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La migraña está considerada como un problema de salud de primer orden, que buena parte de la población a menudo minusvalora. Un dolor de cabeza continuado o que viene y se va por épocas puede ser el aviso de un problema de salud bastante más ... grave de lo que parece. Intentar aliviarlo, como con frecuencia se hace, con ibuprofeno o paracetamol y tirar para adelante, que ya se pasará, puede resultar ser una idea malísima. Además del riesgo que entraña la toma continuada de este tipo de medicamentos, el paciente se arriesga a convertir su malestar en un problema crónico. Y esto es algo que ocurre con mucha más frecuencia de la que cabe imaginar. Más de la mitad de las personas afectadas por distintas formas de esta enfermedad se automedica. Se equivoca.
La advertencia la ha lanzado la Sociedad Española de Neurología (SEN) con motivo del Día Internacional de Acción contra la Migraña, que se conmemora este martes. Según datos difundidos por la asociación profesional, más de 5 millones de españoles sufren algún tipo de cefalea y hasta un millón y medio padecen dolor de cabeza hasta quince días al mes. Intentar aliviarlos mediante la toma de analgésicos sin receta constituye un error.
5 millones
de españoles sufren migraña y más de 1,5, dolor de cabeza al menos durante 15 días al mes.
«La principal consecuencia de un mal manejo de esta enfermedad es el deterioro en la calidad de vida y que el dolor acabe cronificándose», advierte el especialista Pablo Irimia, coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN. Cada año, según cuenta, un 3% de las personas con migraña pasa de tener un problema pasajero a otro permanente.
Además, para otro 6% lo que es una complicación de baja frecuencia se convierte en alta. «Las cifras realmente son preocupantes, y más si tenemos en cuenta que la migraña crónica no solo produce de cuatro a seis veces más discapacidad que la episódica, sino que los pacientes suelen tener una peor respuesta a los tratamientos», explica el experto, especialista de la Clínica Universidad de Navarra.
La migraña está considerada como uno de los problemas de salud más incapacitantes y frecuentes que existen. Un 18% de las mujeres y un 8% de los varones (un 14% de la población) sufre dolores de cabeza muy intensos, de origen desconocido, que a menudo se acompañan de síntomas como náuseas, debilidad y un enorme malestar ante la presencia de luz o del mínimo ruido. Los pacientes suelen relatar que sienten como si les fuera a estallar la cabeza.
¿Qué es qué?
Migraña y cefalea El dolor de cabeza, que los médicos llaman cefalea, afecta a ambos lados de la cabeza y es bastante menos grave que la migraña. Esta última se presenta como un dolor de cabeza más extremo, que afecta solo a un lado y puede durar horas e incluso días.
¿Valen los analgésicos comunes? No siempre. La cefalea tensional suele ser leve y mejora con el descanso sin necesidad de analgésico alguno. A la migraña le va mejor el ibuprofeno (antiinflamatorio) que el paracetamol . Quien debería aconsejarle sobre el tratamiento, aunque finalmente acabe tomando este tipo de fármacos, es un médico. El uso incorrecto de analgésicos puede causar lo que se conoce como 'cefalea de rebote' y llevar a que sea peor el remedio que la enfermedad.
¿El mejor tratamiento? El tratamiento ha de ser individualizado, porque no todas las terapias funcionan de igual forma en los pacientes. Elegir uno u otro depende del tipo de migraña, la frecuencia de los ataques, la gravedad de los síntomas... Cada vez existen más opciones terapéuticas.
Para calmar esa angustia, se ven obligados a meterse en la cama o en una habitación a oscuras a esperar que se les vaya pasando, que el descanso y los analgésicos hagan su trabajo.
Los casos más rebeldes, que vienen a ser el 15% del total, se manifiestan con señales mucho más molestas e irritantes. Puede quedárseles dormido medio cuerpo e incluso perderse el habla durante media hora, lo que genera muchísima angustia en los pacientes, que tienden a creer que en realidad están sufriendo un ictus. Hay ocasiones en que la cefalea se presenta con lo que los especialistas denominan un 'aura', un fenómeno luminoso que distorsiona la visión y aumenta el riesgo de un accidente cardiaco o un ataque epiléptico.
Aunque la enfermedad puede debutar en todo tipo de personas, más allá del sexo y la edad, la mayoría de las casos se da en mujeres, cuatro de cada cinco. Generalmente, se desata en pacientes con edades comprendidas entre los 20 y los 50 años, pero los niños tampoco están exentos de riesgo y aquí también la enfermedad hace sus distinciones y predominan los casos entre la población femenina. Un 9% de las niñas europeas padece migraña, frente al 5% de los niños.
Los neurólogosestiman que cada año podrían diagnosticarse en España más de 180.000 nuevos casos si los pacientes hicieran caso de las señales de alarma y, en lugar de automedicarse, lo consultaran con un médico especialista. «En la SEN estimamos que más de un 40% de las personas que padecen migraña en España está aún sin diagnosticar», valora Pablo Irimia. Ocurre, según dice, por dos razones. «Sus síntomas pueden confundirla con otros tipos de dolor de cabeza, pero sobre todo es porque muchas personas aún creen que no tiene solución. Y la hay».
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