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El natto es una comida de moda. Este plato japonés milenario que se elabora con soja fermentada, de textura viscosa y color marrón, se ha hecho viral en redes sociales por los 'superpoderes' que le atribuyen. Los nutricionistas apuntan que tiene beneficios para proteger el ... sistema cardiovascular, mantener los huesos fuertes y la prevención del envejecimiento de la piel. Sin embargo, no es apto para todos los paladares por su fuerte olor y su aspecto pegajoso. Pero bien combinado con otros ingredientes puede dar un toque saludable, rico y exótico al menú.
«Para elaborar el natto se cuecen las habas de soja y posteriormente se exponen al microorganismo que se encarga de su fermentación: la bacteria llamada Bacillus subtillis», comenta la nutricionista y profesora de la Universidad Europea Andrea Calderón. Resalta que es similar al más conocido 'tempeh', otro derivado de la fermentación de la soja, pero que emplea microorganismos diferentes, por lo que el resultado final varía tanto en sabor como en olor –mucho más fuerte el natto– y en tipo de nutrientes que aporta. Aunque es un plato tradicional de la cultura japonesa, cada vez es más conocido en Occidente. Lo podemos encontrar, además de en restaurantes asiáticos, en comercios especializados en comida saludable y tiendas 'online'. Sin embargo, desde el punto de vista gastronómico no es fácil de agradar a los paladares occidentales. «Tiene un olor fuerte pero si sabemos cocinarlo bien, puede ser una delicia culinaria». Es un sabor al que los japoneses están acostumbrados ya que lleva siglos incluido en su dieta.
Uno de los motivos de que este plato haya llegado a nuestras mesas es su valor nutricional. El natto contiene una alta cantidad de proteínas de excelente calidad. «El 18% de su contenido es proteína procedente de la soja, que es de las mejores proteínas vegetales, muy completa en todos los aminoácidos esenciales. También aporta hidratos de carbono, fundamentalmente almidón de la soja (14% ) además de fibra dietética, y grasas saludables», detalla la nutricionista.
Destaca también su contenido en calcio, potasio y vitaminas B y K. «La evidencia científica apunta a su posible interés en el cuidado de la salud ósea y prevención de la osteoporosis, ya que sus nutrientes son clave para los huesos (calcio, vitamina K, proteína…)». Al ser rico en vitamina K su consumo se relaciona también con «el cuidado del sistema cardiovascular», comenta el experto en Tecnología de los Alimentos Enrique Ruíz. Durante la fermentación, además, aumenta el contenido en isoflavonas «por ello el natto es un alimento con una buena actividad antioxidante, un beneficio que se nota en la piel», resalta.
Como todo alimento fermentado, «podría ser interesante para nuestra microbiota intestinal», completa Andrea Calderón. Pero su consumo solo será útil si va «acompañado de una dieta saludable», advierte.
Existen ya trabajos científicos que avalan sus propiedades. Un estudio publicado en el Journal of American Clinical Nutrition, del departamento de Medicina Preventiva y Epidemiología de la Universidad de Gifu (Japón), concluyó que el consumo de natto estaba asociado con un menor riesgo de mortalidad y enfermedad cardiovascular y que podía tratarse de uno de los alimentos implicados en la longevidad de la población japonesa.
Es posible ingerirlo habitualmente si se desea, alternando con otras legumbres diferentes a la soja, para enriquecer nutricionalmente la dieta», apunta la docente de la Universidad Europea. Las legumbres deben tomarse de tres a cuatro veces a la semana así que pueden completar el menú semanal de lentejas, garbanzos...
«Es importante aclarar que su precio es relativamente caro por ración porque todavía no es de consumo habitual en España, otras opciones de soja como las propias habas o el tofu son más económicas, e incluso otro fermentado como el tempeh tiene un precio ligeramente más asequible», aclara la especialista en nutrición.
«No está contraindicado para ningún grupo poblacional, puesto que es saludable y nutricionalmente potente», subraya Andrea Calderón. Es importante destacar esa cualidad «puesto que el consumo habitual de soja es temido por algunos colectivos por su supuesta acción hormonal», pero lo cierto es que en cantidad moderadas, «no supone ningún tipo de problema, al contrario, es un alimento más a incluir en un contexto de dieta saludable».
El natto se puede consumir tal cual con un poco de salsa de soja o mostaza japonesa (karashi o wagarash) o tomarlo como un ingrediente más en otros platos. Es frecuente añadirlo a ensaladas, guarniciones de arroz o fideos con verduras e incluirlo en sopas y caldos. Los japoneses lo echan a la sopa y lo sorben como si fueran fideos aunque su textura pegajosa y espumosa complica comerlo. El grano fermentado es un sabroso relleno para los rollos de sushi e incluso se puede utilizar como un toque exótico para platos como espaguetis. En Japón también se desayuna con arroz y col rizada, una verdadera inyección de nutrientes para empezar el día.
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