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La prevención en salud cerebral centra numerosas investigaciones en los últimos años. Al igual que contamos ya con recomendaciones claras de nutrición o hábitos de vida para mantener en forma el corazón, nuestros pulmones, las articulaciones o la flora intestinal, los científicos han dado ya ... con las claves para retrasar el deterioro cerebral y las enfermedades neurodegenerativas: ejercicio, alta actividad intelectual, nutrición, sueño, evitar el estrés y fomentar las relaciones sociales.
«Si hacemos un ranking de acciones con beneficios para nuestra salud cerebral, el ejercicio físico y la reserva cognitiva se disputarían el primer lugar», señala el doctor en psicología de la salud Álvaro Bilbao. Ha analizado numerosos estudios científicos «sobre factores de riesgo y prácticas preventivas de diferentes trastornos mentales», además de trabajos que muestran «el efecto de ciertos estilos de vida en las facultades mentales y el bienestar psicológico», y detalla las claves en su libro 'Cuida tu cerebro... y mejora tu vida' (Plataforma Editorial). Este es el plan de prevención.
No hace falta correr maratones. «Si tuviera que dar un único consejo a una persona que quiere frenar el envejecimiento cerebral y prevenir sus enfermedades le diría que camine una hora al día», apunta. Muy por encima de los ejercicios 'mentales' «como hacer sudokus».
Diego Redolar, doctor en neurociencias y profesor de la UOC, destaca también el ejercicio entre los hábitos que más ayudan a la salud cerebral. «Hacer actividad física de manera regular impulsa ese proceso de formación de neuronas nuevas», aporta. «No es la profusión de estímulos lo que induce el nacimiento de nuevas neuronas, sino el ejercicio físico que hacemos como respuesta a los estímulos».
No es solo jugar al ajedrez o hacer puzles. «Si hay una estrategia que te puede ayudar a crear una auténtica barrera frente al envejecimiento cerebral y sus enfermedades esa es aumentar la reserva cognitiva», resalta. ¿Cómo? «Aprendiendo muchas cosas a lo largo de la vida. Una buena reserva de conocimientos acumulada en tu cerebro puede ayudar a resistir durante más tiempo el embate de enfermedades como el alzhéimer», advierte Álvaro Bilbao. Aprender una receta de cocina, viajar, leer, un curso de pintura, un idioma, un nuevo deporte... Y entre los pasatiempos y juegos de mesa, «el mejor, sin duda, el crucigrama».
Varios estudios lo han demostrado mediante resonancias magnéticas. «Individuos con una carga genética importante para desarrollar la enfermedad o incluso ya enfermos han logrado frenar la aparición de la sintomatología con esta reserva intelectual que, de alguna manera, ha compensado los factores clínicos», completa Diego Redolar.
Es otra de las piezas claves. Ocuparía una tercera posición en ese listado de recomendaciones para mantener en forma nuestro cerebro. Una dieta mediterránea en la que predomine la verdura, fruta, legumbres y pescado abundante es el mejor aliado para la salud cerebral. «La restricción calórica también ha demostrado sus beneficios en ensayos con animales. Alarga la vida», detalla Bilbao.
Se deben evitar las grasas saturadas, causa de la «arterioesclerosis», que está en el origen de accidentes cerebrovasculares como el ictus, pone como ejemplo. «El principal enemigo de la 'oxidación cerebral' está en los alimentos ricos en radicales libres, que se encuentran en las grasas animales, principalmente aquellas presentes en embutidos, carnes rojas, frituras, snacks y los ricos en grasas hidrogenadas como la bollería industrial», incide.
Horas suficientes de descanso, controlar el estrés y mantener las relaciones sociales son los hábitos a seguir que cerrarían este plan de prevención.
Sueño: Un mínimo de 7 u 8 horas. «A partir de la cuarta hora es cuando el sistema inmunológico trabaja a pleno rendimiento y se eliminan los productos de desecho del cerebro». El proceso ayuda a eliminar los detritos moleculares que las células del cerebro producen como parte de su actividad natural.
Huir del estrés: Si hacer ejercicio oxigena la sangre, «el estrés hace todo lo contrario, tiene un efecto nefasto sobre las neuronas», apunta Redolar. «Hay que encontrar un punto de equilibrio saludable que estimule el cerebro pero que, literalmente, no lo queme».
Relaciones sociales: Socializar «estimula todas las áreas de la corteza cerebral». «Son muchas las investigaciones que demuestran que las personas que viven solas tienen más propensión al deterioro cognitivo y la demencia, hagan o no sudokus», insiste el doctor en psicología de la salud.
Descubre si tus hábitos de vida son neurosaludables con este sencillo test de salud cerebral elaborado por el doctor en psicología de la salud Álvaro Bilbao. Podrás ver cuáles son tus puntos fuertes y tus áreas de mejora.
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