Cine de verano. Alvaro Vitali y una tal Bechdel
Veranos de ayer y de hoy ·
Sigue habiendo cines de verano. Pero si no son con Manolo Escobar, Bruce Lee o Jaimito no me lo parecenSecciones
Servicios
Destacamos
Veranos de ayer y de hoy ·
Sigue habiendo cines de verano. Pero si no son con Manolo Escobar, Bruce Lee o Jaimito no me lo parecenNo habría querido ser yo la que barría en un cine de verano. Porque encima es barrer entre las sillas, no en un espacio diáfano. Pero qué cantidad de pipas se pueden comer en una noche. Hay un corto español llamado 'Pipas' (2013), de Manuela ... Moreno, cuya sinopsis es «dos amigas jóvenes charlan en el banco de un parque mientras comen pipas. ¿Existe mayor complicidad entre dos amigas que una bolsa de pipas?». Hombre, se me ocurren muchas. Y no me refiero a la frase atribuida a Lola Flores de '¿Quién no se ha dado un pipazo con una buena amiga?'.
Cine de verano y pipas están en el mismo campo semántico. También bocadillos. Y cojines. Un asiento de madera de los de Bayreuth (qué cabroncete Wagner) es el lounge chair de los Eames al lado de las sillas metálicas de los cines de verano en la infancia. Y cuando hablo de cines de verano no hablo de los que quedan. Me remonto a cuando, sin querer hacer una gracia 'vintage', nos ponían películas de Bruce Lee y de Manolo Escobar. Unos años después, ya ponían películas de Alvaro Vitali (aquí llamado Jaimito) o 'El crimen de Cuenca'. Con esta se nos quedó para siempre la frase «yo no he hecho nada, yo soy el Cepas», cuando Willy Montesinos, el supuesto asesinado, aparece. Años después ya el cine de verano consistía en dos películas que se hubieran estrenado ese año. Pero las sillas seguían siendo las mismas. Mis amigos y yo ya no reparábamos en cojines. Nos llevábamos los de un sofá viejo. Los del tresillo, que encajábamos en las sillas metálicas. Eso sí, siempre a partir de la quinta fila porque en las primeras no se podía soportar el pestazo que salía de los urinarios.
Como para ir con el sofá a cachos a la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles en Madrid a ver clásicos finústicos ('Casablanca', 'Cantando bajo la lluvia'…). Sigue habiendo cines de verano. Pero si no son con Manolo Escobar, Bruce Lee o Jaimito no me parece cine de verano. Se trata de no superar el test de Bechdel, ese con el que se evalúa la brecha de género en películas y series. El bechdelómetro estaría en los 80 pitando todo el rato. Pero no hacía falta, cuando la chica estaba en sujetador y se iba a despelotar daba la casualidad de que se cortaba la proyección y salía otra escena. Los tíos se ponían a silbar. No sabían todavía quién era esa Bechdel. Ni ahora tampoco.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.