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La lista de lo que puede llegar a hacer una persona para verse más atractiva o sentirse a la última en el universo digital es tan larga como peligrosa. Las llamadas 'locuras beauty' están a la orden del día, espoleadas por el efecto multiplicador de ... las redes sociales, donde no impera precisamente el rigor científico. Una de las más recientes en hacerse viral es la de desterrar la ropa interior de color negro porque dicen por ahí que causa más infecciones que la de tonos claros. La doctora Ana Molina, una las divulgadoras más conocidas en nuestro país en el ámbito de la dermatología, pone un poco de cordura en todo este «caos de modas absurdas, que pueden llegar a poner en riesgo nuestra salud».
«Los defensores de esta teoría argumentan que los tintes que se utilizan para los colores oscuros pueden irritar o producir más alergias en la zona vulvovaginal. Sin embargo, esto es falso. Las infecciones están causadas por microorganismos, no por la tinta. En todo caso, los tintes podrían generar alergias o irritaciones, pero no sería un problema exclusivo de la ropa interior ni de un color en concreto. Por eso es importante comprar prendas que no destiñan, lavar la ropa nueva antes de utilizarla y evitar las prendas demasiado ajustadas. En resumen: no existe ninguna relación entre el color de ropa interior y la aparición de infecciones. Lo que sí puede influir es el material del que están hechas las bragas, ya que si es sintético puede ser el responsable de infecciones reincidentes. De hecho, los dermatólogos siempre recomendamos usar ropa interior de algodón porque aumenta el flujo de aire y disminuye la acumulación de humedad».
«¡Ya está aquí, ya llegó, es la cosmética 'detox'!», bromea la autora del libro 'Piel sana, piel bonita'. La doctora Molina se refiere a esa corriente que circula por las redes sociales en la que se recomienda hacer ayunos cosméticos cada cierto tiempo. En otras palabras, ir con la cara lavada durante varios días para dejar respirar a la piel. Pues bien, «la piel no respira ni se asfixia. Recibe sus nutrientes a través de los vasos sanguíneos y ya se le pueden poner encima montañas de vaselina o manteca que seguirá a lo suyo, porque ya tiene al pulmón para suministrarle oxígeno y al hígado y los riñones para eliminar lo que no necesita. A la piel hay que darle lo que necesita en cada momento».
Las pestañas alargadas y abundantes son tendencia y cada vez son más las personas que recurren a tratamientos específicos, más allá de la máscara de toda la vida, para lograr que se vean infinitas. El problema es que uno de los efectos secundarios de estos colirios 'crece pestañas' es que puede alterar la coloración de los ojos. De hecho, algunos de ellos son empleados para el tratamiento del glaucoma. «No es grave, pero es importante tenerlo en cuenta, sobre todo las personas que tienen los ojos claros porque pueden aparecerles manchas oscuras en el iris», advierte el doctor Javier Araiz, especialista en retina del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO). Además de picor y enrojecimiento de los ojos, «las pestañas no crecen de forma uniforme, algunas pueden hacerlo más que otras y en direcciones diferentes, lo que no resulta demasiado favorecedor», añade la doctora Molina.
El de la 'depilación nasal' es uno de los retos con más seguidores en redes sociales. Algunas de las influencer más conocidas, como es el caso de la italiana Chiara Ferragni, con más de 28 millones de seguidores, se sumaron a este 'challenge', que consistía en colocarse un pegote de cera caliente en los orificios de la nariz con la ayuda de unos palillos de madera y grabar el tirón. «Es una moda que nos duele más a los dermatólogos y otorrinolaringólogos que a los propios protagonistas de los vídeos, ya que los pelos que hay en el interior de la nariz están ahí no solo para filtrar y bloquear las bacterias, el polvo y las esporas que podrían entrar al sistema respiratorio, sino también para aumentar la humedad del aire inhalado, un proceso importante para la respiración. A nadie le gusta ver cómo un pelo asoma por su nariz, pero basta con recortarlo con una tijera. No hace falta llevarse por delante todos los demás».
Se trata de un plástico tipo film compuesto por yodo y algas marinas pensado para envolverse en él y adelgazar. «Para colmo, los anuncios recomiendan utilizarlo junto con una faja para hacer deporte y así aumentar su eficacia. Con estas prácticas lo único que conseguimos es generar un efecto invernadero. Es decir, sudamos, pero esto ni quema grasas ni calorías. Además, la irritación de la piel es alta, puesto que el sudor acumulado tiene sustancias ácidas, por no hablar de la cantidad de bacterias», señala Molina.
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