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Coja una taza de esas de Mr. Wonderfull o abra Facebook... ¿A que va a ser un gran día? Y si no lo acaba siendo, probablemente sea culpa suya: no lo ha intentado, no ha sonreído lo suficiente... «El pensamiento naif, a pesar de ser ... bienintencionado, es banal y, además, puede hacer mucho daño», advierte Víctor Amat, psicólogo y autor de 'Psicología punk'.
Con este experto repasamos algunas frases 'motivadoras' que acaban creando «el efecto contrario». Como 'si quieres, puedes'. «¿O sea que si no puedo es porque no quiero o porque soy un quejica? La gran falacia es pretender que todo depende de nosotros, como si los factores económicos, sociales, biológicos... no influyeran. Es una frase muy culpabilizadora».
«Aquí otro gran engaño», advierte el psicólogo en referencia a la retahíla de frases de soñadores motivados. «No todo el mundo ha nacido para reinventarse, para ser líder, para ser un resiliente tremendo. Y, si pretendes forzarte a serlo, vas a sufrir porque no hay nada peor que no reconocer las propias limitaciones. ¡No pasa nada si eres un tipo normal!», clama Amat. Y recuerda que lo inteligente es «saber cuándo dejar de luchar por algo, darte cuenta de cuándo el esfuerzo es en vano». Eso es, sostiene, «un verdadero signo de madurez».
No es más que otra «frase prefabricada». Jamás la habrán escuchado sus pacientes en la consulta de Víctor Amat. «Yo siempre les digo que se queden en esa página el tiempo que necesiten. Te ha dejado tu pareja, te has quedado sin trabajo y todo el mundo te alienta a pasar página, te fuerza. Pero para hacerlo hay que respetar el tiempo de duelo, que dependerá de la implicación con tu ex pareja, con el trabajo...». Aunque, en teoría, es una frase que se dice para dar 'ánimos', el psicólogo solo ve «una imposición de los demás para que no te quejes». ¿Y ese empeño? «Tenemos un problema, nos molesta el sufrimiento y la queja del otro». E invita el especialista a no olvidar el mensaje que subyace en estas frases: «Déjate de puñetas, no te quejes, sé una buena madre, no tengas celulitis... Deberías estar contento con las calamidades que te pasan».
Piensa Amat en la pandemia de covid. «¿A quién ha beneficiado? Porque a mí no me ha dado ninguna oportunidad. Nos confinaron un 14 de marzo y el día 20 yo ya escribí una guía para sanitarios porque me imaginaba que iban a acabar destrozados». En la línea de esta frases, otras similares: 'Cuando se cierra una puerta, se abre una ventana', 'detrás de un fracaso hay un aprendizaje'... «Estas frases pueden ser muy dañinas, pues sugiere que eres idiota si no aprendes algo de inmediato cuando las cosas salen más. Si eres inteligente deberías extraer un aprendizaje de un fracaso, sí. Pero, ¿por qué nos empeñamos en que sea ya?».
Que no te lo dicen con mala intención está claro, pero «detrás de esa frase solo hay una falsa empatía», asegura Amat. Y, relacionado con la cuestión laboral, una de las «cuestiones más locas» con las que dice haberse topado en su vida: hacer equipo. Lo hacen los futbolistas del mismo equipo, «que tienen el objetivo común de ganar la Liga, pero para eso no hace falta que los integrantes del club se quieran o se caigan necesariamente bien». Y no hace falta porque tienen un objetivo común, insiste el psicólogo. «Pero, ¿en una oficina? El objetivo de tu supervisor es sacar de ti el máximo rendimiento, el tuyo es cobrar a final de mes... ¿Qué equipo vas a hacer si cada uno tiene un objetivo?», plantea el experto.
Explica Guillermo Fouce, presidente de Psicología sin Fronteras, que la psicología positiva surge para «equilibrar una psicología y una psiquiatría que estaba muy centrada en las emociones negativas y ese punto de partido no está mal». ¿Entonces? «El problema es que se ha convertido en nueva religión en la que individualizamos los problemas y ha calado porque simplifica las cosas y porque el clima cultural actual potencia lo individual, la autoayuda...».
Contra la creencia «engañosa» de que 'Querer es poder', Fouce propone: 'Ríe cuando puedas y llora cuando lo necesites'. «¿Por qué hay que enfocarse solo en sonreír. ¡La sonrisa y el llanto son igual de pertinentes!».
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