Laura Liedo

Las irregulares reglas del confinamiento

El estrés y la ansiedad están provocando muchos desajustes en la menstruación

Martes, 5 de mayo 2020

Hay incluso 'hilos', conversaciones, en Twitter donde las mujeres van compartiendo información sobre los desajustes que sus menstruaciones están experimentando durante este confinamiento por la pandemia. «A mí me ha bajado la regla cuatro veces este mes, pero tengo alguna amiga que me supera pues, ... simplemente, la ha tenido todo el rato», dice una mujer. También ocurre lo contrario: «Un mes de confinamiento sola y no me baja la regla. Ojo, que os traigo al nuevo profeta», porque esto también da para bromas, que ayudan a sobrellevar la preocupación. «Somos varias; yo ya no soy un reloj. Nos ha cambiado el ciclo vital». «Yo tuve una regla un día. Y se fue. Me suele durar tres o cuatro». «A mí se me retrasó ocho días y tengo amigas que están parecido. El confinamiento hace estragos», elucubra una. Y con razón.

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Ahora que estamos evitando acudir a cualquier tipo de consulta médica para evitar contagios a no ser que la cosa sea grave, muchas mujeres que estan viviendo estos cambios en sus reglas se los guardan para sí o los comentan con su entorno, quedándose con la duda de si deberían decírselo a su ginecólogo, por si pudiera ser importante o, por el contrario, un desajuste pasajero: «En una situación tan compleja –responde Ezequiel Pérez Campos, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital General asociado Universitario de Requena (Valencia)–, las mujeres están asumiendo estos cambios como 'problemas menores' y no acuden a los centros sanitarios, foco de SARS-Cov2, que, como es lógico, aterra a la población. Así que no hemos tenido consultas por esta causa. Supongo que las mujeres los consultarán cuando se relaje la situación. Por eso es importante usar este espacio que estamos usando aquì para darles tranquilidad».

– Retrasos, adelantos, ausencias, reglas que no terminan nunca, sangrados muy abundantes o, por el contrario, demasiado escasos... ¿Puede el confinamiento estar afectando a las menstruaciones y cómo?

– En situaciones de estrés, reclusión, ansiedad y cambios bruscos en la forma normal y rutinaria de vida, hay descritos cambios en el patrón de la regla de muchas mujeres, hasta de un tercio de las mismas. Incluso más en situaciones límite: en las mujeres de los campos de concentración nazis se llegaba al 90% de amenorrea o ausencia de regla. Repecto al sangrado más abundante, tiene que ver con la disfunción del ciclo ovárico, que se puede traducir en diferentes formas clínicas.

– ¿Puede afectar también este estrés que vivimos a los intentos por conseguir quedar embarazada?

– La fertilidad, en los casos que he descrito, se podía ver alterada, pero no de forma constante. La ovulación puede ser menos previsible, pero se puede producir igualmente. Lo cual hay que tener en cuenta tanto en las mujeres que buscan un embarazo como en las que lo quieren evitar; los métodos anticonceptivos no deben interrumpirse si la mujer no desea un embarazo. Incluso en casos extremos de reclusión, el ciclo habitual y la fertilidad volvían a la normalidad en cuanto acababa esa situación.

– Si tiene que ver con el estrés y la ansiedad, ¿es posible hacer algo al respecto?

– El estrés, la modificación de hábitos, la ansiedad... influyen en el hipotálamo cerebral, responsable de la secreción de las hormonas que acabarán estimulando la acción de los ovarios. Igualmente, puede provocar el aumento de secreción de una hormona denominada prolactina, relacionada por otro lado con la lactancia, lo que provoca alteraciones del ciclo menstrual. Todas las medidas de normalización de los hábitos, incluso en el confinamiento, encaminadas a disminuir la ansiedad, pueden mejorar estas alteraciones. Pero lo cierto es que esto no es fácil hasta la recuperación de la vida habitual.

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– ¿Hay documentada alguna otra situación similar a esta, quizá no de confinamiento por pandemia pero sí por otros motivos y que incluya el estrés, que haya tenido su reflejo en desajustes en la regla o en la dificultad para concebir?

– Hay estudios en mujeres encarceladas, en mujeres en periodos de guerra y en mujeres en campos de concentración. Los resultados, respecto a alteración del patrón menstrual habitual, se daban en todas estas circunstancias. La alteración en la regulación del ciclo ovárico, se puede traducir también en alteraciones de la fertilidad, con los matices antes señalados.

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De 'lunáticas', más bien poco

La aplicación de salud menstrual Clue analizó el año pasado los ciclos menstruales de sus 7,5 millones de usuarias sin encontrar ninguna correlación entre las fases lunares y el ciclo femenino y su fecha de inicio, que cae al azar a lo largo de todo el mes. La tradición siempre ha relacionado la regla con las fases de la Luna porque estas se completan a lo largo de 28 días, lo que coincide también con los días que se supone dura el ciclo menstrual, según lo que hemos aprendido. Pero se trata solo de eso, una coincidencia, porque los 28 días son una referencia, la duración que más suele repetirse, pero es habitual cualquier periodo entre tres y cinco semanas, segun la Sociedad Española de Contracepción. Otro estudio de 2004 publicado por la revista científica 'Contraception' analizó las reglas de 130 mujeres entre 18 y 40 años a lo largo de 30 semanas para descubrir que lo de los 28 días solo lo cumplía entre el 10% y el 15%. En un 46%, los ciclos tenían una duración variable y experimentaban retrasos o adelantos de hasta siete días entre una regla y la otra. Así que de 'lunáticas' tenemos más bien poco.

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