Preparar la Selectividad tiene trucos

El primer paso es establecer un plan de estudio diario. «Es importante elaborar un calendario en el que se indiquen las horas al día que se van a dedicar y el tiempo reservado para cada materia, con el fin de evitar dejar sin preparar bien alguna», señala Alberto Menéndez, profesor de Historia y preparador de Selectividad. «Debemos trabajar las materias más difíciles durante las horas del día en las que somos más productivos. Las más fáciles, las que más nos gustan, las dejamos para cuando estamos cansados», añade este docente, que ha creado una aplicación de móvil en la que reúne en vídeos y podcast todo el temario para que los alumnos puedan estudiar de forma más «amena».

La profesora de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Modesta Pousada aconseja estudiar más de una asignatura cada día. «Es mejor que no dedicar dos días intensivos a la misma materia», sostiene. Advierte que no sirve de nada estar sentado durante seis o siete horas seguidas frente al libro porque se pierde la concentración. «Lo mejor es hacer sesiones de entre 45 y 60 minutos, separadas por pequeños descansos de 15 o 20 minutos», sugiere. A la memorización de la materia ayudan «los mapas conceptuales (esquemas gráficos) y hacer resúmenes», que permiten al estudiante «comprender mejor conceptos fundamentales y le ayudarán a saber explicar con sus propias palabras lo que ha leído».

Otro truco para que el tiempo de estudio dé sus frutos es «hacer continuos repasos de los temas», precisa el docente de Historia de Academia Play. Los expertos aseguran que para recordar algo bien, es recomendable repasarlo un mínimo de cinco veces antes de un examen. Esta tarea debe hacerse «al final de cada jornada de estudio y repetirse al día siguiente», completa Pousada.

Una forma de evitar distracciones innecesarias es colocar encima de la mesa todo lo que necesitamos antes de empezar: subrayadores, papeles, lápices, resúmenes, libros..., resalta la profesora de la UOC. Los especialistas coinciden en la importancia de sacar el móvil de la habitación. Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Chicago descubrió que la simple presencia del teléfono inteligente reduce la capacidad de retener y procesar información, ya que el cerebro presta atención consciente o inconsciente al móvil siempre que esté a nuestro alcance.

Un asunto fundamental: no descuidar el descanso. La psicóloga Amalia Gordóvil recomienda reservar tiempo para el ocio y el ejercicio físico: «Servirá de desahogo del alumno sin que repercuta negativamente en el estudio». Otro imprescindible es respetar las horas de comida y sueño. «Dormir consolida lo aprendido y prepara el cerebro para recibir nuevos conocimientos».

El consumo excesivo de bebidas azucaradas, cafeína y bollería puede provocar cansancio, dolores de cabeza, insomnio y, por ello, «ralentizar el funcionamiento cerebral», señala Ana Gómez, psicóloga especializada en trastornos de la conducta alimentaria en jóvenes. Las hipoglucemias –bajadas de azúcar que causan mareos y debilidad– por dejar de comer durante los días de exámenes ante esa sensación de que «se te cierra el estómago» por los nervios «son muy frecuentes en estos periodos de estrés».

El día de la prueba no son recomendables los repasos de última hora. «Revisar los apuntes a las puertas del examen es contraproducente porque solo consigue angustiar más», sostiene Pousada. «Del mismo modo que debe planificarse el estudio, también hay que saber planificar la forma de hacer el examen». Una vez que tenemos el ejercicio sobre la mesa y comienza el tiempo para completar la prueba, Pousada aconseja leer de arriba abajo todas las preguntas, responder primero las que sabemos y dejar para el final las preguntas que nos generan más dudas.

«Empezar por lo que controlo me tranquilizará y, si no tengo tiempo de contestar a todas las cuestiones del ejercicio, al menos habré desarrollado lo que sé», argumenta la especialista, que recomienda releer también las preguntas y las respuestas. El objetivo de esta segunda lectura es evitar faltas de ortografía, rectificar signos de puntuación, detectar frases inacabadas y comprobar que se responde exactamente a lo que se nos pide. Es muy importante escribir con letra clara para facilitar la labor del corrector.

El control del tiempo es también clave para afrontar la prueba con garantías de éxito. La docente de la UOC recomienda llevar un reloj. «Debemos ser conscientes del tiempo del que disponemos y del que nos queda. Si ha pasado una hora de examen y tengo dos, tenemos que haber llegado a la mitad de la prueba», advierte. La Selectividad dura tres días. Entre jornada y jornada, lo mejor es «relajarse y descansar». Como mucho, «se puede quedar con algún compañero para resolver alguna duda de última hora».