El prota está malo

«Nos hemos inspirado en la ingeniería inversa para realizar un ejercicio de lo que podríamos llamar 'diagnóstico inverso';hemos cogido unos cuantos de los personajes más divertidos y representativos de la cultura popular para descubrir en qué se basaron sus creadores al componerlos, además de algunos iconos pop de carne y hueso, para acercar al lector las condiciones médicas que padecieron. No como un manual médico infalible, sino como una pequeña aproximación al mundo de la medicina para el público en general», explican Juan Sánchez-Verde y Guido Rodríguez de Lema, de Bilbao y Madrid respectivamente. Cosecha del 84, ambos se matricularon en asignaturas de Bellas Artes y acabaron la carrera de Medicina sin conocerse, para coincidir después en el mismo centro sanitario y descubrir aficiones comunes.

En 2018 crearon la web 'Yo, doctor' (http://www.yodoctor.es), donde desentrañan cuestiones médicas y se dedican a desmentir bulos, ahora mismo sobre el coronavirus, con el humor de sus viñetas: «Somos intercambiables, unas veces empieza uno el dibujo y lo termina otro, otras hace uno el guión y el otro dibuja... Es la única manera de compaginarlo con nuestro trabajo en el hospital, por no hablar de la vida familiar...», dice Juan. Y añade Guido: «Si no fuera porque somos dos sería imposible. Por ejemplo, cuando Juan se rompió el codo al caerse de la moto no dibujó durante meses y todo el trabajo recayó en mí».

– ¿Cuál de los personajes de 'Medicina Pop' es el que más se acerca al 'paciente de manual' de la enfermedad que representa?

Guido: Probablemente las personas reales como Freddie Mercury (sida) o Gaten Matarazzo, el actor que hace de Dustin en la serie 'Stranger Things' (displasia cleidocraneal), pues padecen o padecieron dichas enfermedades.

Juan: Pero aunque unos se parezcan más que otros hemos intentado hacer este libro con muchísimo cariño y cuidado. Nos gusta pensar que en algún momento un sanitario pueda utilizarlo para explicar su enfermedad a algún paciente o que alguien que padezca alguna afección que sale en el libro pierda el estigma que puede acarrear.

–Es un reto reconocer al centenar de propuestas y completar el cuestionario final. ¿Por qué no incluyeron la solución?

Guido: Nos pareció gracioso que fuese complejo averiguar todos. La mayoría son muy fáciles pero para tener el 100% hay que padecer 'frikosis', jajaja.

Juan: Además, el libro nació de un juego que Guido y yo practicamos cuando nos aburrimos y como juego queríamos que los demás participaran. Tenemos pensado organizar un concurso y ver quién es el primero que los adivina todos.

– ¿Qué personaje ilustraría la página del coronavirus?

Guido: No le ha dado tiempo a la cultura popular a asimilar todo esto, pero en unos años muchas películas, libros o videojuegos estarán influidas por esta pandemia.

Juan: Pandemias en la cultura pop hay muchas, pero si tuviera que elegir un personaje sería uno que sale en las pelis de zombies, al que muerden y se lo oculta a los demás hasta que es demasiado tarde; ese sería todas aquellas personas que no se ponen mascarilla.

– ¿Por qué crearon 'Yo, doctor'?

Guido: Como forma de dar a conocer nuestro trabajo con intención de hacer un cómic, pero cuando nos dimos cuenta del valor que tiene la divulgación gráfica en redes nos hemos concentrado en potenciarla.

Juan: «Gracias a la web hemos conocido a cantidad de personas que hacen un trabajo de divulgación gráfica como nosotros y hemos comprendido que en la sociedad actual puedes lanzar un mensaje, en nuestro caso científico, veraz, interesante y con alcance, si sigues unas reglas básicas. Y gracias a la ilustración y el cómic podemos hacerlo.

–Y se dedican a desmentir los bulos que corren estos días...

–Los bulos del coronavirus nos han desbordado. En los primeros momentos y con los pocos datos que manejábamos era fácil que las recomendaciones de un día no fuesen válidas al siguiente, aún hoy nos queda mucho por saber y rectificar, y esto desanima a la hora de hacer un trabajo gráfico que podría dejar de ser válido en cuestión de días. A esto hay que sumarle que la entendible inseguridad que crea esta situación hace que la gente, a veces con buena intención y otras veces con clara malicia, difunda información no contrastada. Y ha sido tal la avalancha de bulos que con vergüenza debemos confesar que hemos claudicado.

–¿Cuál es el más gracioso o peligroso que se han encontrado?

Juan: Me hacen mucha gracia los negacionistas del virus de Finlandia. De verdad... ¡Creen que no existe! Pero para mí los anti vacunas son el diablo.

Guido: Creo que cualquier bulo deja de ser gracioso cuando pasa de que se lo crean tres tipos con un sombrero de papel de plata a haber miles de convencidos. Por ejemplo, me parecía 'gracioso' que alguien pudiese no creer en la existencia del VIH hasta que me di cuenta de la cantidad de negacionistas que hay y que se les da voz en ciertos medios. Estoy aterrado.