Secciones
Servicios
Destacamos
Dormir no es solo uno de los mayores placeres, sino que es fundamental para poder mantener una buena salud y conseguir recargar las pilas. Al margen de la facilidad de cada uno para conciliar el sueño con mayor o menor éxito, existen una serie de ... factores que nos ayudan a mejorar la calidad del descanso en función de nuestras necesidades y características, como la postura. Por ejemplo, una persona con sobrepeso y dificultades para respirar necesita tumbarse de una manera determinada para facilitar su descanso, mientras que una embarazada tendrá que dormir de lado y quien tenga problemas digestivos es aconsejable que pase la noche ligeramente incorporado.
Además de la postura, el tipo de colchón o incluso la altura de almohada también influyen (y mucho) en la calidad de nuestro sueño. También el género. Según reflejan los últimos estudios, las mujeres duermen una media de 11 minutos más que los hombres, pero se despiertan muchas más veces a lo largo de la noche, «por lo que se levantan al día siguiente con más fatiga y somnolencia», puntualiza Ariadna Ferré, enfermera de la Unidad de Sueño del hospital de la Santa Creu y San Pau (Barcelona).
Las variables que se deben tener en cuenta para poder dormir a pierna suelta son muchas, por eso los expertos en sueño aconsejan hacerse antes una serie de preguntas para adaptar tanto la cama (colchón, somier, almohada, orientación, textiles...) como la propia postura a nuestras necesidades de descanso: ¿Cuánto peso?, ¿tengo problemas de espalda o cervicales?, ¿me muevo mucho?, ¿paso calor?, ¿ronco?
¿Boca arriba o de lado?
Pese a que los especialistas coinciden en que «no existe una postura ideal», aclaran que «la mejor es la que nos resulte más cómoda, siempre que no afecte negativamente a nuestra salud». En general, dormir de lado, sobre todo del izquierdo, es la posición más adecuada para un buen descanso. «Ayuda a aliviar problemas como el reflujo gástrico, los ronquidos o la dificultad respiratoria, y se recomienda especialmente en embarazadas», enumeran en el Instituto Internacional del Sueño (IIS).
Por el contrario, dormir boca abajo es la posición menos aconsejable de todas «porque se ejerce una presión excesiva sobre el cuerpo que suele derivar en problemas de espalda y cervicales», mientras que descansar boca arriba está contraindicado para las personas que roncan o sufren de apneas del sueño. Un truco que recomiendan los expertos para evitar esta postura es coserse una pelota de tenis en la espalda del pijama. De esta manera, cada vez que nos intentemos colocar en esa posición, la bola funcionará de chivato.
La 'prueba de la mano'
Algunos problemas asociados a un mal descanso se pueden solucionar con un cambio de postura, pero no siempre es así. La elección del colchón también es importante. Pese a que en los últimos años se ha extendido la idea de que lo más adecuado para la espalda es descansar sobre una base lo más dura posible, los expertos no están de acuerdo. «La firmeza es una cuestión de preferencia personal y de peso», precisan en la Unidad de Trastornos del Sueño del hospital Vall d'Hebron (Barcelona).
Los médicos aconsejan hacer lo que ellos llaman la 'prueba de la mano' antes de elegir un modelo concreto. «Túmbate de espaldas y pasa una mano entre la zona lumbar y el colchón: si hay demasiada holgura, ese modelo puede ser demasiado rígido para tus características. Si la mano no pasa, es demasiado blando y el cuerpo se hunde en exceso». La recomendación general es que si la persona duerme boca arriba debe elegir un colchón más firme, mientras que si duerme de lado puede ser más blando.
Grosor de la almohada
«No se trata de un accesorio estético más de la cama, la almohada es un elemento esencial para evitar presiones cervicales y mandibulares, además de mantener la espalda y el cráneo recto», precisan en el Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana (ICOFCV). Las principales características que debemos tener en cuenta a la hora de comprar una almohada son los materiales, la firmeza y, sobre todo, su grosor. En este caso, tampoco existe una altura mejor que otra, sino que dependerá de la posición en la que se duerma y de la morfología de la persona. «Si descansamos de lado, la almohada debe tener unos 15 centímetros de alto –se calcula midiendo la distancia desde la oreja al hombro– y ser firme, mientras que si dormimos boca arriba el grosor será de unos 12 o 13 centímetros y de menos de 10 centímetros o incluso sin ella si dormimos boca abajo», añaden en el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (ICPFCM).
Hábitos saludables
1. Establece un horario de sueño regular.
2. . Mantén el dormitorio oscuro, tranquilo, bien ventilado y con una temperatura confortable
3. No leas ni veas la televisión en la habitación, la cama es solo para dormir.
4. No comas durante las tres horas previas a meterte en la cama.
5. Evita las siestas demasiado largas durante el día.
6. Haz al menos 40 minutos de ejercicio físico a diario.
7. Métete en la cama en cuanto tengas sueño.
8. Realiza alguna actividad relajante media hora antes de acostarte.
9. Come equilibrado y evita el tabaco, el alcohol y las sustancias estimulantes, como el café.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.