Secciones
Servicios
Destacamos
El coronavirus está echando al monte hasta a los más urbanitas. En la búsqueda de aire puro y en la huida de las aglomeraciones, muchos han encontrado en el senderismo una actividad óptima para disfrutarla en familia. El problema es que no basta con coger ... el coche, irse al bosque y empezar a andar. Lo ideal es «hacer actividad con un club de montaña o contratar los servicios de un guía profesional», apunta el experto. Pero si no lo hacemos, deberemos prepararnos la ruta nosotros mismos con antelación.
«Si se está empezando lo mejor es buscar aquellos caminos que ya están señalizados», explica Turmo. Hay cerca de 50.000 kilómetros en la red de Grandes Recorridos (GR), Pequeños Recorridos (PR) y Senderos Locales(SL). Se pueden consultar en las webs de las federaciones de montaña y de la FEDME. Además, tienen paneles informativos en sus puntos de partida y marcas sobre el terreno (en árboles y rocas), reconocibles por su color: blanco y rojo, blanco y amarillo y blanco y verde, respectivamente. También podemos valernos de los itinerarios de las Vías Verdes, que cuentan con su propia web, o de Caminos Naturales. Si no queremos usar ninguna de estas, tendremos que «estudiar la ruta en el mapa, valorar desniveles, estimar tiempos...».
Además de esto, el buen senderista debe seguir una serie de consejos para que la historia tenga un final feliz. «El riesgo cero no existe, pero siempre podemos hacer cosas para evitar problemas», apunta Turmo. Y la mayoría de ellas son de sentido común.
1
Consultar las páginas de las agencias oficiales de meteorología es fundamental. «Es recomendable hacerlo 24 o 48 horas antes de salir», dice el experto. Hay que fijarse en la previsión por horas, así sabremos si de repente hay un bajón del termómetro o cuánto tiempo nos va a llover. Y también en el área geográfica más concreta que podamos:si vas a Picos de Europa, no es lo mismo mirar el tiempo en Potes que en Camaleño, de donde parte el teleférico de Fuente Dé.
2
Lo de salir a andar por el bosque en náuticos es un no en toda regla. Puede que sean muy cómodos, pero no son adecuados. «El calzado hay que elegirlo muy bien», advierte Turmo. Tiene que tener una suela que agarre y nos debe sujetar el pie y el tobillo. Lo mejor es acudir a una tienda de deportes y dejarse aconsejar. «No nos olvidemos tampoco de los calcetines:los mejores son de lana merino, con tratamiento bactericida y costuras planas. Nos pueden costar entre 10 y 20 euros pero nos durarán muchas salidas», describe el experto. El resto de la ropa ha de ser cómoda «y siempre hay que llevar una buena prenda de abrigo y un chubasquero», añade. Puede que cuando salgamos haga bueno, pero en la montaña el tiempo cambia rápido y en la mochila, otro elemento fundamental, hay sitio suficiente para los 'porsiacasos'. También hay que incluir gorro o visera, gafas de sol y fotoprotector. Y si tiene los típicos bastones, mejor.
3
Debe ser una bolsa claramente identificable para localizarla con rapidez. En su interior tiene que haber crema antihistamínica contra picaduras, venda elástica y normal para inmovilizar una articulación, unos guantes estériles, antirrozaduras, analgésicos suaves, Urbasón para reacciones alérgicas, unas pinzas para retirar objetos, un antiséptico, esparadrapo de tela, suero fisiológico, tijeritas, gasas, puntos de sutura y una manta térmica.
4
«Hay que llevar litro y medio de agua por persona y día», explica Turmo. Luego, la comida:puede ser un bocadillo, una tortilla o unas latas de ensalada. «También es interesante llevar frutos secos y algo dulce porque gastamos más energía de lo habitual. Y como en todo lo anterior:mejor que sobre a que falte.
5
Un adulto sano puede iniciarse con rutas de entre 4 y 5 horas y poco desnivel, unos 500 metros es suficiente. Pero si vamos con críos hay que tener en cuenta varios factores. Uno es la edad: entre los 3 y los 6 años lo ideal son rutas de unos 6 kilómetros y no más de 300 metros de desnivel; de los 7 a los 9 podemos aumentar a 15 kilómetros y 600 metros; y entre los 10 y los 12, 24 kilómetros y no más de 900 metros. Luego, ser consciente de que los peques «no se cansan, se aburren», por lo que hay que hacerles entretenidos los paseos y contarles la ruta y sus curiosidades. Ojo también con el frío y el calor: no hay que fiarse de lo que dicen, sino de lo que nosotros vemos.
6
Tenemos que ir preparados para todo. Lo primero que hay que saber es darse la vuelta:si hemos perdido las referencias, lo mejor es volver sobre nuestros pasos. Ojo con las horas de luz, no queramos regresar de noche y menos en la época en la que estamos. Y si nos hacemos daños, primero veamos si podemos caminar de vuelta y si no es posible, pidamos ayuda. Para ello, hay que llevar el móvil cargado, haber comprobado previamente la cobertura y llevar memorizados los números necesarios, además del 112.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.