¿Mejores que nosotros? Así será la generación beta, la nacidos a partir de 2025

Hijos de los millennials y de los zeta, esta nueva cohorte demográfica, que en apenas una década alcanzará el 16% de la población mundial, comparte espacio vital con otras cuatro generaciones que se desenvuelven en la vida de una manera completamente diferente, sobre todo en el entorno digital. «Basta una respuesta en WhatsApp o el diseño de una historia de Instagram para saber la edad aproximada de una persona, ya que cada generación maneja sus propios códigos», ponen como ejemplo los expertos.

Según la plataforma de análisis demográfico fundada por el investigador Mark McCrindle, padre de estos nuevos términos, «los boomers (1946-1964) se caracterizan por demostrar una gran estabilidad financiera y defender valores familiares, mientras que los centennials o generación Z (1997-2012) se decantan por el aprendizaje constante frente al beneficio económico y los alfa (2012-2024) ya han crecido rodeados de dispositivos táctiles».

¿Qué les espera a los beta? ¿Cómo será su mundo? ¿Estamos preparados como sociedad para guiar a esta nueva hornada de niños hiperdigitalizados? Aunque no tenemos una bola mágica para predecir lo que sucederá en los próximos 15 años, los expertos apuntan a que estos recién nacidos se criarán en una especie de multiverso «en el que la línea entre lo físico y lo digital se difuminará aún más», apunta Pavel Sidorenko, profesor e investigador de la facultad de Empresa y Comunicación de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

La generación beta, que estará formada por los nacidos entre 2025 y 2039, se enfrentará a un mundo «absolutamente diferente», en el que la inteligencia artificial formará parte de su día a día (colegio, asistencia sanitaria, ámbito laboral...). «Esta tecnología no será una herramienta para usar en momentos puntuales sino que será una compañía constante», añade José María Herranz de la Casa, profesor de Periodismo de la Universidad de Castilla-La Mancha.

«Es bastante probable que los beta sean aún más dependientes de la tecnología que sus predecesores, pero de una manera diferente: todo indica que tendrán una mayor preocupación por la privacidad y la seguridad, puesto que crecerán en un entorno donde los datos digitales serán determinantes para afinar sus experiencias digitales. Es decir, deberían ser más conscientes de su huella digital y más exigentes con la seguridad de su información», coinciden ambos expertos.

Mientras sus predecesores –los alfa– han crecido rodeados de dispositivos digitales, con internet de alta velocidad, la ommnipresencia de las redes sociales y acostumbrados a obtener información y entretenimiento al instante, la generación beta no solo estará marcada por unos avances tecnológicos impredecibles sino que es posible que la IA les ayude a definir sus intereses, preferencias e incluso su forma de pensar. «Los indicios actuales hacen pensar que será una generación que redefinirá la relación humana con el mundo digital. Si los alfa han dejado en evidencia el poder de la virtualidad y la inmersión digital, la generación beta alcanzará un nivel de integración tecnológica aún inimaginable», convienen Pavel Sidorenko y José María Herranz de la Casa.

Además, estos niños beta serán criados por unos padres que dan «especial importancia a la igualdad, la sostenibilidad y la conciencia ecológica», por lo que se espera de ellos una mentalidad mucho más abierta y cooperativa. «Esta generación no lo tendrá fácil. Heredarán un mundo que se enfrenta a grandes desafíos sociales: el cambio climático, demográfico, urbanístico... La sostenibilidad no será una opción para ellos sino que se convertirá en una preocupación real», asegura el conocido demógrafo Mark McCrindle en su última publicación.

Los expertos son optimistas en este sentido y están convencidos de que los niños nacidos en los próximos 15 años serán «el motor» de un gran cambio social. «Los beta serán más colaborativos que las generaciones pasadas y menos individualistas», coinciden en afirmar.