Problemas con las flatulencias
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Problemas con las flatulencias
La moda de la tripa plana: ¿cuántos gases son 'lo normal'?Los pedos son el pecado del siglo XXI. Y lo saben bien los médicos digestivos y los dietistas-nutricionistas, que atienden en consulta a muchas personas preocupadas porque tienen gases. Hay cierta «obsesión», comentan. Por no tenerlo y porque la tripa se mantenga lisa e ... inamovible a lo largo del día. Ninguna de las dos cosas se puede cumplir. «Los estudios sugieren que las personas expulsan gases por el ano entre 8 y 14 veces al día», señala la dietista-nutricionista Alicia Salido. Pero hay personas «que pueden hacerlo con más frecuencia hasta llegar a 25», añade la experta. Y está bien, es 'lo normal'.
El gas es un elemento que se forma en el intestino grueso cuando las bacterias fermentan los hidratos de carbono que no se digieren en el intestino delgado. Una parte se lo 'comen' las propias bacterias y el resto nos toca liberarlo a través del ano. No hay problema ninguno pese a que la industria de los complementos alimenticios nos bombardeen con la necesidad de tomar preparados para evitarlo o reducirlo.
El problema vendría si esos pedos «nos producen otros síntomas como distensión y dolor abdominal, dolor epigástrico, nauseas, vómitos, alteración en las deposiciones...», enumera Salido. A veces, en los casos más extremos, también nos pueden producir cansancio, dolor muscular y hasta de cabeza. Sería este el momento de ir al médico digestivo, el especialista en esta sintomatología, y al nutricionista.
Pero hay que insistir: tirarse pedos a lo largo de una jornada es normal y hasta saludable. Está relacionado íntimamente con nuestro microbioma, es decir, nuestra flora intestinal. «La relación entre la microbiota y la fabricación es compleja y aún no se comprende completamente», explica Clara Isabel Tejada, profesora del Grado de Enfermería de la Universidad de La Rioja. Pero sí se sabe que «ciertas bacterias son más propensas a generalos que otras».
También que en función de cuál sea la que actúe, nuestras flatulencias tienen un olor u otro. «Se ha demostrado que las del género 'Methanobrevibacter' están asociadas con el metano y las 'Bacteroides' con el hidrógeno», prosigue la docente. ¿Y eso en qué se traduce? Pues en algo tan escatológico como el olor. Si detectas que el aroma se parece al de los huevos podridos, el gas que se ha liberado durante la digestión de la comida es el sulfuro de hidrógeno. Y esto suele pasar cuando comemos, por ejemplo, algo rico en grasas y proteínas como una hamburguesa.
«Lo que no es cierto es que tengamos más gases cuando comemos sanos», subraya la dietista-nutricionista. El truco está en comer «de una forma equilibrada, es decir, comiendo las raciones de comida que el cuerpo necesita.
– Pero cuando incluimos más fibra ¿no aumenta el movimiento intestinal?
– Al incluir tres raciones de fruta al día, una de verdura cruda y otra de verdura cocinada, que sería lo correcto, aumentamos la cantidad de fibra y podemos notar mayor movimiento, sí, pero es solo cuestión de tiempo. Y lo mismo ocurre si añadimos dos o tres raciones de legumbre y frutos secos a diario. Pero es una cuestión de equilibrarl as raciones y dejar un tiempo a que el cuerpo se vaya adaptando a esta nueva y saludable forma de comer.
Y ese equilibrio no viene solo de la variedad, sino de la cantidad.«El tamaño sí importa» en las raciones, asegura Salido. Y también cómo las ingerimos:repartidas, bebiendo a la vez, masticando bien, despacio... «Si tienes gases sin notar más síntomas asociados, es cuestión de planificar comidas, horarios, rutinas... sin olvidarse del ejercicio, el sueño y el estrés», continúa.
Esto desactiva esa creencia de que las alubias nos van a dar problemas y es mejor evitarlas. «No existe la dienta antigases». Lo que sí podemos hacer es utilizar algunos trucos para mejorar nuestras digestiones. «Podemos empezar por usar alimentos menos fermentables (acelgas, espinacas, calabacín, berenjena, endivias, lechugas...)». Si queremos frutos secos, apostemos por «castañas, nueces, cacahuetes, pipas y piñones». Ojo, las frutas mejor tirando a verdes que maduras. Y las harinas y cereales mejor que no sean integrales.
– ¿Y los medicamentos contra los gases?
– Eso que lo paute el médico. Mejor apuesta por infusiones o complementos de hinojo, anís estrellado, tomillo... También es efectivo el carbón vegetal combinándolo con otros componentes, las enzimas naturales como la papaína y bromelaína, que tiene la papaya, y los probióticos de IV generación.
Las legumbres siempre han sido las malas de la peli, pero lo cierto es que si no nos pasamos de cantidad y las preparamos bien no habría problema. La dietista-nutricionista Alicia Salido recomienda hacer «una doble cocción o comeralas sin piel». No obstante, no son el único grupo de alimentos con 'truco'.
Si somos propensos a tener gases, convien también tener cierta precaución a la hora de cocinar el arroz, la pasta y las patatas. «Su cocción no debe ser prolongada», reconoce la experta. Y tampoco 'al dente', por mucho que los italianos se echen las manos a la cabeza. Otra cosa que podemos hacer para mejorar nuestras digestiones es «dejarlo en la nevera 24 horas antes de comerlo para formar almidón resisnte», un prebiótico con muchos beneficios, entre ellos, digestivos.
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