Videojuegos contra el estrés

Generalmente se centran en un solo jugador. y ofrecen actividades como construir ciudades, pasear por bellos parajes, hacer puzzles, ordenar paquetes, establecer relaciones sociales 'virtuales'... Juegos como 'Stardew Valley', 'Monument Valley', 'Townscaper', 'A Short Hike' o 'Untitled Goose Game', destacan entre los más populares a nivel mundial, detalla Eduardo Cruz, responsable de la plataforma digital educativa Qustodio. Estas 'experiencias zen', «se alejan del modelo de acción y aportan una alternativa diferente al ritmo, ruido y violencia de los tradicionales», señala el experto.

Por ejemplo, los creadores del clásico 'Monument Valley' ubican una de sus versiones en una imaginaria isla del Mediterráneo. Su protagonista, Alba, explora sus parajes y emprende toda una serie de acciones para proteger la naturaleza. «Trata de emular las sensaciones al dar paseos por el campo, transmitir la impresión de que tienes todo el tiempo del mundo, puedes ir a tu ritmo y disfrutar de los sonidos, la luz, las hojas meciéndose al viento, y de vez en cuando encontrar algo emocionante que fotografiar, que se mueve y te llama la atención», describen sus creadores, del equipo de Ustwo Games. Otro de ellos, 'Townscaper', permite construir tu propia ciudad de una manera muy simple, gracias a elementos que surgen de un mar al hacer un 'clic'. Y en 'Short Hike', una polluela camina hacia la cima más alta de una isla en la que pasa sus vacaciones para tener cobertura con su móvil, ya que espera una llamada importante. Pero en lugar de moverse rápido para conseguir su objetivo se entretiene por el camino con múltiples distracciones.

Los juegos que se conocen como 'simulators' también cumplen esta misión relajante. Tareas aburridas como hacer una mudanza se convierten en un momento de placer. Un ejemplo: 'Unpacking', que consiste en abrir los paquetes que llegan a una casa y ordenar los objetos que van saliendo de su interior en una habitación.

Los usuarios utilizan estos videojuegos de vía de escape a situaciones estresantes, como una especie de resistencia a la vida acelerada. «Están conectados con emociones que producen placer y disparan la producción de dopamina, por lo que aparece esa sensación de bienestar», describe la psicóloga María Vinuales. «Focalizamos la concentración y atención en torno a un objetivo. Y nos sentimos gratificados al alcanzar un logro o superar un desafío», detalla la especialista.

Los investigadores ya estudian el efecto de los videojuegos 'slowgaming' para combatir ansiedad y estrés. «Potencian ciertas redes cerebrales muy importantes para la atención –red fronto-parietal atencional–, que ayudan a tomar conciencia de ciertas experiencias y estímulos que pueden ayudar a mejorar algunos aspectos cognitivos y, sobre todo, a controlar la respuesta al estrés y minimizar la ansiedad», señala Diego Redolar, profesor de neurociencia en la Facultad de Ciencias de la Salud de la UOC. «Este tipo de videojuegos puede ayudar a la gente a centrarse un poco más y a disfrutar de espacios de calma en su tiempo libre», incide.

Los 'slowgames' también pueden ser «una alternativa atractiva» para «desenganchar a los más jóvenes de los videojuegos estresantes de acción y aventuras, que generan una ansiedad desproporcionada, principalmente entre los menores de edad», añade Cruz. Pero, aunque estas experiencias 'zen' «presentan un estilo de juego más saludable que los videojuegos más violentos, se debe controlar el tiempo de uso», advierte.

Porque su efecto relajante es su principal atractivo, pero también existe el riesgo de «acabar convirtiéndose en un peligro». Los juegos 'zen' evaden al jugador y lo introducen en una realidad virtual, alejada del estrés y de objetivos de la vida real, en la que se encuentra muy cómodo. «Le sumergen paulatinamente en una zona de confort continuo dentro de un mundo online», describe Cruz, por lo que «acostumbrase a ellos durante muchas horas diarias puede generar una dependencia».

Al contrario de lo que ocurre con los videojuegos de acción, estos enganchan a los usuarios de forma paulatina. Una partida puede durar semanas sin que cause estrés alguno. «Debemos controlar su uso, especialmente porque pueden crear carencias afectivas a nivel social», concluye.