente suelen ser jarabes, pero también los hay en pastillas. La industria farmacéutica trabaja ya en el diseño de una nueva familia de antitusígenos que actúan sobre las vías nerviosas y que permitirán un mejor control de este tipo de tos.
Antes de llegar ahí, la primera receta que recibirá de su médico será, no obstante, la de intentar combatir los ataques con métodos tradicionales que se sabe que funcionan. Los remedios de la abuela, en ocasiones, no siempre, se convierten en ciencia y ésta es una de ellas. La sequedad se alivia bebiendo agua, pero también funcionan otras soluciones populares como chupar caramelos balsámicos, tomarse unos vahos de eucalipto o consumir miel, sola o diluida en leche .
Entre las defensivas y las más graves existe un tipo de toses intermedias a la que la médica Alicia López de Ocáriz, de Laboratorios Cinfa, se refiere con términos populares: son las famosas toses de perro, «propia de la típica infección de laringe o traquea», y las que llegan acompañadas de gallos, que suelen ser propias de la tos ferina, aunque no solo.
Todas ellas requieren tratamientos que van más allá de corregir una tos que ya ha dejado de ser el problema central de salud para convertirse en el síntoma de algo mayor. Puede ser una infección pulmonar, como consecuencia del reflujo estomacal o tal vez una Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), lo que siempre se llamó bronquitis crónica.
Otras veces, hay señales que indican que los tosidos son el menor problema que uno tiene. Además de una EPOC, que ya es algo complicado, pueden ser la señal de una tuberculosis, fibrosis quística o, peor, un cáncer de pulmón. Si tose, una de las primeras preguntas que le hará su médico –no lo dude y que no le extrañe– será si fuma; porque el tabaco es una de sus principales causas.
Otoño e invierno son épocas de tos. Más humedad, más virus, más bacterias. Hora de cuidarse, ahora un poco más de lo habitual.
La tos crónica, la que se prolonga más de ocho semanas, resulta más común de lo que se cree, afecta al 10% de la población. Existen medidas muy básicas que pueden ayudar a evitarla, según recuerda la médica de Cinfa Alicia López de Ocáriz
– Beba dos litros de agua para mantener hidratadas las vías respiratorias. Agua, zumos, caldos, infusiones...
– Mantenga al menos en un 40% la humedad de sus estancias. El ambiente seco favorece la tos.
– Evite los espacios con humo.
– Eleve la cabecera de su cama. Vale una doble almohada.
– Lávese las fosas nasales con agua de mar o suero fisiológico.
–Suavice la garganta con caramelos de miel o de hierbas
– En caso de tos, respire profundamente y trague saliva.
– Controle posibles alérgenos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.