El sombrero más famoso del mundo
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Moda de verano ·
O cómo parecer un turista eleganteVirginia Melchor
Sábado, 20 de agosto 2022, 00:02
No hay verano sin un buen... Panamá. Solo el sombrero más famoso del mundo tiene el poder de convertir a quien se lo pone en un turista elegante aunque no salga de su ciudad. Detectives, aventureros, mafiosos y hasta galanes de Hollywood han lucido este ... icónico accesorio que nunca pasa de moda y otorga un aire distinguido a quien lo lleva. De Paul Newman a Sean Connery, o Michael Douglas en 'Tras el corazón verde' no se lo quitaban de encima. Igual que Orson Welles, Ernest Hemingway o Winston Churchill. Y hoy no hay 'celebrity' que no se coloque un Panamá en la cabeza para pasear por las playas o terrazas más 'chic' del planeta. Jennifer Aniston, Uma Thurman, Madonna o Chloë Moretz son algunas de las famosas que se han rendido a sus encantos. Porque no es un simple accesorio, sino una joya artesanal que ostenta la calificación de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco desde 2012.
El origen de este sombrero de paja adornado con una elegante cinta negra se sitúa en Ecuador. De ahí que su nombre siga siendo un misterio sin resolver. No hay consenso sobre por qué y cuándo pasó de llamarse sombrero 'jipijapa' o de paja toquilla a 'Panama hat'. La historia más popular otorga al presidente de EE UU Theodore Roosevelt tamaña proeza. Eso sí, en versiones dispares. Se ha popularizado que durante la construcción del Canal de Panamá el presidente norteamericano decidió importar miles de sombreros de Ecuador para proteger del sol a los trabajadores, divulgando la prensa internacional que el sombrero era originario de Panamá.
Otras crónicas cuentan que fue el propio Roosevelt quien lució este accesorio que recibió como regalo durante una visita a la colosal infraestructura en 1906, asumiendo que era típico de las tierras que visitaba. «Los sombreros llegaron ahí gracias a que el general José Eloy Alfaro Delgado, entonces presidente de Ecuador, vio una gran oportunidad en exportar el tradicional sombrero de paja toquilla que se tejía en Montecristi, Ecuador, a Panamá que, en aquel momento, vivía un gran trasiego comercial», cuenta Bryan Franco Mero, artesano ecuatoriano y tercera generación al frente de la marca Montecuador Hats. Un movimiento que se vio especialmente favorecido cuando estalló en California la fiebre del oro, lo que hizo que quienes viajaban pasando por Panamá y compraban uno, relacionaran su origen con esta zona.
Esta bella tradición artesanal tiene lugar en los montes húmedos ecuatoriales en donde se siembra la paja toquilla (las hojas de la Carludovica palmata). Las hebras con las que se confeccionan los auténticos sombreros Panamá se van dividiendo con la uña del artesano, por lo que el proceso es totalmente manual. «Para hacer un solo sombrero se necesitan mínimo tres artesanos: el taquillero, que es el que recoge la paja, la seca y le hace un tratamiento con azufre hasta que la fibra adopta ese característico color natural. El que lo teje, que dependiendo de cuántos nudos tenga, puede llegar a tardar hasta un año en su elaboración. Y el que lo pule, le hace los terminados a los bordes y lo plancha», explica Cristian Martínez, artesano ecuatoriano que trabaja en la marca Toka.
La calidad se mide por la finura de la hebra con la que se teje. Cuanto más fino es el tejido mayor es el tiempo de fabricación y entonces el precio será más elevado. «Los sombreros de Montecristi, los más selectos del mundo, suelen costar desde 200 euros los finos, confeccionados en tres semanas, hasta 5.000 euros los súper finos», cuenta Franco Mero. ¿Cómo es posible entonces encontrar sombreros Panamá en los gigantes 'low cost' por 20 euros? La respuesta es sencilla: si no está fabricado en Ecuador y en paja toquilla, lo que está comprando no es más que una imitación.
Este icono artesanal también necesita cuidados para que dure muchos años. «Si se mancha, una goma de borrar es la mejor opción. O una toallita de bebé. Si se suda mucho, hay que dejarlo secar durante 20 minutos antes de guardarlo. Y siempre hay que cogerlo del ala o los bordes, al estilo Michael Jackson», explica el artesano local.
La marca ecuatoriana Cuyana, que vende sombreros de paja toquilla en todo el mundo, ha lanzado una peculiar petición en Change.org llamada 'This is not a Panama Hat' ('Esto no es un sombrero Panamá'). Firmada por más de 5.400 personas, la misiva busca exigir a todos los minoristas que cambien el nombre del icónico sombrero para hacer justicia a sus verdaderas raíces y mostrar a los tejedores ecuatorianos «el reconocimiento que merecen».
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