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¿Cómo interpretar un análisis de sangre?

¿Cómo interpretar un análisis de sangre?

Recurrir al 'doctor Google' suele ponernos en lo peor ·

Consultar a nuestro médico es la mejor opción. Pero si aún así queremos entender lo que dicen nuestros resultados, aquí van unas cuantas pistas

Viernes, 30 de septiembre 2022, 19:00

¿Quién no ha tecleado alguna vez en Internet frases como 'creatinina alta, ¿qué significa?' o '¿es malo tener los leucocitos bajos? después de recibir los resultados de la revisión médica de la empresa y comprobar, con el susto en el cuerpo, que el informe del análisis de sangre tiene más asteriscos que un libro plagado de notas a pie de página. «El problema de esas búsquedas es que casi siempre terminan en lo peor», dice con conocimiento de causa el doctor Martín Axpe, experto en análisis clínicos. Es el 'peligro' de consultar con doctor Google antes que con el médico de cabecera o con el especialista que nos trata.

A veces también ocurre lo contrario. «Pacientes que se piensan que basta con hacerse un análisis de sangre para poner nombre al tema de salud que les preocupa. Y no es del todo así. La analítica es solo una ayuda al diagnóstico», precisa el director médico de Laboratorios Axpe. Para evitar sobresaltos innecesarios a la hora de leer el informe, el doctor nos ayuda a interpretar todos esos asteriscos que nos podemos encontrar en una analítica y que tan nerviosos nos ponen.

«Cuando hablamos de un análisis general como puede ser, por ejemplo, el que se hace en las revisiones médicas de empresa, el informe que se entrega al paciente suele dividirse en tres grandes bloques: el hemograma o hematimetría, en el que se analizan las células de la sangre (glóbulos rojos, blancos y plaquetas); la parte de la bioquímica general, en la que se miden valores como la glucosa, la creatinina, el colesterol... y en algunos casos también suele conllevar el estudio del metabolismo férrico y de tiroides; y la orina», resume el especialista. En este caso, nos vamos a centrar únicamente en la interpretación de los análisis referidos a la sangre.

Hemograma

Hematíes (glóbulos rojos)

Los glóbulos rojos son las células más numerosas de la sangre y uno de sus componentes más importantes. Cuando se encuentran por debajo de los valores de referencia –que son las dos cifras que aparecen en el informe justo al lado del parámetro que se analiza– generalmente indican que el paciente puede tener anemia. «En realidad, en lo que deberíamos fijarnos más no es tanto en el número total de hematíes como en la hemoglobina, porque puede ocurrir que la cantidad de glóbulos rojos en la sangre sea suficiente, en torno a los cuatro millones y pico, pero si hay falta de hierro su tamaño será pequeño y con poca hemoglobina. Sin embargo, cuando la hemoglobina está baja, pero los glóbulos rojos son grandes es probable que sea debido a una falta de ácido fólico o vitamina B12, frecuente en los vegetarianos», precisa el doctor Axpe.

Plaquetas

El volumen de plaquetas en sangre está relacionado con la coagulación, de manera que si el valor está por debajo de lo que se considera normal «se sangra más». Este dato se debe tener muy en cuenta, por ejemplo, si nos van a operar. Y no está de más saber por qué se tienen las plaquetas bajas».

Leucocitos (glóbulos blancos)

Una curiosidad: si miras un leucocito al microscopio es transparente, de ahí el nombre de glóbulo blanco. Estas células son las encargadas de defender el organismo, de «atacar lo externo. Cuando los leucocitos están por encima de los valores recomendados puede deberse a una infección. Y todavía podemos precisar más. Si son los neutrófilos los que están altos, probablemente sea una enfermedad bacteriana (antibiótico), mientras que si el parámetro que está elevado es el de los linfocitos, lo más seguro es que se trate de un virus. Los eosinófilos, sin embargo, están relacionados con las alergias.

Bioquímica

Glucosa

La bioquímica se analiza en suero y uno de los parámetros que se estudian es el de la glucosa, que es la cantidad de azúcar en sangre. «Este valor lo que nos va a indicar es si el paciente tiene diabetes en el momento del análisis o si puede llegar a tenerla en un futuro. Si el valor es superior a 100 las posibilidades de padecer esta enfermedad se incrementan considerablemente, por lo que es muy probable que el médico recomiende a ese paciente que cuide la dieta, haga ejercicio y baje de peso para ralentizar la subida de la glucosa». .

Creatinina

Este parámetro nos informa sobre el funcionamiento del riñón. Si la creatinina está elevada puede indicar una insuficiencia renal.

Urea

La urea también está relacionada con el riñón, pero tiene más que ver con una posible deshidratación.

Ácido úrico

El ácido úrico elevado puede desembocar en una enfermedad llamada gota, que afecta al dedo gordo del pie (dolor articular intenso, molestias, inflamación, enrojecimiento...).

