Cómo acabar con las latosas ojeras

Los tratamientos cosméticos para camuflar las ojeras o directamente hacerlas desaparecer son de los más demandados, pero antes de lanzarnos a comprar una determinada crema o poner en práctica los remedios caseros que se viralizan en redes sociales es fundamental saber el origen de esa alteración de la coloración para encontrar la solución más adecuada a cada caso. «Esta zona del ojo es especialmente compleja de tratar no solo porque la piel es tan fina que no te permite ningún error sino que además está tan cerca de las estructuras oculares que se puede comprometer la función visual si resultan dañadas», advierten en el Grupo Pedro Jaén.

En general podemos hablar de tres tipos de ojeras, que muchas veces se presentan de manera combinada: las vasculares, las pigmentarias y por hundimiento. «Está claro que no es lo mismo tener una alteración de la coloración porque se está atravesando una mala racha de estrés o no se duerme bien durante una temporada a que sea por causas genéticas o simplemente por la edad. Las primeras tienen un tratamiento más sencillo, las segundas... complicado», aclara la dermatóloga María Agustina Segurado, asesora de marcas de cosmética.

Las ojeras vasculares son violáceas, moradas o azuladas y se aprecian a simple vista porque los vasos sanguíneos de la zona se transparentan a través de la piel, que en esa parte de la cara es hasta cinco veces más fina que la del resto del rostro. La causa más común es el cansancio o la falta de sueño, pero también pueden deberse a la edad o a factores externos. De hecho, existen tres enemigos declarados de las ojeras que tienen que ver con los malos hábitos: el café, el vino y el humo del tabaco pueden contribuir a un aumento de la pigmentación.

Los tratamientos van desde la aplicación en la zona de productos cosméticos que estimulan la oxigenación y evitan la coagulación de la sangre y la retención de líquidos a cambios en la dieta que incluyan alimentos ricos en vitamina C, K, hierro y zinc. En los casos más complejos se puede recurrir a tratamientos estéticos como la carboxiterapia, que consiste en inyectar dióxido de carbono medicinal para oxigenar los tejidos y atenuar el tono azulado, o el láser vascular.

En las ojeras pigmentarias, de color anaranjado o marrón, el origen suele ser hereditario y hormonal. «La piel se oscurece por un exceso de melanina y pueden aparecer a cualquier edad, incluso durante la infancia», precisan en el Grupo Pedro Jaén. Y tal y como sucede con el resto de manchas cutáneas, debe tratarse con «despigmentantes tópicos, láser y 'peelings' para bloquear la síntesis de melanina, aclarar la tonalidad y renovar la piel de la zona».

Por último, las ojeras por hundimiento se caracterizan por la aparición de un surco por debajo de los ojos y tienen que tratarse con materiales de relleno para reponer ese volumen que falta. «La clave es inyectar las sustancias en un plano muy profundo porque si se hace de manera superficial se consigue el efecto contrario: se produce un abultamiento en la zona porque esos compuestos tienen una gran capacidad para retener agua».