Colesterol

En los resultados de las analíticas del colesterol suelen aparecer cuatro cifras. La primera se refiere al total, «que es un valor que nos sirve de orientación y en una persona sana debe estar por debajo de 200 mg/dl. Si la cifra total supera ese valor, entonces ya tenemos que empezar a preocuparnos», señalan en la Federación Española del Corazón (FEC). Llegados a este punto, es fundamental fijarse en las otras dos cifras que aparecen en la analítica: los valores de colesterol bueno (HDL) y del malo (LDL), que debe mantenerse por debajo de los 100 mg/dl. En el caso de las personas que presenten patologías cardiovasculares, antecedentes familiares o situaciones de riesgo (fumadores, diabéticos, hipertensos...), el límite de LDL baja considerablemente y no debe superar los 55 mg/dl. «Lo más habitual –explican en la FEC– es que por cada miligramo del bueno haya tres o cuatro del malo. Esa es la proporción más frecuente. Ahora bien, las mujeres tienen la suerte de tener el colesterol bueno mucho más elevado que los hombres, por lo que también están más protegidas frente a la aterosclerosis». La cuarta cifra se refiere a los triglicéridos, otra grasa que también debemos mantener a raya para evitar enfermedades cardíacas.

Enzimas

Aquí se miran las transaminasas, que analizan el funcionamiento del hígado a través de tres parámetros: GPT, GOT y GAMMA GT. «Si están elevadas significa que hay algo en el hígado, por ejemplo, una hepatitis. Antigüamente se decía que si un paciente tenía los triglicéridos y el valor de GAMMA altos, aunque te dijese que no bebía, bebía. A día de hoy, la mayoría de las veces se debe a la ingesta de determinados medicamentos», precisa el director médico de Laboratorios Axpe.

Metabolismo férrico

En este apartado, se suele medir el hierro (piensa en el dinero que llevas encima) y la ferritina (el dinero que tienes en el banco). «Es decir, puede que en el momento del análisis los valores de hierro se encuentren dentro de los parámetros normales (tienes dinero en metálico suficiente para pasar el día), pero lo que realmente demuestra que el depósito está lleno es la ferritina (el dinero que tienes en el banco)», ejemplifica el doctor Martín Axpe. Con la ferritina baja (anemia) se nos cae más el pelo, estamos cansados...

Hormonas

Las analíticas básicas no siempre incluyen un estudio de las hormonas tiroideas (TSH) pese a que la mayoría de los especialistas recomiendan su análisis por el elevado número de casos de mujeres con problemas de hipotiroidismo.

Marcadores tumorales

Otro de los parámetros que se deberían estudiar en los análisis realizados a hombres mayores de 50 años es el PSA, marcador tumoral para el cáncer de próstata.

Estos son los principales errores que se cometen antes de una extracción

Según explica el doctor Martín Axpe, la mayoría de errores o inexactitudes que puede contener un análisis no se suelen cometer en el laboratorio –las máquinas son cada vez más precisas– sino que se deben, en su mayoría, a una deficiente preparación del paciente en las horas previas a la extracción de sangre.

«Cuando decimos que se tiene que acudir en ayunas no es ningún capricho. Es importantísimo que la persona no coma nada en las ocho o diez horas anteriores a la analítica porque los resultados se pueden ver alterados. Y solo se puede romper el ayuno con agua. Ni zumos, ni infusiones, ni café», insiste el analista bilbaíno.

Tampoco es recomendable darse un atracón el día anterior porque el valor de los triglicéridos puede dispararse y «no somos capaces de diferenciar entre el valor habitual y los que acaban de entrar al torrente sanguíneo la noche anterior». Otra de las recomendaciones de los expertos es no machacarse en el gimnasio o salir a correr el día anterior porque afecta a parámetros como los glóbulos rojos, bilirrubina, potasio, ácido úrico...

¿Montar en bici?

También se debe tener en cuenta que algunos fármacos (anticonceptivos orales, antibióticos, algunas vitaminas, corticosteroides, esteroides anabólicos o aspirina) alteran los resultados de los análisis, por lo que, en esos casos, es recomendable informar al médico antes de que reciba los resultados.

En el caso de las analíticas de PSA (marcador de cáncer de próstata) no es conveniente montar en bicicleta –porque el sillín comprime la próstata y y eleva su valor– ni haber mantenido relaciones sexuales en los dos días previos al análisis.

El color de los tubos

  • Morado (hematimetría) Este tubo contiene la muestra en la que se analizan las células de la sangre para diagnosticar, por ejemplo, una anemia. Contiene un anticoagulante (EDTA) para evitar que las células se 'peguen' entre sí y facilitar su recuento.

  • Azul (coagulación) El anticoagulante que se utiliza en este caso es el citrato sódico, el más apropiado para el estudio de la coagulación de la sangre. Se trata de una prueba necesaria antes de someterse a una intervención quirúrgica.

  • Amarillo (bioquímica) En este tubo no se pone ningún anticoagulante, sino un gel separador y se utiliza para las pruebas de bioquímica (glucosa, colesterol, triglicéridos), marcadores tumorales, hormonas o anticuerpos (el virus del SIDA), que se hacen en suero.

  • Verde (heparina) El tubo de heparina se utiliza en la extracción de sangre para pruebas de plasma clínico, bioquímica de emergencia y reología sanguínea (propiedades físicas de la sangre como, por ejemplo, su viscosidad).

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